domingo, 4 de enero de 2015

The Purgue: Anarchy (2014)


Hay una norma no escrita durante el día de la purga. No salvamos vidas. Las tomamos.

Pablo ha empezado fuerte el 2015 y yo no he querido ser menos. La verdad es que de primeras La Purga, en este caso su secuela, no era una opción mala, sobre todo cuando me gustan los slasher. Pero leñe, hacía tiempo que no me aburría tanto viendo una película, tanto que me puse a hacer tonterías en el ordenador durante el supuesto clímax. Me parece mentira que se prepare una tercera entrega, una precuela no vaya a ser que les critiquen por originales. Esta secuela, no he visto la anterior aunque tras la crítica de Doug Walker, más conocido como El crítico de la nostalgia, no tengo muchas ganas, habrá tenido un gran éxito en taquilla pero estaría en mi lista de peores películas de la ya enterrado 2014.

El argumento es simple. Los “Nuevos Padres Fundadores”, gilipollez número 1, deciden que para resolver la alta tasa de crimen y la también elevada pobreza de la población la mejor medida es dar un día de desenfreno y descontrol donde el crimen no sería perseguido. Una idea nacida en la Antigua Mesopotamia aunque esta practica se realizaba como una medida de autentico terror y para realzar la importancia del soberano. Aquí se decide mezclar de forma totalmente catastrófica tanto con teorías políticas y sociales como con la moralidad.


Un hombre armado hasta los dientes (Frank Gillo) está listo para vengarse de la muerte de su hijo cuando se encuentra a una pareja (Zach Gilford y Kiele Sánchez) al que el coche ha dejado tirados justo en el día menos adecuado del año; y una madre y su hija (Carmen Ejogo y Zoe Soül) que han sido atacadas por las fuerzas del gobierno. Este hombre los acoge y se convierte en su niñera mientras le intentan convencerse que la venganza es mala.



El argumento es simplista y estúpido. Ya sabemos matar es malo, no hace falta que nos lo repitan como lo haría una profesora de guardería. Las dosis de moralidad son absurdamente altas y prefabricadas para cortitos porque no hay nada que te haga dudar sobre la injusticia y la tontería que es esta medida. Si la película provocase en el espectador dudas para establecer un mínimo debate podría ser algo aprovechable, pero ni hay un villano carismático que te intente vender la moto, ni el protagonista se defiende ya que se dedica a mandar callar a los demás cuando le dicen que la venganza no es la solución. Menos mal que no conocieron a un tal Hamlet.

Para rematar hay un grupo de rebeldes liderados por un tipo que trata de parecerse a Samuel L. Jackson, de hecho en la versión española utilizan a su doblador, que nos dice lo que todos sabemos: que el día de la purga es una chorrada. No hacía falta que nos digan que eso no frena el crimen, a ver si para acabar con Al Qaeda hay que darles pelotas anti stress. ¿La película te da alguna razón de que la purga funciona? Ninguna, lo único que dicen en la primera película es “esto funciona” y punto.

Y lo que es peor, no solo es una chorrada estúpida, sino que es aburrida de principio a fin, sin apenas momentos psicopátas ni cómicos. Tiene mérito con las posibilidades que puede tener esta trama. Supuestamente es un slasher, cosa que me encantaría. De hecho lo venden como tal. Yo esperaba asesinatos indiscriminados en una noche de locura. Pero no, la película es una huida para estar a salvo de unos militares y unos tíos con mascara muy raritos a los que cuesta tomar en serio. Los intentos de terror psicológico fracasan estrepitosamente, sobre todo porque hay un puto marine que él solo se carga a bandas enteras de criminales.



Los personajes son sosos y muy planos. No consigues ni empatizar con ellos ni odiarles porque son paja gracias a un guión al que tildarlo de mediocre es ser benévolo con él. Las actuaciones no son gran cosa pero apenas hay material que puedan explotar los actores. La película es absurdamente predecible, excepto por una cosita.

SPOILER

Solo muere uno. Maldita sea, quiero ver una masacre de sangre, quiero ver como muere todo cristo y que si eso se salve la típica chica que grite como Marilyn Burns, pero no, nadie muere. Excepto el gilipollas del novio para que su mujer se aliste en los rebeldes a pesar de que es una inútil como el resto de personajes que rodean al marine. Ni siquiera el protagonista se venga, joder, al final perdona al otro porque... bueno, supongo que “porque funciona”.

FIN SPOILERS

El final es moralista a más no poder como pueden haberse imaginado. Y tras llegar a este punto, hay que ver quien es el tío que nos hizo desperdiciar una hora y media de nuestra vida. No me refiero exclusivamente al director James DeMonaco, que sin realizar un mal trabajo en la cámara tampoco brilla. Sino también uno de los productores. Adivinen, espectáculo vacío, pomposidad, guión patético. Venga, seguro que saben quien es. Sí, el mismo Michael Bay en persona.

¿Tengo que ver esto?: No.

¿Mejor momento?: Algún que otro tiroteo.

¿Dónde debería ver esto?: En pleno paseo nocturno.

Me ha gustado ¿dónde hay más?: Ponte un slasher decente. 

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