Hará cosa de una semana que Adrián y yo vimos lo último de González Iñárritu en todo su esplendor. Y nuestras primeras impresiones fueron encontradas y, por momentos, decepcionantes. Sabíamos que había mucho material de calidad y un gran trabajo detrás del título, pero algo no nos acababa de oler del todo bien.
Aun con todo, hoy sale a la luz esta crítica, que escribo todavía con una cierta resaca post-visionado y en la que no estoy seguro de poder sacar a la luz las muchas virtudes y defectos de una película que, si bien no deja indiferente, también pierde mucha credibilidad cuando las expectativas son muy elevadas.