“- Master Bruce, your greatest fear is…
+ SNAKES?
- No.
+ CLOWNS?
- No…
+ SNAKE CLOWNS?
- No. It’s being a part of a family again.
- NO. NOW IT’S SNAKE CLOWNS, BECAUSE YOU PUT THAT IDEA IN MY HEAD”
Desde que viera The Flashpoint Paradox hace unos meses y me introdujera en el universo animado DC con otro puñado de títulos no me he cansado de repetir que el nivel general del mismo supera fácilmente al de las apuestas en imagen real de la competidora de Marvel (Nolan, Burton y clásicos aparte), que es… digamos “cuestionable”, por ser suaves.
Con todo, Batman: La LEGO Película nacía de manera algo distinta, y con un pasado en el que sagas como Gru, mi villano favorito ya se estrellaron. Coger el elemento definitorio de una película y construir un spin-off únicamente en torno suyo no siempre es la mejor idea, y a pesar de las risas con Batman en La LEGO Película había cierto miedo que poco a poco desterraron los tráilers.
Las buenas sensaciones se confirmaron nada más entrar al cine. Batman: La LEGO Película es tan divertida como prometía y más. Desde esos créditos iniciales narrados por Batman en tono de burla, hasta la primera pelea a ritmo de temazo heavy cantado por el propio superhéroe, pasando por el Joker haciendo pucheros o las decenas de referencias y easter eggs escondidos ya en los primeros minutos, todo apuntaba a un festival de carcajadas. Y efectivamente, lo es.