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miércoles, 4 de enero de 2017

La Guerra Fría a través del cine (V): Campamentos de verano en el Infierno



Hasta este momento hemos recogido las películas de acción basadas en la venganza, con un tono rayano en lo propagandístico y conducidas por un protagonista masculino de gran presencia física. Sin embargo, la celebración de la violencia y del mundo militar también encontró vías más sutiles para su expresión en dos películas clave: Oficial y Caballero (Taylor Hackford, 1982) y Top Gun (Tony Scott, 1986). 

Los niveles de testosterona y la violencia quedan ligeramente rebajados para dar prioridad a un elemento casi impensable en las películas que hemos descrito anteriormente: el romance. Si bien Rambo II incluye una historia amorosa, ésta no adquiere la misma transversalidad en el relato que en estas dos películas. Aquí el romance es un recurso narrativo que ayuda a seducir a un espectador que puede constatar las virtudes del ejército. 

lunes, 8 de septiembre de 2014

Juego de espías (2001)



“—Por el amor de Dios, no se… no se puede intercambiar a esa gente como cromos de béisbol, ¡no es un puto juego!
—Oh, sí que lo es, eso es exactamente, y ningún juego de niños. Es un juego totalmente distinto. Es un juego serio, peligroso, en el que no puedes perder”

Nunca he ocultado mi predilección por el menor de los hermanos Scott. Puede que fuera un director bastante temático, que lo que en Ridley es (era) genialidad en él fuera simple buen hacer, y que su probablemente mejor película fuera la peor de Tarantino, pero siempre tuvo algo que me gustó. Además, hizo mi cinta de submarinos favorita, así que, qué demonios, justifico el cariño que le tengo.

Ese cariño, sin embargo, no me impide ver que, efectivamente, sin ser malo es un director que podría dar más de sí. Algo más de interés en las historias, algo más de factura… cumple, pero no sorprende. Eso es lo que le ocurre, por desgracia, en Juego de espías.

La trama nos presenta a Nathan Muir, un agente de la CIA en su último día de trabajo en el que, casualmente, todo se tuerce: Tom Bishop, un joven agente al que él entrenó y básicamente enseñó todo lo que sabe, es capturado en una operación para liberar a un preso de una cárcel china, de la que sus superiores no sabían nada. Se inicia una carrera contrarreloj por salvar a Bishop, que será ejecutado a la mañana siguiente y que consiste en, básicamente, tener a Muir dos horas contando sus peripecias con Bishop a lo largo de los años.