“Puedes matarme, si es eso lo que quieres. Pero… ¿es eso
realmente lo que quieres?”
A
tenor precisamente de esta cinta que se estrenará este viernes en
nuestras salas leía a alguien decir que, con la pérdida de Satoshi Kon hace
unos años, la reciente retirada de Miyazaki, y el cierre de la producción de
películas de Ghibli (con la consiguiente falta de nuevas obras de, por ejemplo,
Takahata, que ni siquiera verá estrenada su última película en cines españoles,
al parecer), la animación japonesa está necesitada de nuevos talentos que le
den un impulso.
Sin
duda, y aunque acudiendo al recurso del remake, es eso lo que pretende esta
cinta, que intenta llevar la animación a unas dimensiones nunca antes
alcanzadas. El problema es que Shinji Aramaki, como director, podría medirse
(con suerte, en un buen día suyo y algo flojo de los otros) con los tres citados
anteriormente; sin embargo, Harutoshi Fukui y Kiyoto Takeuchi a los mandos del
guión quedan tan remotos en cuanto a calidad que resulta casi una vergüenza
citarlos en la misma frase.
Pero
no adelantemos acontecimientos. Capitán
Harlock, para quien no lo conozca, es la nueva adaptación a la gran
pantalla y en 3D de la serie homónima creada en los años 70 por Leiji
Matsumoto, el a veces llamado abuelo del manga (y autor de obras como esta
misma o Queen Millenia, y que
desarrolló Toei Animation, la misma productora a los mandos de esta cinta.
La
premisa nos sitúa en un futuro lejano. La humanidad se ha esparcido por todo el
universo, y entrando en franco declive por una baja tasa de natalidad, decide
abandonar las colonias exteriores y regresar a la Tierra. Se monta el pifostio
padre por ver quién la habita, y la Coalición Gaia finalmente se hace el poder
y la declara santuario donde nadie vivirá… mientras que, a todo esto, un
piratica llamado Capitán Harlock, al mando de la nave Arcadia, se dedica a
querer ser libre y odiar las ataduras.
Ya
tenemos ahí el primer detalle que difiere bastante de la serie original, donde
teníamos a una humanidad que vivía en la Tierra, y los piratas eran unos
cuantos que buscando sueños de aventura y gloria y demás la abandonaban para
seguir su camino. Una perspectiva que, si bien también está trillada, es si se
me permite bastante más interesante y menos tópica en la sci-fi que la que
plantea la película.
Vamos
a decirlo ya de entrada: el guión de la cinta es nefasto. A esa premisa, que no
es la mejor del mundo, pero puede tener su aquel, se nos unen teorías raras
sobre materia oscura, razas alienígenas, un romance a tres bandas curiosamente
desarrollado, y un personaje que oscila constantemente entre dos bandos. Además
de mentiras por doquier.
El
problema no son los elementos en sí, sino cómo están llevados. Duele decirlo,
pero este es probablemente uno de los guiones peor tratados y más terribles que
haya visto nunca en una cinta de animación. Hay diálogos absurdos, hay
contradicciones constantes (el final es para mear y no echar gota) y, en
general, hay una incapacidad absoluta y total para transmitir ninguna emoción.
Y es
una pena, la verdad, por dos razones simples: la primera es que, a pesar del
guión, los personajes están construidos de manera magnífica, apoyándose en el
bagaje de la serie y, como ocurre siempre con Miyazaki, son personajes con
dobleces, con motivaciones, y enfrentados no a modo de “bien vs. mal”, sino a
modo de dos visiones de ver el mundo. Únicamente la Coalición es algo más
estereotípico y, dicho sea, un tanto risible, precisamente por ello.
La
segunda razón es más simple todavía: Capitán
Harlock tiene uno de los mejores apartados técnicos en toda la historia del
cine de animación. Así, sin más. Pocas veces en mi vida me he encontrado con
una cinta que fuera tal derroche de arte, belleza y buen hacer en este
apartado, que apabulla al espectador en cada plano. Únicamente puedo recordar
como superior (o, mejor dicho, como más de mi gusto) la animación de El viento se levanta, pero dado que
aquella era animación tradicional y esto es animación en 3D (muy reminiscente
de Final Fantasy, dicho sea, a cuya película de Spirits Within recuerdan muchas cosas aquí), por lo que son casos
distintos.
Es,
quizás por ello, que el desaprovechamiento del guión es tan flagrante. Una
cinta que goza de buenos personajes, de un muy buen hacer en las escenas de
acción (a pesar de que por momentos la espectacularidad es excesiva, y roza el
ridículo), una banda sonora sobresaliente, y una animación que se sale de todas
las escalas, finalmente queda en un envoltorio vacío. Un precioso papel que no
guarda caramelo alguno.
Y eso,
joder, duele.
Allez-y,
mes ami!
Buenos
días, y buena suerte.
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¿Tengo que ver esto?: si no
te importa que la historia sea algo nefasto… deberías. Verdaderamente tiene una
de las mejores animaciones que haya visto jamás, y merece mucho la pena verla
en cine… si, repito, no tienes en cuenta la historia que narra.
¿Cuál es el mejor momento?: los combates son espectaculares, y la primera vez que vemos
en acción al Capitán Harlock es una delicia.
¿Dónde debería ver esto?: en
Arcadia. Qué preciosidad de nave, joleches.
Me ha gustado, ¿dónde hay más?: por supuesto, está la fantástica serie de animación
homónima de los ’70. La película también me recordaba en más de una ocasión a
la saga de Star Wars, a Final Fantasy: the Spirits Within o
incluso (y si la veis entenderéis el porqué) a Wall-E. Y como matiz, que no recomendación (o sí, si alguien
quiere) en el apartado de videojuegos la estética de los personajes, vestuarios
y armas oscilaba entre los de Final
Fantasy, Gears of War y Bioshock, a ratos.
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