“- Todos tenemos que morir algún día. Yo solo estoy en
primera línea.
- ¡Pero me mentiste! Así que todo esto… He pasado aquí el
verano solo por ti. Eres un egoísta, joder. Me has tenido aquí para conseguir
que me cayeras bien.
- No, Sam. No intentaba conseguir caerte bien. Intentaba
conseguir que me quisieras.
- Pues felicidades: te has salido con la tuya, cabrón.”
La
verdad es que mi única intención a la hora de ver esta película era descubrir
por qué Hayden Christensen fue nominado a un Globo de Oro por este papel.
Quiero decir, le he visto en Star Wars y es bastante terrible Anakin. En Jumpers se defiende, pero no es que sea
maravilloso. Y en Aprendiz de caballero
daba vergüenza ajena. Pero en los tres casos es bastante culpa de unos
personajes horriblemente construidos, así que después de que el Crítico de la
Nostalgia me lo defendiera como un gran actor, decidí darle la oportunidad.
La
historia de la cinta es otro de esos dramones que tan bien suelen funcionar y
tanto me gustan. Kevin Kline hace de un tipo llamado George, un arquitecto que
odiaba a su padre al que despiden después de veinte años, y que se vuelve puto
loco y destroza la mitad de su oficina. Se larga y de pronto cae en redondo al
suelo: tiene cáncer. Vaya por Dios.
Entonces,
como está puto loco, pues decide hacer las paces con su hijo antes de morirse
(porque sabe, nadie sabe cómo, que solo le quedan cuatro meses), by
construyendo la casa de sus sueños con él ese verano. El problema es que su
hijo, que es Hayden Christensen y se llama Sam, se parece a Sean Penn pero sin
ser majo, y es un niñato premenstrual quejica, drogadicto y emo, que odia el
universo y escucha a Marilyn Manson, pintándose la cara y esas cosas. O sea,
como Anakin pero pintándose la cara, y esas cosas.
La
cuestión es que aquí funciona. Tengo que reconocerlo: todos los elogios sobre
la interpretación de Christensen aquí eran acertados a más no poder. Empezando
porque, con la edad que tenía, el personaje de crío emo insufrible quedaba más
creíble. Y siguiendo porque es un personaje genialmente construido, y con una
actuación de primera; de hecho, escenas como la que abren esta entrada son de
lo más emotivo que he visto en cintas de este subgénero de drama cancerígeno, y
lo son en gran medida a lo coherente que resulta Christensen y la fuerza que
tiene su actuación en pantalla, combinado con ese punto extravagante y cándido
de Kevin Kline.
Porque
la verdad es que toda la película se fundamenta en la relación entre ambos
personajes: una relación realista, cercana y que, aunque tópica, sobrevive a la
perfección gracias a los actores que la sustentan. Más allá de ella, sin
embargo, la película no resulta nada del otro mundo. Especialmente en lo que se
refiere a otros personajes que…
Vamos
a ver. Todo lo creíble que hay en la relación entre George y Sam desaparece en
la mayoría del resto de personajes. De entrada, por el curioso hecho de que
todo el mundo se acuesta con todo el mundo aquí. Hay flirteos sexuales raros, y
reacciones aún más raras de los personajes al descubrirlas. Pero de gente con
el progenitor de su interés sexual, de ex que se enrrollan, de tíos que hacen
de prostituto con otros personajes… Todo ello contribuye a crear algún deus ex
machina raruno, y a que el guión sea tan impredecible como bizarro y poco
realista.
Por
otra parte, el simbolismo de la película con el tema de la construcción de la
casa, no es que resulte ni demasiado sutil, ni especialmente original. Está
bien llevado, como el resto de la trama, pero deja un cierto regusto de
artificial, de haberlo visto ya mil veces. El resto de aspectos técnicos no es
que destaquen especialmente, pero la película se defiende.
No es
una película maravillosa, pero en lo que es su género, es un dramón bien
llevado y bastante emotivo, capaz de saltar unas cuantas lágrimas. Que es, al
fin, lo que busca.
Allez-y,
mes ami!
Buenos
días, y buena suerte.
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LO MEJOR:
la relación entre George y Sam, merced sobre todo a las grandes actuaciones de
Kevin Kline y Hayden Christensen. Sabe llevar el drama de lagrimones muy bien.
LO
PEOR: hay cosas muy extrañas y poco creíbles en los personajes, que dan pie a
situaciones raras. Por otra parte, y aparte de eso, la historia en sí no es
demasiado original, y resulta (salvo en el último punto) predecible.
NOTA: 7,75/10.
A mí me gustó, porque soy bastante moñas. Pero no sé si sería buena idea darle
más nota para dejarlo claro del todo.
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Tráiler (original sin subtitular ni nada, a pelo)
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