domingo, 6 de abril de 2014

Noé (2014)



“- Noé... ¿qué te ha dicho?
- Va a destruir el mundo.”

Cuando oí hablar de una nueva adaptación cinematográfica de la historia bíblica de Noé, pasé sobre ella con cierta indiferencia, pues me parece un género y un relato, explotado hasta la saciedad (ahora mismo hay en marcha otro proyecto, Exodus, esta vez sobre Moisés, al cargo de Ridley Scott y Christian Bale). Sin embargo, me enteré luego de que Russel Crowe sería quien daría vida a Noé en una adaptación dirigida por mi queridísimo Darren Aronofsky. Sí, Darren Aronofksy. Ahí empecé a tener una mezcla de curiosidad malsana y miedo sobre lo que podrían hacer. Y el tráiler que dejo al final de la entrada ya me cautivó por completo.

Sin pensármelo dos veces decidí ir a verla al cine, algo que no hago mucho, y también sin pensármelo dos veces me lancé al pase de prensa en cuanto me llegó la invitación. Así que lleva la cinta más de una semana en el tintero esperando a que publique su crítica, sin saber todavía por donde coger este épico esperpento.

Partamos de la base de que considero superfluo explicar una historia que todos conocemos: el mundo de los hombres es cruel y malvado, porque como dice Anthony Matusalén Hopkins nos hemos corrompido, y Dios decide destruirlo. Pero como aún quedan justos, manda a Noé construir un arca donde se refugien él, su familia, y una pareja de especies de cada animal que exista en el mundo, antes de enviar un diluvio que limpie y purifique todo, así en plan a lo bestia.


Sería, como digo, superfluo explicar esa historia. Pero si lo hago es porque Aronofsky, al que yo adoro más que a la mayoría de directores del planeta, está puto loco y hace lo que le da la gana con ella. Noé es un psicópata, entre los personajes hay una extraña fijación con las drogas y las bayas, se mata más gente que en Gladiator, aparecen seres bíblicos de los que no había oído hablar en mi vida (aunque parece que sí se mentan en la Biblia, bastante cambiados), y los absurdos temporales no sé si son obra de un mago o de Dios.

Construida una historia así, todo lo demás es superfluo: si temía que Aronofsky se hubiera vendido al comercialismo para realizar un blockbuster épico más, los temores se disiparon pronto. Si bien el apartado épico aquí es de matrícula, no abandona el director sus señas de identidad, como son el uso de cámaras con planos cercanos rápidos y cortantes (que tan característicos serían en Réquiem por un sueño) o una enorme introspección en los personajes, llenos de claroscuros y de problemas internos.

Resulta curioso, claro, dada la historia que tenemos aquí, y el hecho de que siempre hemos conocido a Noé como un ser bueno y justo que por mandato de Dios salvó a los animales de la Tierra y, de paso, a su familia. Aquí salva a los animales sin dudarlo, sí, pero hacia los humanos parece sentir un profundo desprecio que le lleva a creer que ni tan siquiera su mujer y sus hijos (ni él mismo, claro) son dignos de salvación. Por no hablar del resto de la humanidad: sorprendente o no, Noé mata con sus propias manos a más personas de las que se ve asesinar a su gran enemigo, el líder del pueblo de los hijos de Caín.

A ello ayuda el reparto, que aún no sé si es la elección más acertada para una película así. Russell Crowe parece más Máximo que Noé, aunque se permita sus momentos musicales a lo Javert (le ha molado el rollo); Jennifer Connelly, que siempre me ha gustado bastante (aunque el Oscar tuviera que habérselo conseguido Aronofsky, y no Ron Howard), no me termina de cuajar como Naameh, aunque tiene escenas increíbles; Emma Watson, como Ila, sorprende para bien; Ray Winstone es un antagonista (Tubalcaín) muy bien llevado; Douglas Booth y Leo McHugh Carroll, como Sem y Jafet (los hijos mayor y menor de Noé) cumplen bien; y Logan Percy Jackson Lerman, como Cam, es el hijo mediano de Noé que te pasas la película deseando que se ahogue. En cuanto a Anthony Matusalén Hopkins, además de hacer de sí mismo (igual que lo hacía el moñas de Logan Lerman, de ahí el epíteto en su nombre), desarrolla una malsana obsesión por devorar bayas. ¿Sentido? Ninguno, creo.

La historia, en general, se desarrolla bastante bien, y aunque se centra en Noé y sus extraños instintos asesinos, deja el suficiente espacio al resto de personajes para construir historias paralelas que completan la trama. El ritmo es rápido, bastante intenso, y al mismo tiempo lo suficientemente pausado para recrear la historia con gran detalle. Así, se puede construir una cinta que aúna lo mejor de Aronofsky con lo más épico y espectacular de las cintas bíblicas de los años 50 (o, poniendo un foco más cercano, de gente como Edward Zwick, Peter Jackson o Ridley Scott).

Ese apartado épico, sin duda, no sería lo mismo si no fuera por una fotografía de matrícula de honor (la grandiosidad de algunas escenas pone los pelos de punto). Incluso aquí se permite Aronofsky ciertas idas de olla, como cuando de repente Noé les cuenta a sus hijos la historia de los orígenes del hombre, y se narra todo con una breve secuencia muy visual en que no vemos personas, sino tan solo siluetas oscuras, y que tiene una gran fuerza.

Pero la palma en lo técnico se lo lleva el apartado sonoro. Y dentro de este, lo artístico de una banda sonora impecable y muy memorable, al cargo, como no, de Clint Mansell y el Kronos Quartet, que demuestran una vez más que no tienen nada que envidiar a James Horner o Hans Zimmer ni tan siquiera en el apartado musical que mejor se le da a estos.

Hay cosas, sin embargo, que no terminan de cuajar. Por ejemplo, la piel de la serpiente-Satán que Tubalcaín roba a Lamec, el padre de Noé, y que parece construir una parte de la trama que no se termina de explicar y se deja demasiado a la interpretación del espectador. O ciertas cosas que no parecen cobrar sentido respecto del destino final y la historia de los Vigilantes.

Tampoco encaja, por otra parte (y es quizás lo que más me chirría de la cinta), la sucesión temporal de los hechos. Noé envejece de manera visible varios años (décadas, incluso) mientras que sus hijos no crecen, y Jennifer Connely sigue tan guapa e impecable como siempre. No solo eso, sino que en los 40 días que se supone pasan en el Arca hay alguien capaz de quedar embarazada y dar a luz. Me lo expliquen por favor. Si es actuación divina, hay que tener mala leche, porque anda que no joroba eso las cosas.

Y no hablemos ya del hecho de que cuando aparece una escena en la que se ve a los hijos de Caín expandirse por todo el mundo, se ve claramente Pangea... algo que no coincide ni con la supuesta edad bíblica de la Tierra, según algunos, ni con las observaciones geológicas (Pangea es bastante anterior al surgimiento de los humanos). Mal, Aronofsky. Mal.

Por otra parte, hay escenas que flojean. Es el caso de la lucha a las puertas del Arca, donde Noé mata a varias personas pero como si actuara a cámara lenta, sin el menor esfuerzo, y que queda muy poco creíble (algo sorprendente, dado el historial del señor Crowe... y que en el resto de la película las peleas están muy bien realizadas). O del vergel que nace por intervención divina, que me resulta demasiado artificial (y artificioso, de paso) como para que me guste. Y para cerrar, no termino de entender por qué Noé no hace más que ver cosas después de consumir ciertas sustancias, o en determinado momento se convierte en una especie de borracho deprimido.

Aparte de esos aspectos, no cabe duda de que Aronofsky ha conseguido realizar una cinta majestuosa y al mismo tiempo muy personal, que podrá tener sus fallos, pero que no dejará indiferente a nadie. Tenía mucho miedo, pero el fin del mundo se lo ha cargado de un plumazo.

Allez-y, mes ami!

Buenas tardes, y buena suerte.

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LO MEJOR: la construcción de algunos personajes, como el mismo Noé (creo, porque para algunos estará entre lo peor) merced también a sus actuaciones, la epicidad de la cinta, lo bien narrado de algunas escenas (como la historia de los hombres), que Aronofsky intente aunar ciencia y religión, y sobre todo la banda sonora.

LO PEOR: en cierto modo, las mismas cosas que son lo mejor de la película... Hay actuaciones (ejem, Logan Lerman, ejem) que fallan, Aronofsky no termina de encajar bien esa simbiosis ciencia-religión, algunas escenas chirrían y, en general, hay cosas demasiado raras como para tomárselas en serio. Ah, y yo la vi en original, pero por lo poco que he oído de los tráilers, el doblaje no me convence en absoluto.

NOTA: 8/10. No es la mejor cinta de Aronofsky. De hecho, para mí es la peor (dejando Pi: fe en el caos al margen). Ahora bien, el director ha conseguido desarrollar una cinta trabajada, con muchos aspectos excelentes, y que le abre las puertas a un cine más comercial y menos académico sin perder un ápice de su personalidad. Bravo por él.

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Tráiler en español (vedlo, es muy épico).

5 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo en casi todo, salvo en un par de apuntes:

    -Yo jamás le habría puesto tanta nota. Un 7 y pico, quizás, pero no más.
    -En sí, y de alguna forma, "Noé" es un blockbuster muy bien hecho, pero no deja de ser un blockbuster. Es épica, engancha y sus dos horas y media se pasan volando, pero eso no quita que deje de tener elementos típicamente comerciales y, por momentos, tópicos (al final de la peli me remito, evito hacer spoilers).

    ¿Qué quiero decir con esto? Pues que la película se disfruta, no deja indiferente y está bien llevada. Pero no puedes tomártela en serio, porque si no, una de dos, puede aburrirte o puede volverte loco. Además, para mí, el hecho de que de "Cisne negro" haya pasado a esto lo considero un bajón serio por parte de Aronofsky, un tío al que admiro cosa mala, pero cuando hace películas "de verdad", las que llevan su sello distintitivo e introspectivo. Esta también lo hace, pero el resultado es raro de cojones.

    P.D: Cam es mugre.

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  2. Como comentábamos hoy, no estoy de acuerdo ni en la nota (aunque eso es más personal) ni en que digas que es un blockbuster. No me lo parece ni por concepto ni por forma de narrar. Obviamente, es mucho más comercial que las grandes obras de Aronofsky, pero tildar a algo tan peculiar de blockbuster me parece lo mismo que tildar de blockbuster a... yo que sé, "Espartaco" en su día. Que sí, tendrán una parte muy comercial, pero no son Michael Bay.

    Y a mí no me parece un bajón serio tampoco. O sea, que "Cisne negro" es mejor, eso está claro, pero aquí ha decidido hacer algo diferente y se ha lucido. Es como si consideraramos que los Coen descendieron el nivel de su cine en "O Brother" por hacer una bizarrada... No, simplemente están experimentando. No alcanzan la calidad de sus obras maestras, pero tampoco pegan un descenso de calidad, por la sencilla razón de que una película como "Cisne negro" bien hecha siempre va a ser una película mejor que una cinta como "Noé" bien hecha ;)

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  3. Para mí, la pelicula fue una gozada. Inferior a Cisne Negro, Réquiem y El Luchador, pero una muy notable película. De hecho, yo le pondría un 8'5.

    A pesar de la publicidad y el presupuesto, esta pelicula me parece de todo menos un blockbuster. Es muy experimental con la cámara y la forma de narrar, por ejemplo como cuenta la historia de la creación, es una visión totalmente diferente a lo que tenemos en mente cuando pensamos en Noé y la parte de instrospectiva, a mí me maravillo. Entiendo que esto último es subjetivo, pero me gusta como se plantean tanto los temas como los diversos debates internos de los personajes, a pesar de algunos fallos que no existen en anteriores películas de Aronofsky.

    No entiendo cuando Pablo dices que no puedes tomártela en serio. De hecho, tras la bizarrada hay cosas muy serias como por ejemplo: ¿qué es lo que es justo? ¿qué es lo que está bien o está mal? ¿obedecer a algo superior a nosotros y aceptar ese sino o negarse porque para nosotros es un duro sacrificio? Creo que esta película es más que un Noé psicópata.

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  4. Estoy de acuerdo con tu crítica. Yo precisamente lo peor que veo es que la conjugación entre ciencia y biblia, que deja muchos cabos sueltos y cosas sin aparente sentido (que lo tendrán en la perturbada mente de Aronofsky). Por lo demás: Crowe grende, grandes escenas épicas, algún recurso experimental para mí bien llevado, una banda sonora de lujo, bayas... Yo le dejaría ese ocho.

    Y no veo para nada un blockbuster, pero sí creo que quizá por los trailers que destacan tanto la parte épica (es fácil para un trailer, claro) y por la publicidad que se le ha dado (recuerdo el metro de Sol empapelado con las aguas del diluvio) puede que los espectadores que no conozcan a Aronofsky o que se dejen llevar sólo por su aspecto exterior esperarían esa clase de cine y probablemente se queden como poco desconcertados.

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  5. Con lo de ciencia-religión, como comento, Panmios, me parece a la vez de lo mejor y de lo peor: me encanta que pretenda hacerlo, pero no me gusta cómo lo hace. Porque como dices, deja muchos cabos sueltos y esa piel de serpiente es la baba negra de "Prometheus".

    Tampoco he comentado algo que ha dicho Adri, y en lo que lleva toda la razón: nos quedamos con lo raro y lo que se ve del Noé psicópata, pero efectivamente la película plantea ciertas preguntas interesantes sobre la justicia, la voluntad divina, la fe... De hecho, ya dijimos lo curioso que resulta que Tubalcaín no sea realmente malo por completo, sino que tiene un doble juego, porque solo es un tipo que interpreta la Biblia de otra forma y que quiere vivir conforme a unas reglas diferentes a los hijos de Adán... pero mencionadas en el mismo libro sagrado. De ahí lo interesante del enfrentamiento.

    Y bayas.

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