Ya ha
pasado el suficiente tiempo para poder sentarnos sin el dolor de la
cabeza que haya podido producir la resaca de los Oscar y poder
realizar varias conclusiones. Podemos hablar del merecido premio
que han recibido las interpretaciones masculinas de Dallas Buyers
Club o si 12 años de esclavitud era realmente la mejor película y no
un ejercicio de marketing. Sinceramente, si hay una película
superior en todos los aspectos a las demás (Dirección,
interpretaciones, guión...) es El lobo de Wall Street.
¿Por qué
no ha ganado? A Martin Scorsese le ha negado varios Oscars, no es una situación nueva para él, porque no es convencional. Tanto en su estilo narrativo
como en los temas, en los que ahonda en la psique interna de la
sociedad de Estados Unidos, retratándola sin ningún tipo de piedad.
Muchos le han criticado por hacer apología de las drogas y el estilo
de vida yupi. Una estupidez en mi opinión, ya que si algo hace esta
película es ridiculizarla hasta el extremo.
La película
es un biopic de Jordan Belfort, agente de bolsa de Wall Street que en
la década de los noventa ganó una ingente cantidad de dinero a
costa de defraudar y estafar a sus inversores, delito que está en moda en nuestros días. Mientras la policía le investigaba Belfort vivía
una vida basada en el derroche y diversos excesos como putas, drogas y cualquier vicio que existiese en la faz de la tierra.
Leonardo
DiCaprio es el absoluto protagonista de la película, con una de las mejores
interpretaciones de su carrera. Su personaje tiene varias facetas
distintas desde el trabajador ingenuo que solo quiere dar la vida que
se merece a su mujer, el despiadado hombre de negocios, el
carismático líder de la empresa y el depravado yonki que contrata
como mínimo tres putas por semana. Una de las mejores escenas de la
película, DiCaprio se disfraza de Jim Carrey, para mostrar a un
Jordan Belfort perdiendo los papeles totalmente drogado por una
extraña droga que ya no se fabrica que le ha paralizado gran parte de sus funciones cerebrales como caminar o hablar de forma coherente.
Leo se
apoya en Jonah Hill, conocido por su papel de gordo cómico en
Supersalidos y
en algún trabajo más serio como Moneyball,
que hace de su compañero tanto en la empresa como en los vicios. Se
gana con merecimiento su segunda nominación al Oscar. La bella
Margot Robbie está también notable, al igual que Rob Reiner y Kyle
Chandler. Y luego está Matthew McConaughey, que en diez minutos se come la película con una sonrisa de "Leo, no te esfuerces tanto, que yo voy a ganar el Oscar" Famosa es ya la escena, totalmente improvisada, donde Matthew tararea
una canción mientras se golpea el pecho con el puño.
Todos estos
personajes están muy bien tratados, siendo perfectos planetas que
orbitan sobre DiCaprio, curiosamente es Matthew el que se encarga de ser su maestro en Wall Street. Todo ello gracias a un guión
absolutamente sensacional firmado por Terrence Winter, guionista de
series como Los Soprano y Boardwalk Empire. Es un guión sólido,
cosa que no es fácil debido al ritmo de la película, y salvaje con
una colección llena de insultos, fucks y desprecios hacia los
eufemismos “Era adicto a su
coño. Para mí era como heroína” .
Pero aún así realiza una crítica voraz
a Wall Street con frases como “Esto
es obsceno. Pero solo en el mundo real. ¿Y quién querría vivir en
él?”
La
dirección es 100% Scorsese con varias de las señas de identidad del
neoyorquino como la propia Nueva York, las voces en off que narran la
historia, los planos secuencia, la imagen congeladas y Leonardo
DiCaprio. Es un ritmo frenético y endiablado, que hace creer al
espectador que ha tomado speed. Solo al final Scorsese levanta el pie
del acelerador para un final que consiste en una reflexionar, algo
que contrasta con la película, y en mi opinión no le queda
totalmente ensamblado. Eso no quita que para mí es la película que
debería haberse llevado el Oscar a mejor película.
Lo
mejor: Leonardo
DiCaprio, el guión, el ritmo y la crítica al exceso.
Lo
peor:
Durante el final se baja demasiado el ritmo.
Nota:
9'25
Impresionante, poco más puedo decir, salvo que me he reconciliado con Scorsese. Qué película. QUÉ PELÍCULA.
ResponderEliminarPues vista ya, y con la restrospectiva que dan los meses... no me parece para tanto. Sinceramente. Es una película magnífica, sin duda, muy sólida, con un guión endiablado, un ritmo admirable que hace que las tres horas se pasen volando, una actuación increíble y... ¿Y? Es una orgía de tres horas. Una orgía de tres horas muy bien dirigida, pero una orgía, al fin y al cabo. No le veo más. Y por mucho que disfrute esas tres horas, no me basta para considerarla ni la mejor película de la carrera de Scorsese ("Casino" tiene muchos puntos en común con esta, y la supera con creces), ni la mejor de los últimos 10 años como decía el loco de Álex de la Iglesia, ni la mejor del año. Es más, es que ni siquiera cae en mi top 10 del año (en un top 15-20 sí, sin dudarlo).
ResponderEliminarBuena. Muy buena película, vaya. Pero también inflada hasta la saciedad. Tan sobrevalorada como "12 años de esclavitud", con la única diferencia de que esta sí es una gran película ;)
Y con "esta" me refiero al lobo, por supuesto, no a esa comodidad autocomplaciente tan premiada y querida en la Academia.
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