sábado, 4 de mayo de 2013

Ciudadano Kane (1941)



Q: Hola a todos. Aquí llega la segunda película de nuestro ciclo Roger Ebert. Una de las películas más influyentes de todos los tiempos. Y conmigo está de nuevo George. SG: Aquí estoy, de nuevo, esta vez para desdecirme en muchas de las cosas que recriminaba a esta cinta... Y en las que reconozco estaba equivocado. Rectificar es de idiotas que se creen sabios, ¿no? Q: Algo así. El caso es que tenemos delante nada menos que “Ciudadano Kane”, la obra maestra de Orson Welles. Obra maestra, ¿no? SG: Sí... y ópera prima también. Lo cual aumenta su mérito, que nunca he puesto en duda. Lo que yo ponía en duda era su perfección absoluta.
Q: ¿Y sigue en duda? SG: Sí, sigue en duda. Ahora reconozco que estaba equivocado en algunas cosas... Pero no por ello considero que la película sea perfecta. Es magnífica, sí, y una obra maestra, pero fallos tiene. Q: De acuerdo, iremos por partes. “Ciudadano Kane”, para el que no esté al loro, es una película sobre un magnate de la prensa (y de otras muchas cosas) y sus diversas vivencias tal y como nos son contadas por las personas más cercanas a él. Todo gira en torno al significado de sus últimas palabras, que un periodista intenta descifrar con el objetivo de dar un nuevo enfoque a la vida del susodicho en un reportaje homenajeando a su figura. Dicho así suena aburridísimo. SG: No estoy de acuerdo... Es más, dicho así me parece interesante. Presentado en la película es como me parece aburridísimo, la verdad. El caso es que aunque la figura de Kane se presupone ficticia, está basada en varios personajes reales, especialmente en el señor William Randolph Hearst, a quien no gustó demasiado verse reflejado aquí de forma tan poco sutil... Prohibió la emisión de la película en sus cines, como ya sabréis muchos o todos, y se dice que fue culpa de Hearst que apenas lograse premios la cinta... Q: Dejando estas polémicas del siglo pasado a un lado, lo cierto es que “Ciudadano Kane” es la mayor revolución que ha vivido el cine del siglo XX, tanto en técnica como en el modo de contar la historia. A mi me sigue pareciendo una película que, en ciertos aspectos, parece hecha ayer mismo. SG: Ciertamente, supone una enorme innovación, tanto técnica como narrativa... Vale, que esos recursos no estén tan depurados como hoy en día, pero aunque no es la película que mejor utiliza los flashbacks en la historia del cine, sí es la primera que lo hace a lo grande. Y eso es un mérito que hay que reconocerle. En cuanto al aspecto técnico... La fotografía, los planos, el montaje de las escenas (éste último, sobre todo), son una maravilla. Q: Estoy de acuerdo. Hay unas cuantas escenas y planos excepcionales, tal y como comentamos mientras estuvimos viendo la película. Sin ir más lejos, el propio final, en el que no entraremos muy en detalle para no arruinar nada, es conmovedor. SG: El final es magnífico. Pero si me tengo que quedar con una sola escena, es con la de la conversación de Kane con su primera esposa, donde en cada cambio de plano cambia el tiempo en que está sucediendo... Es un recurso muy bien utilizado (repito, no es el mejor; en “Notting Hill”, por ejemplo, hay una escena que hace algo parecido, de forma más bonita... ¡Pero Welles es el primero en hacerlo!), aunque sigo pensando que las transiciones quizás sobraban... O al menos, sobrarían hoy en día, donde ya no nos parecería tan extraño el montaje. Lo dicho: es una escena fabulosa. Q: Yo creo que las transiciones están porque tienen que estar. Hay que hacer de alguna forma patente el hecho de que, entre toma y toma, ha pasado el tiempo, y no solo con la ropa que llevan los personajes. Si lo haces con el trenecito que pasa, borroso, pues muy bien. Lo podría haber hecho con cualquier otra cosa, lo importante es que no fuera confuso. Pero esto no es muy relevante. Ahora llega cuando tú expones tus múltiples problemas con la cinta. Y yo hago lo que puedo para rebatirlos, sin ninguna esperanza de conseguirlo. SG: Es que es difícil rebatirlos, porque mis problemas con la cinta son más subjetivos que otra cosa... En su día dije que la cinta me parecía pesada (cosa que ya no mantengo, el otro día se me pasó volando al volver a verla), y sobre todo, criticaba mucho las actuaciones y la construcción de los personajes... En esto último sigo manteniendo una postura similar. En primer lugar, creo que los personajes son demasiado “personajes tipo”, porque son una mera excusa para presentar a Kane, siendo éste el único con profundidad y desarrollo (el periodista a quien interpreta Joseph Cotten también, hay que decirlo...), y estando la personalidad de los demás “determinada”: la madre sufridora, el padre alcohólico (no exactamente... pero es el mismo tipo de personaje), el mentor decepcionado, la esposa descontenta... No sé, los personajes los veo demasiado tópicos, y por ello un tanto planos. Y aunque es algo que le ocurre a una gran mayoría de películas, como tú bien me señalaste, no le pasa a todas. “Casablanca”, por ejemplo, tiene personajes maravillosos y con más matiz: Rick, su antigua amante, el propio Sam... No son personajes tipo, son personajes más complejos, aunque en el fondo todos sirvan únicamente para presentarte la historia de Rick. Q: Vamos por partes. Estoy de acuerdo en que Welles y su Kane se comen la película por completo: es una de las interpretaciones más impresionantes de la historia, incluyendo esos truquitos tan empleados por los actores para ganar premios, como el engordar y parecer viejos, treinta años antes de que se pusiera de moda. Pero creo que, además de Cotten y su Leland, el personaje de Susan, la segunda esposa de Kane, es bastante interesante también. No es el personaje más apasionante del mundo, pero también tiene sus matices. En cuanto a “Casablanca”... no creo que Sam sea un personaje complejo. Hasta Victor Laszlo, el querido de Ilsa, es más plano que una tabla de madera. Creo que hubiera sido más correcto añadir al capitán Renault (se llamaba así, ¿no?) de Claude Rains, que sí es más interesante y central. Pero de nuevo, estoy divagando. SG: A ver, como digo, estas apreciaciones son ya más personales... Opino que si Susan destaca es por comparación con el resto de personajes (interesante es... pero en otra historia con personajes más trabajados, creo que pasaría desapercibida). En cuanto a Sam, tiene su miga, para ser un personaje interpretado por un negro en los años 40, ¿eh? Pero tienes razón en que el capitán Renault, si se llamaba así, que no lo recuerdo, es más interesante. Y al margen de los personajes, mi otra gran pega con la película es que me aburre. Las interpretaciones, aunque correctas, están tan “vacías de alma”, son tan frías, que no me transmiten nada. Y sinceramente, con interpretaciones así (hasta la del propio Kane, siendo una interpretación magnífica, me deja completamente frío), la historia que me cuentan me importa poco tirando a nada... Q. No sé qué decirte, francamente. Quizá lleves razón. A mí las interpretaciones me parecen decentes, salvo la de Welles, que me parece excepcional. No sé cómo hacer que cambies de opinión. Así que no lo intentaré. SG: Si no es que crea que las interpretaciones son malas. Me parecen decentes, como digo, pero muy frías. Nuestro compañero Blaze decía “el problema que le veo a esta película es que es tan perfecta que no tiene alma”. Algo parecido me pasa con las interpretaciones: son decentes, son profesionales... pero no tienen sentimiento. No me transmiten nada. Y por tanto, estoy totalmente desapegado de la historia, porque tampoco es Kane un personaje con quien pueda empatizar. De ahí que me aburra. Es algo subjetivo y visceral, difícilmente cambiaré de opinión al respecto.
Q: ¡Pues tú te lo pierdes! SG: Pues qué se le va a hacer... Intentaré vivir con el remordimiento. Al menos hasta la próxima crítica. Toca Hitchcock, ¿no? Q: ¡Para el carro, vaquero! Antes toca enseñar los pulgares. Es lo que hubiera querido Roger. SG: ¡Muy cierto! Y no me llames vaquero, Heath Ledger. Creo que yo le doy un más que obvio pulgar arriba. Q: Y yo otro aún más obvio que el tuyo. SG: No vamos a discutir por esto. ¿Hitchcock decíamos, entonces? Q: Efectivamente, la próxima será “Vértigo”, del maestro del suspense. ¡Hasta entonces! SG: ¡Buenas noches, y buena suerte a todos!

3 comentarios:

  1. ¡Cómo mola veros enzarzados en la danza de la crítica! A ver, a mí la película me parece una joya de su tiempo, un regalo para el séptimo arte que no se supo apreciar en todo su esplendor por culpa de las malas artes de la prensa (Hearst en cabeza). Hoy en día se nota el paso del tiempo, pero aún así sigue siendo de muy buena a excelente. La interpretación del señor Welles me parece una barbaridad, es el alma de la película, marca completamente al resto con su papel. El resto del plantel me parece de muy bueno (la segunda esposa de Kane) a más que decentes (Leland, el mejor amigo del prota), sin rayar jamás en la mediocridad. Clásico recomendable, algo lento eso sí, pero que se llega a disfrutar con paciencia y reflexión. ¡Seguid así, chicos!

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  2. No tengo mucho más que aportar a lo que ya habéis dicho, es una magnífica película que en su tiempo fue una auténtica revolución, tal es el hecho que como bien decís en la reseña "parece hecha ayer mismo". Tiene carencias, claro, pero tenemos que ver esta película situandonos en su contexto.

    Sin duda lo mejor de la entrada es la manera de hacer la reseña, eso sí que es un arte, un lujo ver críticas así. ¡No cambien!

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  3. ¡Muchas gracias, chicos!

    Bueno, como nuestra opinión sobre la película ya ha quedado clara, solo diré que a esta crítica le cogeré, seguro, cierto cariño con el tiempo, porque me ha servido para desdecirme de algunas tonterías que decía antes sobre la cinta de Welles (rectificar es de sabios), que ahora veo con mejores ojos.

    En cuanto a la forma de hacer la reseña, la hemos tomado del programa de TV "Siskel & Ebert", en nuestro afán por homenajear la figura del gran Roger... La idea de trasladarlo aquí al blog fue de Quixote, y la verdad no puedo sino decir que es una idea maravillosa, con la que creo que ganamos mucho (aunque no por ello abandonaremos las críticas individuales).

    Lo dicho, de nuevo gracias por pasaros y me alegro de que os haya gustado la crítica. ¡Abrazos!

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