“Has olvidado quien
eres, por lo tanto me has olvidado. Mira en tu interior, Simba. Eres más de lo
que eres ahora. Debes ocupar tu lugar en el círculo de la vida”
Han
pasado casi 20 años desde su estreno, y probablemente algunos de los que leáis
esta entrada dejéis escapar alguna lagrimita al recordar la muerte de quien
pronunciaba esas palabras. Y no es para menos. El rey león fue una de las joyas más reconocibles de la factoría
Disney, en una época de constantes éxitos (trabajaron en ella al tiempo que en Pocahontas), donde de vez en cuando, por
pura inercia, surgía una obra maestra de entre sus coetáneas (ya de por sí
buenas, en la mayoría de ocasiones). Siendo esta cinta esa obra maestra, no es
de extrañar que haya marcado a toda una generación (o varias) de niños, hoy no
tan niños, que miran hacia ella con nostalgia y cariño. No en vano las listas
del AFI la consideran la cuarta mejor película de animación de todos los
tiempos (siguiendo un criterio un tanto sesgado, pero ahí no vamos a entrar).
La historia, para los que no la conozcan, o imaginen, no tiene demasiada complicación: un joven león, hijo del líder de la manada, se ve obligado a descubrirse a sí mismo y a tomar su posición como rey de la selva después de que su padre sea asesinado por su tío. Si os suena, no os preocupéis: significa que sois cultos y os habéis dado cuenta de que la cinta es ni más ni menos que un homenaje a la gran obra del Bardo Inmortal, Hamlet.
Así
qué, ¿qué la hace tan especial? Básicamente dos cosas: por un lado, su cuidado
extremo de todos los detalles de la producción. La animación es genial; los
personajes, memorables; el guión, sin fisuras; y la dirección, impecable. Por
otra parte, la banda sonora, ganadora de dos premios Oscar, y en la que se
juntaron tres genios de la música como son Hans Zimmer, Elton John y Tim Rice.
La película contiene alguna de las piezas musicales más destacadas de la
factoría Disney, como “Circle Of Life”, “Hakuna Matata”, o “Can’t You Feel The
Love Tonight” (aunque me gusta destacar también “Be Prepared”, genial, que no
suele llevarse tanto reconocimiento como las demás).
En
ese cuidado de los detalles y del apartado sonoro entra también el doblaje,
representado, tanto en inglés como en castellano, por voces de primera línea.
En la versión original tenemos a James Earl Jones, Matthew Broderick, Rowan
Atkinson, Whoopi Goldberg, o Jeremy Irons; en el doblaje en nuestro país, dos
voces destacadas: Ricardo Solans (doblador habitual de Robert DeNiro y Al
Pacino, y por tanto de algunas escenas míticas en el séptimo arte) y sobre todo
el único, inigualable y siempre eterno Constantino Romero, que nos dejó hace
unos días (los que me conocéis sabéis que estoy muy pesado con el tema desde
que murió, pero es que no imagináis cuánto le admiraba). El resto del reparto
es correcto, aunque no destaca especialmente.
En
cuanto a lo visual, aparte del dibujo y la animación preciosas y muy bien
realizadas (algo de rigor en una cinta de este presupuesto) cabe destacar una
ambientación genial, con un juego de los tonos muy bien logrado, que por sí
mismo ya puede darte escalofríos en las escenas que presenta: la oscuridad del
cementerio de elefantes, la exuberancia y el verdor de la selva, la luminosidad
diáfana del reino de Mufasa y Simba…
Hay,
por otra parte, secuencias inolvidables. Aquella en la que Simba, Timón y Pumba
cantan “Hakuna Matata”, por ejemplo, que es muy buena, o la de la coronación
del nuevo rey y cómo su padre le enseña su reino. Por no hablar de esa muerte
que he mentado arriba, y que dudo que a alguien que la viera en su infancia se
le olvide jamás.
Pegas
tiene pocas, pero alguna hay. Aunque es cierto que la banda sonora es genial,
alguno de los números musicales, como pasa en otras cintas de Disney, es un
poco innecesario, y no hace sino estirar la película sin mucho motivo… Se
perdona, porque son canciones buenas, pero no es algo que me encandile en la
animación Disney. Por otra parte, la manía que tienen estos estudios de
traducir también las canciones al castellano es algo que nunca entenderé,
siendo las versiones inglesas de éstas (tanto en interpretaciones como en
letras) muy superiores a las de la versión doblada (que sin ser malas no llegan a estar a la altura).
Me gustaría, por otra parte, analizar un hecho que sin ser malo sí me resulta muy curioso. El malo de la película, Scar, a diferencia de otros villanos Disney (más arquetípicos) está construido de una forma un tanto curiosa. En primer lugar, porque sus secuaces no son realmente malos. Pensadlo por un momento: son animales muertos de hambre, que intentan sobrevivir. Vale que sus métodos sean más drásticos, pero como decía un redactor de Cracked... si están en esa situación es por culpa de Mufasa, que ha querido echarles del círculo de la vida. Pero no es eso lo más interesante; lo más curioso es que Scar parece un villano que no tiene ganas de triunfar. O, mejor dicho, no tiene ganas de mantenerse en el poder cuando lo consigue. A partir del momento en que logra lo que desea parece que todo lo que hace va encaminado a perderlo. No es que sea malvado, o que intente aprovechar sus ventajas (aunque luego le lleven a la ruina), no. Es que en todo momento toma la decisión menos acertada y que más le va a perjudicar. Lo cual me lleva a una pregunta un tanto drástica que espero que traiga debate... ¿Realmente quería triunfar Scar? Y si no era así. ¿Se os ocurre cuál podía ser su objetivo? Porque hay alguien que sale beneficiado de sus acciones de forma muy clara...
En fin, perdonadme esta breve reflexión que espero no haya destruido un mito de vuestra infancia. Inolvidable,
sin duda alguna. E imprescindible, para todo el mundo sin excepción.
Allez-y,
mes ami!
Buenas
noches, y buena suerte.
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LO
MEJOR: Constantino Romero-Mufasa y sus frases para la posteridad. Las
canciones. Esa trágica muerte
LO
PEOR: la adaptación al español de las canciones.
NOTA:
9/10. No es mi película de animación preferida (creo que sigue siéndolo El castillo ambulante), pero se acerca
mucho.
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P.D.:
he conseguido escribir todo el artículo sin derramar más que una lágrima o dos. Pero
he de reconocerlo, ha supuesto un esfuerzo enorme.
La verdad es que tiene una animación impresionante y una ambientación brutal. Sé que lo destacas, pero me parece que no lo suficiente. Joder, ese aspecto es sencillamente espectacular. Una obra maestra. Y curiosa tu reflexión sobre Scar... volveré a vérmela sólo para replanteármelo.
ResponderEliminarPor cierto, hablando de Constantino Romero, dijo en una entrevista que de entre sus doblajes se quedaba con este por cómo le había conmovido:
http://www.youtube.com/watch?v=MVuo7Vkfh-E&feature=youtu.be&a
Los invito a ver los videos del Rey León en calidad full HD ---> http://www.youtube.com/watch?v=gZ3nGEwyapg
ResponderEliminarUna gran película, de lo mejorcito de Disney en los últimos años. IMpresionante si la has visto de estreno en cine. Más impresionante verla en 3D en el reestreno. Y tanto la versión doblada como la original por los actores de doblaje y la música merecen mucho la pena.
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