miércoles, 14 de marzo de 2012

La legión del águila (2011)



En la última crítica hablaba de algo que está muy de moda ahora en Hollywood: la vuelta a los ochenta y los remakes. Hoy voy a hablar de algo que, aunque está perdiendo cierta fuerza últimamente, se puso bastante de moda a principios de este siglo: el cine histórico-épico. Y, especialmente, de griegos y romanos.

La culpa, como imagino que ya sabréis, la tuvo en buena parte el magnífico Gladiator de Ridley Scott, prácticamente insuperable en su género (al menos en lo que concierne al cine actual) y que intentaba recuperar con bastante éxito el halo de películas ya míticas como Espartaco, Ben Hur, Los Diez Mandamientos o Quo Vadis. Después de ella vinieron títulos como El reino de los cielos, Alejandro Magno, Troya, más recientemente 300… Bastaba con batallas o peleas multitudinarias, sangre por doquier, una ambientación decente, y mucha gloria y honor de por medio, y el éxito estaba asegurado. O al menos, eso parecía. La gente (con cierta razón) empezó a hartarse de fórmulas estereotipadas y sin trabajar, y el género histórico cayó un poco en desgracia.

Sin embargo, de cuando en cuando sigue surgiendo algún título interesante. La legión del águila, por ejemplo, es una película que a priori no parece ofrecer nada especialmente nuevo: un soldado romano destinado en Bretaña busca recuperar el estandarte del águila que su padre perdió luchando contra las tribus escocesas. Pretende restaurar el honor perdido en su familia y, de paso, seguir las huellas de la masacre en la que cayó su padre, para averiguar qué sucedió allí. En la tarea le acompaña un esclavo britano al que salvó la vida en los juegos circenses, por lo que Esca, que así se llama, tiene una deuda de honor para con él. Y a todo ello hay que añadirle el odio profundo que los escoceses tienen hacia los romanos, y que no va a hacer muy sencilla la tarea de infiltrarse en el territorio.

Reconozco que la apuesta me llamaba la atención, aunque no esperaba gran cosa. Conque fuera una especie de 300 sin demasiados fallos históricos, me conformaba, para pasar el rato. Pero he de decir que me sorprendió, y mucho. Y de forma muy grata.

La apuesta por el tema del honor siempre me ha parecido un tema maravilloso, de los más evocadores en la historia de la ficción (sea cine, literatura, música…) y, aunque a estas alturas debería estar hasta las narices de pelis de romanos, teniendo en cuenta que estudio Historia y me apasiona el Mediterráneo clásico, pues como comprenderéis todavía no me he hartado de ellas. Aquí, además, el honor se ve como algo glorioso, grandioso para unos; pero al mismo tiempo sucio y despiadado. Te muestran las dos caras de la moneda, cada una convencida de que su punto de vista es el correcto: Marco Flavio Águila, el romano, está convencido de que Roma se construye sobre la gloria, que es algo que beneficia a romanos y bárbaros por igual; su esclavo Esca, sin embargo, no consigue entender esta idea, y no le hace mucha gracia que el Imperio Romano se pasee por sus tierras, robando su ganado, violando a sus mujeres y matando a sus guerreros. Lógico, claro está.

La ambientación, por su parte, es sencillamente maravillosa. Aunque la música (parece ser que de un tal Atli Örvarsson, colega de Hans Zimmer) hay ratos en que me recuerda demasiado a Band Of Brothers, por lo general crea un ambiente bastante evocador, acorde con una fotografía maravillosa, con tonos bastante apagados y tristes, dan a la película un tono deprimido y sucio inigualable (claro está, se desarrolla en Escocia…). De cara a rigor histórico también es maravillosa. Por lo que he podido rescatar de mis conocimientos sobre cultura romana (que no son pocos), apenas incurren en errores históricos… Alguno que otro hay, por supuesto, pero en general todo lo que se ve es, o bien directamente cierto, o bien bastante plausible. Las sandalias, las armaduras y armas de los romanos… Incluso el detalle de las cicatrices que dejan los cascos romanos (en uno de los primeros planos, un soldado se corta la barbilla y maldice en voz alta… El detalle pasa desapercibido hasta que llegas a la mitad de la película y te das cuenta de que tenía bastante más importancia de la que creías) es maravilloso. En el tema de los bárbaros britanos no entro, porque la verdad es que no lo controlo demasiado bien, pero también parece tratado con bastante rigor. Tan solo tengo alguna queja, y es bastante menor: por ejemplo, el detalle de los juegos en el circo (lo de “pulgares arriba = vive; pulgares abajo = muerte”, que se ha convertido en un estereotipo equivocado, en el que caen todas o casi todas las pelis del género, es históricamente erróneo… Buscad la historia por ahí), o las empuñaduras de los gladii, que me parece que están demasiado trabajadas, cuando se supone que en realidad eran simples y sin labrar. Por otra parte, no sé qué pintan por ahí los escoceses con aspecto de mohicanos, que parecen Mr. T, aunque eso no sé si será real o no. Y si has leído Astérix, como yo he hecho a menudo, no puedes evitar reírte con la exagerada brutalidad y barbarie de los britanos que atacan el campamento romano…

Los personajes bastante correctos en general. Channing Tatum, en el papel de Marco Flavio, hace una interpretación decente, aunque un tanto plana; Mark Strong, como Guern (el desertor, amigo del padre de Marco Flavio) es realmente convincente, al igual que Jamie Bell que, él sí, se luce como el esclavo Esca. Y luego, para aderezarlo todo, por ahí pulula Donald Sutherland, el tío de Marco Flavio, que siempre anima cualquier reparto en el que requieran sus servicios.

La historia está bien llevada, sin hacerse pesada en ningún momento, y evitando caer en lo trivial o en un ritmo demasiado rápido. El final es un poco predecible, eso sí y, teniendo en cuenta el ambiente de la película, me esperaba algo un poquillo más deprimente. Hay un final alternativo al que se emitió en cines, menos predecible, pero igualmente creíble y, personalmente, creo que mucho más emotivo.

Como ya digo, me sorprendió gratamente. Me puse a verla al descubrir que Conan (el remake) estaba totalmente fuera de sincro, y como tenía ganas de ver sangre y músculos, pues me decidí por ésta. Gran decisión. Espero que os guste, porque merece mucho la pena.

Allez-y, mes ami!

Buenas tardes, y buena suerte.

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LO MEJOR: Jamie Bell hace una interpretación maravillosa. Cuando juega a ser un doble agente entre los britanos, hay momentos en los que realmente no sabes de parte de quién está, y te pone nerviosísimo. Cosa que no es fácil de conseguir. Y como ya digo, la ambientación y la música también son bastante buenas.

LO PEOR: el final es un poco predecible, aunque no decepcione (menos a mí que, repito, me esperaba algo mucho más deprimente). Alguna interpretación está un poco deslucida, y hay escenas oníricas que quedan bastante raras, al estilo de las visiones de Gladiator (no es que sean malas, molan las escenas, pero son demasiado… extrañas). Por lo demás, no tengo la menor queja.

VALORACIÓN: 8,5/10. Para el producto que supone, tampoco se le puede exigir mucho más. No es una obra maestra, pero supera con creces las expectativas, y es una sucesora digna del género. Además, qué coño, es británica y, sin embargo, no demoniza a los invasores romanos como cabría esperar. Bueno, no del todo, al menos.

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2 comentarios:

  1. Muy buena la crítica. Ya podían aprender unos cuantos adesmenuzar de esta froma una película. Claro, que partes con ventaja, se ve que te gusta el género.

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  2. Me alegro de que le haya gustado, gracias :) Ciertamente, parto con esa ventaja, aunque también es cierto que me duele no haber visto alguna de las películas que menciono (como "Quo Vadis"). Esta claro que siempre se puede mejorar :)

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