jueves, 15 de marzo de 2012

Moneyball (2011)



Por motivos obvios, las películas deportivas se han convertido en algo tedioso: hubo una época hace no mucho en la que se sacaron innumerables películas de baloncesto, fútbol americano, boxeo o béisbol (muchas de ellas con el tema del racismo como premisa, aunque ese es otro cantar). De hecho, creo que Denzel Washington es el actor que más se relaciona con estas películas: "Huracán Carter", una de las primeras pelis que recuerdo (no confundir con "Entrenador Carter", que aunque también es una película de deportes, tiene a Samuel L. Jackson), "Remember the Titans" (esta me gustó, ¿ves?) o "Una mala jugada".

Y si eso, para el público americano ya debe ser aburrido, una película de béisbol en Europa no tiene mucho futuro. Entre otras cosas porque no nos importa lo más mínimo el béisbol, lo que hace que no deje de ser curioso que repitan al menos una vez cada seis meses "Ellas dan el golpe" en Telemadrid. Otra buena película, por cierto.

Así que las posibilidades de que "Moneyball" me gustara eran bastante reducidas, aunque justo ese día había conseguido un juego de béisbol y lo estaba probando (con resultados pésimos, como no podía ser de otra forma).

Sin embargo, me gustó. ¿Por qué? Bueno, como alguien dijo, "no hace falta amar el deporte para amar el juego". Es una película ágil, entretenida y en algunas partes divertida.

Resumamos el guión: Oakland Athletics, un equipo de segunda fila de la liga de béisbol americana, tiene un presupuesto mísero, lo que le impide competir por algo interesante. Tantas derrotas y tan pocos resultados buenos tienen bastante mosqueado a Billy Beane (Brad Pitt; imaginaos la cara que se le debió de quedar al verdadero Billy Beane cuando supo que le iba a interpretar Brad Pitt), el manager general del equipo.

Durante una reunión con los directivos de otro equipo conoce a Peter Brand (Jonah Hill), un joven ojeador que, en cierto modo, le arruina el traspaso que quería hacer. Tras la típica charla, y ver a alguien tan joven con tantas ganas de trabajar, Billy le contrata.

Y aquí es donde empieza el meollo de la película: gracias a un software basado en un libro de un tal Bill James, Peter Brand le explica a Billy que los criterios en los que se basan los equipos para contratar jugadores son totalmente erróneos, y que están dejando de fichar a gente buena que tiene un gran porcentaje de bases ganadas (no me voy a poner técnico, básicamente porque entiendo muy poquito del tema) por motivos absurdos (por ejemplo, un pitcher que lanza las bolas desde abajo en lugar del lanzamiento tradicional).

El resto de ojeadores del equipo (los típicos veteranos de "hijo, llevo treinta y cinco años en esto...") no lo ven bien, como es lógico. Y tampoco el entrenador del equipo, Art Howe (Philip Seymour Hoffmann), que básicamente se niega a sacar al campo a las nuevas incorporaciones, lo que hace que Billy Beane no tenga más remedio que empezar a echar a los jugadores titulares para obligar a Art a jugar con los fichajes. Y, claro está, comienzan a ganar partidos.

Todo esto se adereza con varios flashbacks de la época de jugador de Billy: un rookie con mucho futuro al que ofrecieron un contrato millonario pero que acabó como un jugador del montón. Esto no es demasiado interesante, al igual que su faceta de padre, ambas tratadas muy ligeramente por la película.

En cualquier caso, confirma a Brad Pitt como un actor fantástico, el que mejor combina el talento con el estrellato más supremo (junto a Depp y Clooney). Pese a, al fin y al cabo, ser una de las figuras más importantes de la industria, sabe dar a sus personajes un toque muy humano (o inhumano, que se lo digan a Tyler Durden).

La otra grandísima interpretación es la de Jonah Hill, hasta ese momento un actor relacionado con la nueva generación de cómicos como Michael Cera o Seth Rogen. Muy justamente nominado al Oscar (aunque lo ganara Christopher Plummer, no he visto su película), combina la poca experiencia de Peter con su determinación (por algún motivo, Billy no duda de él ni un instante).

Como toda película tiene sus cosas malas: en este caso, la película probablemente pedía un final más feliz (está claro que no se puede cambiar lo que pasó en realidad, pero bueno), aunque Billy termina consiguiendo lo que se propone: su novedoso método cambiará el deporte.

-----------------------
LO MEJOR: Las grandes interpretaciones y el hecho de que, aunque no tengas ni idea de béisbol, la peli puede gustarte. Además hay un momento bastante cómico al final, en el que Peter enseña un vídeo a Billy. No tiene mucho que ver con el argumento, pero merece la pena.

LO PEOR: El final es el que es, no muy cinematográfico, pero tiene el tono positivo que ya he comentado: el "Sabermetrics", que así se llama el método, será "vox populi". Aunque esto no deja de ser deprimente, pues Oakland pierde la única ventaja que tenía...

VALORACIÓN: 7,5/10. Creo que me he abonado a esta puntuación.
------------------------
TRAILER: "Moneyball" (español)

2 comentarios:

  1. Tenía muchas ganas de ver esta peli, sobre todo por el papel de Brad Pitt, que me parece un actor maravilloso. Aunque si es cierto que hay una saturación de pelis deportivas en Hollywood, entre las que algunas joyas sí que se pueden encontrar. Como la ya comentada en el panel de sugerencias "Un domingo cualquiera", que es maravillosa de principio a fin. O "Jerry McGuire", aunque deje un poco de lado el tema del deporte...

    ResponderEliminar
  2. En el primer párrafo me iba a dedicar a poner a parir a todas las películas de deportes en general, aunque me lo he pensado porque la verdad es que he visto bastantes de ese género ("Space Jam" fue la peli que marcó mi infancia, por suerte o por desgracia).

    En cualquier caso, no te va a decepcionar aunque esté bastante centrada en cuestiones de béisbol, de las que ni tú ni yo tenemos mucha idea. De las mejores pelis del año pasado, posiblemente.

    ResponderEliminar