“¡Tú eras el elegido! ¡El que destruiría a los Sith, no el
que se uniría a ellos! ¡El que vendría a traer el equilibrio a la fuerza, no a
hundirla en la oscuridad!”
(AVISO:
LA SIGUIENTE CRÍTICA PUEDE CONTENER SPOILERS DE LOS EPISODIOS I A VI DEL
UNIVERSO STAR WARS, ASÍ COMO DE OTRAS OBRAS CANON. SE RECOMIENDA NO LEERLA SI
NO SE HAN VISTO LAS SEIS PELÍCULAS DE LA SAGA)
Y zas.
Salto cronológico. De repente nos hemos perdido todas las guerras clon, tenemos
a Anakin y a Obi-Wan imitando por enésima las batallas estelares de la trilogía
original (porque eso del auto-plagio en la persecución a Jango Fett de camino a
Geonosis no fue suficiente), y yendo a por un Conde Dooku que dura menos antes
de que el joven Skywalker lo decapite.
Ya
empezando quiero detenerme en esta escena, porque es muy extraña. Aparte de que
Obi-Wan cae inconsciente en seguida (supongo que eso de que el maestro sea el
que quede peor al enfrentarse a lores Sith se lleva en la República), nos
encontramos con un Anakin que se va volviendo cada vez más hacia el Lado
Oscuro. ¿Cómo? Básicamente, teniendo a Dooku derrotado y a su merced, con
Palpatine insistiendo en que lo mate y el joven Anakin haciéndole caso, algo
que parece que está mal… pero por lo que Obi-Wan elogia a su pupilo. Además,
¿no decapitó Mace Windu a Jango Fett de forma mucho más innecesaria (no era un
enemigo tan poderoso, ni dependía tanto en la guerra de él)? George Lucas
debería revisar más lo que presenta como algo malo y lo que no.
El
caso es que liberan a Palpatine, que había sido secuestrado, y vuelven a
Coruscant. Estamos asistiendo ya a los últimos tiempos de la República y la
preparación de la próxima cinta, algo que se hace ver fácilmente en cómo se
alinean los personajes: Obi-Wan y Yoda están muy cercanos al senador Organa,
mientras que Anakin es atraído poco a poco por la influencia de Palpatine, al
que admira mucho y más.
"Yo también me he follado a Padmé, Y LO SABES" |
Ya por
fin, viendo esto, el Consejo Jedi se mosquea un poco. Y como están preocupados
por la influencia del canciller en el joven Skywalker, no se les ocurre otra
cosa que pretender convertirlo en un agente noble, dando alas a las
manipulaciones de Palpatine. No solo eso, sino que nombran a Anakin miembro del
Consejo pero no Maestro, así como para cabrearlo. Bravo.
Mientras
tanto, Obi-Wan se está convirtiendo cada vez más en un tipo un tanto lameculos,
y da pena. En la segunda película intentaban ponerlo como un inútil, cosa que
fracasaba porque Anakin era imbécil (y Kenobi hacía bien en recordárselo);
ahora, sin embargo, el maestro no hace más que recordarle a su pupilo lo
muchísimo que le debe, lo mucho que le quiere, y decirle que será un Jedi
super-guay-de la muerte. Supongo que todo ello es para hacer más traumática la
ruptura posterior, pero me imagino al señor Lobo vomitando al ver esto. Por un
rato, al menos, disfrutamos cuando se va por ahí y hace papilla a Grievous (no sabemos por qué le hace gestos intimidatorios raros que nos recuerdan a Neo chuleándose en Matrix, pero en fin).
Si lo
pensamos fríamente, la cinta no tiene tanta chicha como las películas
anteriores, pero se lo toma todo con más calma a la hora de contarlo, y es
normal, porque estamos en un punto de inflexión. Anakin tiene sueños raros
sobre Padmé sufriendo al tener un churumbel, y el emperador, que sabe que le
han dicho al chaval que le espíe, empieza a hablarle de los super-poderes de
los Sith.
Por
fin, Anakin se da cuenta de que Palpatine es chungo (¡por fin!) e informa al
consejo. Mace Windu va a ocuparse del asunto, y aunque vence a Palpatine a
duras penas (no sé si la elección de Samuel L. Jackson es la más acertada para
el personaje, viendo que está mucho más cómodo con una pistola en las manos que
con una espada láser de estas… pues se supone que es uno de los mejores
espadachines de la orden), cuando va a matarlo Anakin quiere impedirlo. Mace
Windu razona con él, Palpatine le dice que él tiene el poder para salvar a
Padmé y todo acaba con el negro perdiendo un brazo y cayendo por una ventana
bajo una sana tormenta eléctrica. Nace entonces, aunque solo de nombre, Darth
Vader.
"No sé si matar niños o cortarme las venas con la espada. Decisiones, decisiones..." |
La
cosa en la película se torna en una oscuridad increíble. Anakin empieza a matar niños, y se pone en marcha la
Orden 66, en una escena realmente genial,
donde el Ejército Clon se vuelve contra los Jedis que hay por toda la galaxia.
Solo dos, a priori, sobreviven: Yoda y Obi-Wan. Pero porque Yoda está con
Chewie, y eso es un plus siempre.
Se
juntan los dos con el senador Organa, que ha sobrevivido gracias al sacrificio
de un joven Jedi y resulta que quieren matar al emperador, que ya se ha
proclamado como tal (recordemos que todo esto es culpa de Jar-Jar Binks).
Obi-Wan ve unas grabaciones en el templo que muestran a Anakin matando críos, y
se vuelve un poco emo manipulador. Le cuenta todo a Padmé para que le diga
dónde está Anakin, la otra sabe que lo va a matar y huye al planeta volcán
donde su churri está de fiesta, con Obi-Wan escondido en la nave sutilmente.
Cuando
llegan, se lía pardaca. Anakin piensa que Padmé le ha traicionado, y se lía a
espadazos con Obi-Wan en una de las escenas más grandiosas de la saga. Sin
ironías. La tensión y el sentimiento que destilan esa escena, cuando ya Anakin
se ha convertido totalmente y Obi-Wan tiene que matar a su antiguo amigo son
realmente brutales. Mientras, Yoda lucha contra Palpatine, y el resultado de
las dos batallas es cómicamente desigual: Yoda no logra vencer al emperador, se
salva casi de milagro y huye al exilio; Obi-Wan también se exilia, pero después
de haberle cortado a Anakin las dos piernas y el brazo que le quedaba sano,
dejándole tirado para que se abrase en la lava. Porque eso es lo que hacen los
amigos.
"- Obi-Wan, no siento las piernas - Claro, porque te las acabo de cortar. Gilipollas" |
Y poco
más. El emperador encuentra a Anakin, le visten como Darth Vader y le cuentan
que ha matado a Padmé enloquecido, lo que provoca que la ya por fin voz de
Constantino Romero haga un extraño guiño al clímax de El imperio contraataca. La señorita Amidala, por su parte, tiene
dos churumbeles, uno de los cuales adoptan los hermanastros de Anakin, yendo la
otra a parar a las manos del senador Organa. Y para que parezca que nada de
todo eso ha sucedido, y tapar agujeros de guión e inconsistencias que hay con
la siguiente trilogía, le borran la memoria a C3PO. Cosa estúpida, porque es el
único personaje cuyo olvido de las cosas se explica.
La
cinta me deja una sensación extraña. Tenía, por su propia naturaleza, que ser
la mejor de la nueva trilogía, al suponer el nexo de unión entre una y otra y
tocar temas tan vitales para el universo de la saga como el nacimiento del
Imperio Galáctico o Darth Vader. Y, sin duda, es la mejor de los tres primeros
episodios, por mucho. Algunos incluso la ponen por delante del Episodio VI,
cosa que yo no hago por una razón simple: podría estar mejor. Aunque esta música sea gloria eterna (lo mejor de la trilogía es John Williams, sin duda).
"¡Malditos! ¡La habéis destruido! ¡Yo os maldigo a todos!" |
La
ambientación, por ejemplo, es fabulosa. La cinta tiene algo que me recuerda
mucho a los Batman de Tim Burton, en
que la ciudad de Gotham llevaba gran parte de la personalidad oscura de las
películas; aquí, de modo similar, los escenarios dejan traslucir la progresiva
oscuridad que va invadiendo a los personajes y la historia. Matrícula de honor
en ese sentido. Incluso en lo digital es superior a las anteriores entregas.
Los
personajes (y por ende la historia que los acompaña), sin embargo, no son tan
excelentes. Tienen madera, pero un tanto desaprovechada. Yoda está para el
arrastre, Mace Windu está muy desaprovechado, y Padmé es más sosa que las
patatas cocidas (pero luego rapea y se le pasa). Palpatine está un tanto forzado
como emperador (como canciller sigue siendo un grandísimo político
manipulador), y no logra dar tanto mal rollo como en la trilogía original.
Por la
parte de Anakin es donde vemos el caso más flagrante: el conflicto interior
entre la bondad y la maldad que sufre es increíble, y ayuda a construir escenas
geniales (como la de los niños en el templo); pero a ratos lo vemos que ni sí
ni no ni sabe qué es lo que hace, y más que un tío con un conflicto interior
parece un psicópata esquizofrénico. Obi-Wan es quizás el mejor personaje, como
suele pasar en estos casos, aunque el ponerle como un pelota de Anakin jode
mucho la cosa.
Eso
sí, como decía antes, ambos personajes unidos a una música que a ratos recupera
el “Duel of the fates”, protagonizan una de las escenas sobre las que no diré
mucho: creo que es uno de los momentos más increíbles de la saga y punto (a partir del minuto 34 y especialmente del 47:30).
"A la próxima pienso hacer un remake de Mar adentro, y a por el Oscar" |
Y
luego está ese asunto. El doblaje. El
maldito doblaje. Lo critiqué en el Episodio II, pero dije que aquí era aún
peor. Y con motivo. De hecho, es uno de los peores doblajes que he visto en
muchísimo tiempo. ¿Lo mejor? Daniel García como Obi-Wan, y unos secundarios que
hacen un buen trabajo (como Pedro Molina doblando a los clones, por ejemplo).
¿Lo peor? Todo lo demás. La traducción es floja, las voces están mal escogidas,
la mitad del doblaje está arrastrado con desgana, y hay momentos de verdadera
vergüenza ajena. Especialmente protagonizados por Anakin y Palpatine.
Es
más, pondré como colofón de esta crítica una escena que, se supone, tenía que
ser oscura, y es una de las cosas más ridículas de la historia. Jordi Dauder,
te has lucido. Y ahí falta la chulería de Anakin soltando su afamado “¿y qué
pasa con los Jedis repartidos por la galaxia?”, que parece una frase sacada de
Colega, ¿dónde está mi condicional?, de Dos colgados muy fugados, o de una cosa de esas. Ni siquiera la breve aparición de
Constantino (que está mucho más flojo de lo que acostumbra… y si Constantino no
está excelente, algo falla en la dirección de ese doblaje) puede salvar este
despropósito. En inglés mejora la película… no en exceso, pero mejora.
La
mejor de la nueva trilogía. Con cosas horribles y con cosas que podrían
situarla en el podio de la saga (incluso en un segundo puesto, si se arreglaran
todas esas cosas). Buena, pero demasiado irregular.
Que la
Fuerza os acompañe.
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(Para
puntuar estas cintas no se utilizarán los baremos habituales, sino otros
diferentes: un recuento de los peores/más incómodos momentos; un recuento de
muertes y escenas violentas o sangrientas; y el Guerradelasgalaxiasómetro, que
puntuará las películas del 1 al 6 en comparativa con el resto. Matizaré también
cuántos premios Oscar se llevó cada cinta)
PEORES
MOMENTOS / MOMENTOS MÁS INCÓMODOS: Anakin esquizofrénico/niñato mimado y la
falta de sutileza del canciller en algunos momentos son terribles. Hay bichos
de esos que solo aparecen para hacer muñecos. Personajes como Dooku o Windu
están desperdiciados.
MUERTES
Y VIOLENCIA: Dooku es decapitado. Grievous muere tras perder miembros (pero como es un robot, nos da
igual). Todos los Jedis durante la Orden 66. Yoda decapita a dos soldados clon.
Diversos individuos en las muchas batallas que aparecen. Palpatine mata a otros
cuantos Jedis. Padmé muere dando a luz. Anakin asesina a unos niños (aunque no
se vea en pantalla). Obi-Wan corta las dos piernas y el brazo sano a Anakin, y
luego la lava le prende fuego, desfigurándole y dejándole calvo (por momentos
así la peli tuvo un PG-13, el más alto de todas las cintas de la saga).
GUERRADELASGALAXIASÓMETRO:
3-4/6. Me gustaría ponerla indiscutiblemente como la tercera mejor de la saga.
Y Rotten Tomatoes, de hecho, la lista como la tercera mejor de la saga. Pero no
puedo hacerlo, le veo demasiados fallos. Y algo tan gordo como el doblaje podría
perdonarlo, pero en inglés tampoco es que sea una maravilla. Así que me he
decidido a poner un empate técnico entre esta cinta (y la otra que esté en el
3-4, aunque ya imaginaréis cuál es).
PREMIOS
OSCAR: ninguno, de solo una nominación (a maquillaje). Del mismo modo, solo tuvo una nominación
a los Razzies: Haydn Christensen, que ganó de nuevo.
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A mí me parece la mejor de las tres precuelas, con diferencia, a pesar de desaprovechar el material del que dispone -algo común a las tres-, a pesar de Hayden Christensen y a pesar de sus agujeros de guión. Uno que me parece especialmente doloroso, podemos llamarlo licencia, es la muerte de Padme. Cuando Anakin la espeta que está contra él casi la ahoga del todo en un acceso de ira, pero sigue viva para dar a luz. En el momento de la escena del parto, el robot-matrona (si no me equivoco) dice que la pierden y que "parece que no quiere vivir más". Que sí, que es muy poético y tal, pero no hay una causa física de la muerte. No tiene puto sentido. A no ser que...
ResponderEliminarLucas y su asistente, en el montaje final:
-Señor, ¿puede explicarme por qué muere Padme?
-Muere de pena.
-Ya señor, pero no vamos a mostrar ninguna causa física de su muerte.
- No. Muere de pena. Es poético, es drama.
- Pero si Anakin no la llega a ma...
- Que muere de pena.
- Señor...
- QUE MUERE DE PENA. PUNTO. DRAMA, COÑO, DRAMA.
- Pero...
- DRA-MA. Si lo hacemos más complejo, los niños no lo entienden.
- A este ritmo le hacen los de Disney sus películas, señor.
- Mientras paguen bien... Oi tu, la pela es la pela, nen.
De que es la mejor de la trilogía de precuelas no hay la menor duda. Aunque desperdicia material (como las tres, efectivamente), sigue siendo la que está mejor contada de las tres, y la más memorable. Escenas como el final de la batalla entre Obi-Wan y Anakin valen millones (a mí se me remueve tó cada vez que la veo).
EliminarCon lo de la muerte de Padmé de acuerdo estoy contigo. Aunque con esa escena tengo un problema aún mayor, y es que (hablaré de ello en la crítica del Episodio VI) provoca una inconsistencia enorme con la trilogía original, donde Leia habla de que conoció a su verdadera madre, y que "siempre estaba triste". Claro que era algo difícil de resolver, dado el protagonismo ya del senador Organa en esta trilogía nueva, pero seguro que podían haber hecho algo. Aunque fuera dejarlo sin narrar, para que tú te imagines que (por ejemplo) Padmé se quedó con Leia y llevó a Luke con tío Ben, pero luego murió (de tifus, o escrófula interestelar, o lo que sea) y Leia se quedó con los Organa. No sé. Sí, es una escena muy gonita la de su muerte, y reconozco que ese tercio final de la película me encanta, pero no tiene demasiado sentido, efectivamente.
Aunque la verdad es que si nos vamos a la trilogía original... Obi-Wan desaparece en un flush antes de que le toque la espada de Vader. Yoda se hace viejo y desaparece. Vader muere en cuanto se quita la máscara (lo que es la máscara en sí, no el respirador artificial, que sigue llevando). Y que Yoda o incluso Obi-Wan mueran de pronto porque están cascaos, todavía, pero Vader, según la cronología del universo Star Wars, tiene 45 años. Ha sobrevivido a la pérdida de dos brazos, dos piernas, y la mitad de los órganos internos, por lo menos. ¿Y después de que Luke le corte un brazo (robótico) y le den de refilón los rayos de Palpatine... muere? La muerte de Padmé tiene casi coherencia, visto todo esto.
Eliminar"Hija, cuando George Lucas está de guionista, la coherencia es algo que buaarf buaaarf ggggglillll glllf..."
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