miércoles, 6 de agosto de 2014

Star Wars Episodio III – La venganza de los Sith (2005)



“¡Tú eras el elegido! ¡El que destruiría a los Sith, no el que se uniría a ellos! ¡El que vendría a traer el equilibrio a la fuerza, no a hundirla en la oscuridad!”

(AVISO: LA SIGUIENTE CRÍTICA PUEDE CONTENER SPOILERS DE LOS EPISODIOS I A VI DEL UNIVERSO STAR WARS, ASÍ COMO DE OTRAS OBRAS CANON. SE RECOMIENDA NO LEERLA SI NO SE HAN VISTO LAS SEIS PELÍCULAS DE LA SAGA)              

Y zas. Salto cronológico. De repente nos hemos perdido todas las guerras clon, tenemos a Anakin y a Obi-Wan imitando por enésima las batallas estelares de la trilogía original (porque eso del auto-plagio en la persecución a Jango Fett de camino a Geonosis no fue suficiente), y yendo a por un Conde Dooku que dura menos antes de que el joven Skywalker lo decapite.

Ya empezando quiero detenerme en esta escena, porque es muy extraña. Aparte de que Obi-Wan cae inconsciente en seguida (supongo que eso de que el maestro sea el que quede peor al enfrentarse a lores Sith se lleva en la República), nos encontramos con un Anakin que se va volviendo cada vez más hacia el Lado Oscuro. ¿Cómo? Básicamente, teniendo a Dooku derrotado y a su merced, con Palpatine insistiendo en que lo mate y el joven Anakin haciéndole caso, algo que parece que está mal… pero por lo que Obi-Wan elogia a su pupilo. Además, ¿no decapitó Mace Windu a Jango Fett de forma mucho más innecesaria (no era un enemigo tan poderoso, ni dependía tanto en la guerra de él)? George Lucas debería revisar más lo que presenta como algo malo y lo que no.

El caso es que liberan a Palpatine, que había sido secuestrado, y vuelven a Coruscant. Estamos asistiendo ya a los últimos tiempos de la República y la preparación de la próxima cinta, algo que se hace ver fácilmente en cómo se alinean los personajes: Obi-Wan y Yoda están muy cercanos al senador Organa, mientras que Anakin es atraído poco a poco por la influencia de Palpatine, al que admira mucho y más.

"Yo también me he follado a Padmé, Y LO SABES"


Ya por fin, viendo esto, el Consejo Jedi se mosquea un poco. Y como están preocupados por la influencia del canciller en el joven Skywalker, no se les ocurre otra cosa que pretender convertirlo en un agente noble, dando alas a las manipulaciones de Palpatine. No solo eso, sino que nombran a Anakin miembro del Consejo pero no Maestro, así como para cabrearlo. Bravo.

Mientras tanto, Obi-Wan se está convirtiendo cada vez más en un tipo un tanto lameculos, y da pena. En la segunda película intentaban ponerlo como un inútil, cosa que fracasaba porque Anakin era imbécil (y Kenobi hacía bien en recordárselo); ahora, sin embargo, el maestro no hace más que recordarle a su pupilo lo muchísimo que le debe, lo mucho que le quiere, y decirle que será un Jedi super-guay-de la muerte. Supongo que todo ello es para hacer más traumática la ruptura posterior, pero me imagino al señor Lobo vomitando al ver esto. Por un rato, al menos, disfrutamos cuando se va por ahí y hace papilla a Grievous (no sabemos por qué le hace gestos intimidatorios raros que nos recuerdan a Neo chuleándose en Matrix, pero en fin).

Si lo pensamos fríamente, la cinta no tiene tanta chicha como las películas anteriores, pero se lo toma todo con más calma a la hora de contarlo, y es normal, porque estamos en un punto de inflexión. Anakin tiene sueños raros sobre Padmé sufriendo al tener un churumbel, y el emperador, que sabe que le han dicho al chaval que le espíe, empieza a hablarle de los super-poderes de los Sith.

Por fin, Anakin se da cuenta de que Palpatine es chungo (¡por fin!) e informa al consejo. Mace Windu va a ocuparse del asunto, y aunque vence a Palpatine a duras penas (no sé si la elección de Samuel L. Jackson es la más acertada para el personaje, viendo que está mucho más cómodo con una pistola en las manos que con una espada láser de estas… pues se supone que es uno de los mejores espadachines de la orden), cuando va a matarlo Anakin quiere impedirlo. Mace Windu razona con él, Palpatine le dice que él tiene el poder para salvar a Padmé y todo acaba con el negro perdiendo un brazo y cayendo por una ventana bajo una sana tormenta eléctrica. Nace entonces, aunque solo de nombre, Darth Vader.

"No sé si matar niños o cortarme las venas con la espada.
Decisiones, decisiones..."

La cosa en la película se torna en una oscuridad increíble. Anakin empieza a matar niños, y se pone en marcha la Orden 66, en una escena realmente genial, donde el Ejército Clon se vuelve contra los Jedis que hay por toda la galaxia. Solo dos, a priori, sobreviven: Yoda y Obi-Wan. Pero porque Yoda está con Chewie, y eso es un plus siempre.

Se juntan los dos con el senador Organa, que ha sobrevivido gracias al sacrificio de un joven Jedi y resulta que quieren matar al emperador, que ya se ha proclamado como tal (recordemos que todo esto es culpa de Jar-Jar Binks). Obi-Wan ve unas grabaciones en el templo que muestran a Anakin matando críos, y se vuelve un poco emo manipulador. Le cuenta todo a Padmé para que le diga dónde está Anakin, la otra sabe que lo va a matar y huye al planeta volcán donde su churri está de fiesta, con Obi-Wan escondido en la nave sutilmente.

Cuando llegan, se lía pardaca. Anakin piensa que Padmé le ha traicionado, y se lía a espadazos con Obi-Wan en una de las escenas más grandiosas de la saga. Sin ironías. La tensión y el sentimiento que destilan esa escena, cuando ya Anakin se ha convertido totalmente y Obi-Wan tiene que matar a su antiguo amigo son realmente brutales. Mientras, Yoda lucha contra Palpatine, y el resultado de las dos batallas es cómicamente desigual: Yoda no logra vencer al emperador, se salva casi de milagro y huye al exilio; Obi-Wan también se exilia, pero después de haberle cortado a Anakin las dos piernas y el brazo que le quedaba sano, dejándole tirado para que se abrase en la lava. Porque eso es lo que hacen los amigos.

"- Obi-Wan, no siento las piernas
- Claro, porque te las acabo de cortar. Gilipollas"

Y poco más. El emperador encuentra a Anakin, le visten como Darth Vader y le cuentan que ha matado a Padmé enloquecido, lo que provoca que la ya por fin voz de Constantino Romero haga un extraño guiño al clímax de El imperio contraataca. La señorita Amidala, por su parte, tiene dos churumbeles, uno de los cuales adoptan los hermanastros de Anakin, yendo la otra a parar a las manos del senador Organa. Y para que parezca que nada de todo eso ha sucedido, y tapar agujeros de guión e inconsistencias que hay con la siguiente trilogía, le borran la memoria a C3PO. Cosa estúpida, porque es el único personaje cuyo olvido de las cosas se explica.

La cinta me deja una sensación extraña. Tenía, por su propia naturaleza, que ser la mejor de la nueva trilogía, al suponer el nexo de unión entre una y otra y tocar temas tan vitales para el universo de la saga como el nacimiento del Imperio Galáctico o Darth Vader. Y, sin duda, es la mejor de los tres primeros episodios, por mucho. Algunos incluso la ponen por delante del Episodio VI, cosa que yo no hago por una razón simple: podría estar mejor. Aunque esta música sea gloria eterna (lo mejor de la trilogía es John Williams, sin duda).


"¡Malditos! ¡La habéis destruido! ¡Yo os maldigo a todos!"

La ambientación, por ejemplo, es fabulosa. La cinta tiene algo que me recuerda mucho a los Batman de Tim Burton, en que la ciudad de Gotham llevaba gran parte de la personalidad oscura de las películas; aquí, de modo similar, los escenarios dejan traslucir la progresiva oscuridad que va invadiendo a los personajes y la historia. Matrícula de honor en ese sentido. Incluso en lo digital es superior a las anteriores entregas.

Los personajes (y por ende la historia que los acompaña), sin embargo, no son tan excelentes. Tienen madera, pero un tanto desaprovechada. Yoda está para el arrastre, Mace Windu está muy desaprovechado, y Padmé es más sosa que las patatas cocidas (pero luego rapea y se le pasa). Palpatine está un tanto forzado como emperador (como canciller sigue siendo un grandísimo político manipulador), y no logra dar tanto mal rollo como en la trilogía original.

Por la parte de Anakin es donde vemos el caso más flagrante: el conflicto interior entre la bondad y la maldad que sufre es increíble, y ayuda a construir escenas geniales (como la de los niños en el templo); pero a ratos lo vemos que ni sí ni no ni sabe qué es lo que hace, y más que un tío con un conflicto interior parece un psicópata esquizofrénico. Obi-Wan es quizás el mejor personaje, como suele pasar en estos casos, aunque el ponerle como un pelota de Anakin jode mucho la cosa.

Eso sí, como decía antes, ambos personajes unidos a una música que a ratos recupera el “Duel of the fates”, protagonizan una de las escenas sobre las que no diré mucho: creo que es uno de los momentos más increíbles de la saga y punto (a partir del minuto 34 y especialmente del 47:30).

"A la próxima pienso hacer un remake de Mar adentro, y a por el Oscar"

Y luego está ese asunto. El doblaje. El maldito doblaje. Lo critiqué en el Episodio II, pero dije que aquí era aún peor. Y con motivo. De hecho, es uno de los peores doblajes que he visto en muchísimo tiempo. ¿Lo mejor? Daniel García como Obi-Wan, y unos secundarios que hacen un buen trabajo (como Pedro Molina doblando a los clones, por ejemplo). ¿Lo peor? Todo lo demás. La traducción es floja, las voces están mal escogidas, la mitad del doblaje está arrastrado con desgana, y hay momentos de verdadera vergüenza ajena. Especialmente protagonizados por Anakin y Palpatine.

Es más, pondré como colofón de esta crítica una escena que, se supone, tenía que ser oscura, y es una de las cosas más ridículas de la historia. Jordi Dauder, te has lucido. Y ahí falta la chulería de Anakin soltando su afamado “¿y qué pasa con los Jedis repartidos por la galaxia?”, que parece una frase sacada de Colega, ¿dónde está mi condicional?, de Dos colgados muy fugados, o de una cosa de esas. Ni siquiera la breve aparición de Constantino (que está mucho más flojo de lo que acostumbra… y si Constantino no está excelente, algo falla en la dirección de ese doblaje) puede salvar este despropósito. En inglés mejora la película… no en exceso, pero mejora.

La mejor de la nueva trilogía. Con cosas horribles y con cosas que podrían situarla en el podio de la saga (incluso en un segundo puesto, si se arreglaran todas esas cosas). Buena, pero demasiado irregular.

Que la Fuerza os acompañe.

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(Para puntuar estas cintas no se utilizarán los baremos habituales, sino otros diferentes: un recuento de los peores/más incómodos momentos; un recuento de muertes y escenas violentas o sangrientas; y el Guerradelasgalaxiasómetro, que puntuará las películas del 1 al 6 en comparativa con el resto. Matizaré también cuántos premios Oscar se llevó cada cinta)

PEORES MOMENTOS / MOMENTOS MÁS INCÓMODOS: Anakin esquizofrénico/niñato mimado y la falta de sutileza del canciller en algunos momentos son terribles. Hay bichos de esos que solo aparecen para hacer muñecos. Personajes como Dooku o Windu están desperdiciados.

MUERTES Y VIOLENCIA: Dooku es decapitado. Grievous muere tras perder miembros (pero como es un robot, nos da igual). Todos los Jedis durante la Orden 66. Yoda decapita a dos soldados clon. Diversos individuos en las muchas batallas que aparecen. Palpatine mata a otros cuantos Jedis. Padmé muere dando a luz. Anakin asesina a unos niños (aunque no se vea en pantalla). Obi-Wan corta las dos piernas y el brazo sano a Anakin, y luego la lava le prende fuego, desfigurándole y dejándole calvo (por momentos así la peli tuvo un PG-13, el más alto de todas las cintas de la saga).

GUERRADELASGALAXIASÓMETRO: 3-4/6. Me gustaría ponerla indiscutiblemente como la tercera mejor de la saga. Y Rotten Tomatoes, de hecho, la lista como la tercera mejor de la saga. Pero no puedo hacerlo, le veo demasiados fallos. Y algo tan gordo como el doblaje podría perdonarlo, pero en inglés tampoco es que sea una maravilla. Así que me he decidido a poner un empate técnico entre esta cinta (y la otra que esté en el 3-4, aunque ya imaginaréis cuál es).

PREMIOS OSCAR: ninguno, de solo una nominación (a maquillaje). Del mismo modo, solo tuvo una nominación a los Razzies: Haydn Christensen, que ganó de nuevo.

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4 comentarios:

  1. A mí me parece la mejor de las tres precuelas, con diferencia, a pesar de desaprovechar el material del que dispone -algo común a las tres-, a pesar de Hayden Christensen y a pesar de sus agujeros de guión. Uno que me parece especialmente doloroso, podemos llamarlo licencia, es la muerte de Padme. Cuando Anakin la espeta que está contra él casi la ahoga del todo en un acceso de ira, pero sigue viva para dar a luz. En el momento de la escena del parto, el robot-matrona (si no me equivoco) dice que la pierden y que "parece que no quiere vivir más". Que sí, que es muy poético y tal, pero no hay una causa física de la muerte. No tiene puto sentido. A no ser que...

    Lucas y su asistente, en el montaje final:
    -Señor, ¿puede explicarme por qué muere Padme?
    -Muere de pena.
    -Ya señor, pero no vamos a mostrar ninguna causa física de su muerte.
    - No. Muere de pena. Es poético, es drama.
    - Pero si Anakin no la llega a ma...
    - Que muere de pena.
    - Señor...
    - QUE MUERE DE PENA. PUNTO. DRAMA, COÑO, DRAMA.
    - Pero...
    - DRA-MA. Si lo hacemos más complejo, los niños no lo entienden.
    - A este ritmo le hacen los de Disney sus películas, señor.
    - Mientras paguen bien... Oi tu, la pela es la pela, nen.

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    1. De que es la mejor de la trilogía de precuelas no hay la menor duda. Aunque desperdicia material (como las tres, efectivamente), sigue siendo la que está mejor contada de las tres, y la más memorable. Escenas como el final de la batalla entre Obi-Wan y Anakin valen millones (a mí se me remueve tó cada vez que la veo).

      Con lo de la muerte de Padmé de acuerdo estoy contigo. Aunque con esa escena tengo un problema aún mayor, y es que (hablaré de ello en la crítica del Episodio VI) provoca una inconsistencia enorme con la trilogía original, donde Leia habla de que conoció a su verdadera madre, y que "siempre estaba triste". Claro que era algo difícil de resolver, dado el protagonismo ya del senador Organa en esta trilogía nueva, pero seguro que podían haber hecho algo. Aunque fuera dejarlo sin narrar, para que tú te imagines que (por ejemplo) Padmé se quedó con Leia y llevó a Luke con tío Ben, pero luego murió (de tifus, o escrófula interestelar, o lo que sea) y Leia se quedó con los Organa. No sé. Sí, es una escena muy gonita la de su muerte, y reconozco que ese tercio final de la película me encanta, pero no tiene demasiado sentido, efectivamente.

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    2. Aunque la verdad es que si nos vamos a la trilogía original... Obi-Wan desaparece en un flush antes de que le toque la espada de Vader. Yoda se hace viejo y desaparece. Vader muere en cuanto se quita la máscara (lo que es la máscara en sí, no el respirador artificial, que sigue llevando). Y que Yoda o incluso Obi-Wan mueran de pronto porque están cascaos, todavía, pero Vader, según la cronología del universo Star Wars, tiene 45 años. Ha sobrevivido a la pérdida de dos brazos, dos piernas, y la mitad de los órganos internos, por lo menos. ¿Y después de que Luke le corte un brazo (robótico) y le den de refilón los rayos de Palpatine... muere? La muerte de Padmé tiene casi coherencia, visto todo esto.

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    3. "Hija, cuando George Lucas está de guionista, la coherencia es algo que buaarf buaaarf ggggglillll glllf..."

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