Airbender, el último guerrero (2010)

"Si el personaje no puede expresar ninguna emoción, ¿por qué debería la audiencia expresar alguna emoción?"

La frase con la que empieza esta reseña no aparece en la película, mal me temo. ¡Ojalá! No, chicuelos, no, esta lapidaria sentencia fue la conclusión a la que llegó Doug Walker, conocido popularmente como Crítico de la Nostalgia (uno de los mejores críticos de cine y Youtubers en general de este nuestro planeta) una vez vista esta cosa. Y es que él, como yo, y como muchísimos más de mi generación, es un fanático y fiel seguidor de esa magnífica serie de Nickelodeon que fue Avatar: la leyenda de Aang, historia basada en un mundo fantástico donde varios reinos tienen el poder de controlar los elementos del mundo a su voluntad. Hasta que Shyamalan atacó.

Una vez vista esta aberración, voy a tomarme esta crítica, básicamente, para desahogarme todo lo que pueda. Ya sabía que la película era mala sin verla: tráilers, videos, parodias y aquí nuestro pobre jefe, que ya me advirtió de los peligros del indio Apu de Hollywood. Pero, como amante eterno de esa obra de arte que fue la serie, tenía que verlo de verdad con mis propios ojos. ¡Quién sabe, quizás tuviese algo bueno, algo que conservase el espíritu del producto original y que la librase de llevarse menos de un 3! Craso error.

Si tuviese que decir, en general, qué aspectos me parecieron fieles a la serie y a tener en cuenta como algo "positivo" dentro del desastre en general, la crítica terminaría en este mismo párrafo, sin más. Se pueden hacer adaptaciones malas, productos mediocres y carentes de vida, pero esto... esto es directamente un insulto, una broma de mal gusto, algo que nunca debería haber visto la luz (como muchas pelis de Shyamalan, a decir verdad). El último guerrero es horrenda como película e incalificablemente espantosa como adaptación en sí. Y lo digo después de haber visto cosas como Dragon Ball: Evolution o el remake de Desafío Total.

Dicho esto... ¿por qué esta me parece todavía PEOR que el deplorable espectáculo en carne y hueso de la obra de Toriyama? Pues porque aquí el material era muchísimo mejor y bastante más fácil de ser llevado a la gran pantalla. Para que nos entendamos: es realmente difícil hacer algo tan malo con una base tan buena. Pero a Shyamalan siempre le gusta superarse, ir un paso hacia delante en esa cúspide de mierda fresca que nos trae cada cierto tiempo a la cartelera. Y, después de su última diarrea (After Earth), el mensaje que ha quedado claro es que no se le va a detener tan fácilmente.

"¿Esto os molesta? Porque no habéis visto lo que tengo pensado hacer con Hora de Aventuras..."

Para los que no habéis visto la serie, altísimamente recomendable (episodios de 20-25 minutos agrupados en tres temporadas de 20 capis cada una), la historia nos pone en un mundo en declive donde la poderosa y ambiciosa Nación del Fuego amenaza con una guerra total a los reinos periféricos. Es aquí donde cobra importancia la figura de Aang, el avatar, aquel capaz de dominar los elementos (tierra, agua, fuego y aire) para traer el equilibrio y la paz al mundo y acabar con los malvados planes del Señor del Fuego. Esto sería un esbozo bastante simple en líneas generales (evito spoilers innecesarios), uniéndose en su aventura el carismático y simpático dúo de hermanos Katara y Sokka, miembros de la Tribu del Agua que le ayudarán a recuperar el control de los elementos (en un principio, Aang sólo puede dominar el aire) y viajarán junto a él en mil y una aventuras.

La película comienza, así pues, en la tribu de Katara y Sokka, donde, al igual que en la serie, los hermanos encuentran a Aang congelado en un iceberg. A partir de ahí, pasan cosas bizarras, como la aparición del rebelde y fiero príncipe Zuko, hijo del Señor del Fuego, que quiere capturar al Avatar y llevarlo como prisionero a su padre para que éste le tome por fin en serio, pero Zhao, almirante de la Nación del Fuego, pretende hacer lo mismo para que su rey lo designe como heredero. 

Katara shyamalanizada

Y ahora mismo todo os parecerá altamente friki, pero creedme. ¡CREEDME! Tenéis que ver la serie y lo entenderéis. Aunque tampoco os voy a poner una pistola en la cabeza y un cuchillo en la entrepierna para haceros cambiar de opinión... simplemente, se os aconseja ver alguna vez antes de morir un producto realmente cuidado, divertido y equilibrado. Pero aquí estamos criticando el live-action, así que... auf. ¿Por dónde iba?

Ah, sí. El argumento. A ver cómo lo explico... Shyamalan podría hacerse pasar por el hermano gemelo malvado de Peter Jackson, ya que lo hace todo el revés. Mientras el neozelandés llevó a la gran pantalla una trilogía de películas de 3 horas y pico para adaptar de libros de 400-500 páginas (o, como ahora, tres películas de otras 3 horas para adaptar un libro de apenas 250 páginas) haciéndolo realmente bien, Apu prefierió tomárselo todo como un desafío constante. Digamos... ¿por qué no puedo meter 20 EPISODIOS de una temporada completa embutidos en una película de 90 minutos? Olé tus cojones, Shyamalan. De verdad.

Se parecen tanto que cuesta horrores distinguirlos. Trabajo de artesanía en maquillaje, oiga.

Y es ahí donde encontramos el problema más acuciante de la cinta: apenas hay tiempo para desarrollar o mostrar cualquier tipo de historia bien hecha teniendo en cuenta la magnitud de la serie. Personajes importantísimos desaparecen sin más, tramas impecables y completamente necesarias son simplificadas a la más mínima expresión y, lo peor de todo, como en toda película que se precie del indio, es que EL RITMO ES UNA MIERDA PINCHADA EN UN PALO. He tenido que hacer un esfuerzo sobrehumano para no quedarme dormido ante tanta trama muerta, soporífero e insustancial diálogo, lucha vacía y tamaña falta de espectáculo. Por amor de Cristo, insisto, de verdad: ¿cómo es posible hacer de algo tan divertido, fresco, rápido y emocionante un montón de basura más plana que una tabla de planchar? 

Y cuando hablo de planicie general, no me refiero solo a esa lentitud que hace que la película dure el doble. Hablo, y en este punto voy a cabrearme más de lo debido, del casting del producto que nos ocupa. Seré directo y conciso: al lado de los actores infantiles que protagonizan esta bazofia, Shia LaBeouf parece el puto Marlon Brando. Y eso, amigos y amigas, es una afirmación terrible y muy dura, pero fue lo primero que pensé. ¿De dónde salieron estos pequeños y desconocidos anónimos que me hacen sentir capaz de hacer cualquier cosa en un escenario? Porque si ellos han llegado a protagonizar un largometraje con un presupuesto de 150 millones de dólares, yo puedo marcar de chilena desde el medio del campo en una final de la Champions. 

Pero también tengo que reconocer que el pobre Dev Patel (Slumdog Millionaire), en su rol de Zuko hace buenamente lo que puede por no hundirse con el resto del barco, así como Shaun Toub, que interpreta a su tío Iroh. Tampoco está especialmente horrible Aasif Mandivi (Zhao), si bien es cierto que al lado de los protas (Aang, Sokka y Katara), todos parecen reencarnaciones de Al Pacino, Nicholson y Di Caprio juntos. 

Sin comentarios

Más allá de todos estos problemas, pasamos al apartado de la adaptación en sí. Pongamos que paso por alto todos los aspectos anteriores: te has saltado tramas relevantes, has eliminado personajes geniales y tu ritmo es más lento que un desfile de cojos. Pero si me muestras algo dentro de la película con lo que pueda sentirme identificado, con lo que pueda decir: ¡eh, esto guarda mucha similitud con el show! ¡Este personaje cuenta exactamente los mismos chistes! ¡Aquí se ha tratado un conflicto personal de personaje X, cuya forma de ser le hace haber pasado por tal y cual...! Pongamos que, en ese caso, puedo salvarte un poco la vida. Sólo un poco, que no mucho, pero al menos he visto algo de lo que quería, he vuelto a recordar parte de mi infancia, me he sentido niño otra vez. ¿Lo has hecho, Shyamalan? Claro que no.

Y es que otro de los grandes aciertos de la serie, la compleja y variada personalidad de sus protagonistas, es apaleada y maltratada hasta la saciedad dentro de un clima plomizo, insulso y vacío. Sokka, que en la serie era el alma de la fiesta, apesta hasta decir basta. Si en la serie era amado y te partías la caja con él, aquí puedes llegar a odiarlo hasta límites insospechados y querer darle una buena paliza. Katara es tan plana como inútil e innecesaria y Aang... Paso, paso muy mucho. Esta reseña se me está haciendo demasiado larga y dolorosa. Sólo de pensar lo que habrían hecho con otros personajes (eliminados de esta temporada y que aparecían en las siguientes) siento ganas de golpearme los testículos con un martillo pilón.

Y aún me queda lo mejor de todo: los efectos especiales. ¡Cómo se agradece que, con un presupuesto tan abultado, nuestro director favorito haya plasmado la espectacularidad de la serie con la misma similitud que la de un dragón de komodo con un ornitorrinco! Observar la maestría de Aang lanzando pedos vaginales al aire o las complejas coreografías de los maestros de la Tierra para lanzar una piedra del tamaño de un Smartphone no tiene precio. Y eso por no hablar de la iluminación y el montaje en las escenas de acción, que producen tanta vergüenza ajena como haber pagado en su momento una entrada por ver esta mierda. Agradezco que no haya sido mi caso. 

"Alteza, es usted la polla a la hora de elegir peinados"

Todavía podría sacar algo bueno del apartado técnico si la banda sonora destacase en algún momento, que no es el caso. También podría pensar en el hecho de que el final quede abierto para una futura secuela que, afortunadamente, jamás llegaremos a ver. Es curiosa la soberbia de Shyamalan: cuando terminó su "obra maestra", quedó tan convencido de su victoria que se permitió el lujo de dejarnos con ganas de más. La respuesta del público, gracias a Crom, fue un "vete a fregar a la fosa séptica más profunda de Bangladesh, hijo de un transatlántico lleno de putas". O lo que es lo mismo, 150 millones tirados estúpidamente a la basura e insultando el buen nombre de una de las mejores series de animación de todos los tiempos.

Y dado que he pasado algún que otro detalle por alto, como la puta incoherencia que tiene que los maestros de la Tierra estén encerrados en una prisión RODEADA DE PEDRUSCOS, ARENISCA Y DEMÁS MINERALES, creo que la reseña se va a terminar aquí. Seré sincero: esta ha sido dura, muy dura. Jesucristo cazavampiros fue un horror, pero un horror no basado en nada, libre y a su bola. Amanecidos 

fue un espanto, pero ya sabemos que el 99% del indie español es un espanto. Y La Jungla 5 era mala, una secuela deshorosa. Pero no era esto. Hacía tiempo que no sufría tanto. ¿Habrá merecido la pena este tocho?

Esta fue la misma cara que se te quedó cuando pagaste todavía más por verla en 3D

En resumen: avanza a trompicones, la trama es un desastre, las actuaciones parecen sacadas de una obra de teatro de Primaria, se pasa la serie por el forro y, para colmo de males, aburre hasta decir basta. ¿Si es o no peor que After Earth? Andan a la par, con sus propios trapos sucios y señas de identidad barriobajeras. Ya criticaré un día de estos (quizás yo, quizás Jorge, o Adrián, o cualquier persona poco cuerda) esa otra "joyita" de la factoría de este desastre con patas. La única conclusión a la que se llega después de haber visionado ambas es que a Shyamalan se le debería prohibir de manera perpetua la entrada a cualquier estudio de cine. 

Y a ver cómo me recupero yo de esto.

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LO MEJOR: Dev Patel y el resto de malos, que intentan huir de la mediocridad... con discretos resultados. Y la música no hace daño.

LO PEOR: todo lo que te puedas imaginar.

NOTA: 1,75/10. Una auténtica calamidad en forma de película. Llamarla adaptación me parece, cuanto menos, un insulto a la inteligencia. 

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Trailer en castellano (con lo bien que pintaba...)

Para amantes de la serie con ganas de echarse unas risas (spoilers incluidos), aquí os dejo la divertida reseña de la mano del Crítico de la Nostalgia.