“¿Victoria? ¿Victoria dices? Maestro Obi-Wan nada de
victoria... del lado oscuro el velo ha caído, la Guerra Clon empezado ya ha...”
(AVISO:
LA SIGUIENTE CRÍTICA PUEDE CONTENER SPOILERS DE LOS EPISODIOS I A VI DEL
UNIVERSO STAR WARS, ASÍ COMO DE OTRAS OBRAS CANON. SE RECOMIENDA NO LEERLA SI
NO SE HAN VISTO LAS SEIS PELÍCULAS DE LA SAGA)
La
cosa está así: la Federación ha sido derrotada, pero a nadie le importa; Maul
ha muerto (dicen las obras canon), pero Sidious tiene un nuevo aprendiz, un tal
Tyrannus. Obi-Wan ahora mola incluso más que antes, y Anakin merece la muerte
en cada plano. Padmé sigue haciéndose peinados absurdos y Palpatine va
consolidando su poder como quien no quiere la cosa. Jar-Jar ahora es político y
el tipo más sabio de la galaxia todavía habla como si fuera retrasado. La
verdad, no son los mejores ingredientes para una película…
Y, sin
embargo, no se desenvuelven mal del todo. De hecho, todos lo sabemos, esta
podía haber sido la mejor cinta de la nueva trilogía, si no fuera por algunos
errores garrafales que la convirtieron en la peor. Bueno, unos no, solo uno,
pero muy gordo: el Crepúsculo galáctico que se nos traen Anakin y Padmé,
básicamente.
El
caso es que la cinta empieza plagiando descaradamente a su predecesora, con una
escena donde Obi-Wan y Anakin aparecen como en la primera escena de La amenaza fantasma lo hacían Qui-Gon y
Obi-Wan. Kenobi ahora es el maestro, y Skywalker un padawan insufrible que
hundió, a Dios gracias, la carrera de Haydn Christensen. Porque es un
tocapelotas y un acosador, básicamente. En serio. Un acosador de los gordos. Yo
si fuera la reina Amidala lo mandaba detener.
"- Yo me la tiro y tú te quedas con la cesta de patatas que tiene en la cabeza. - Vale. Je, je. Ser Jedi mola." |
Así
resumiendo se nos cuenta que la vida de Padmé corre peligro, así que la usan como
cebo para atraer a quien quiera matarla. Y lo consiguen. Pero como sus sentidos
de la hostia pueden detectar miriápodos asesinos en una habitación a oscuras
(pero, ojo, no saben distinguir a la verdadera reina del señuelo), pues no pasa
nada. Pillan a la asesina después de una persecución que mola un huevo, Obi-Wan
se vierte en una investigación que le lleva a descubrir un Ejército Clon
fabricado en Mordor, por lo menos, y en general, hace todo lo que tiene que
hacer un buen Jedi. Salvo dejarse atrapar por el Conde Dooku. De hecho, aquí
Ewan McGregor demuestra que es el actor que mejor ha interpretado a Obi-Wan en
la saga (sin contar a Alec Guiness y Weird Al Yankovic, claro).
Y aquí
es donde todo empieza a molar mucho. De entrada, porque nos presentan por
primera vez a los personajes del mítico Boba Fett y su padre Jango Fett; y
luego, porque descubrimos por primera vez a los Soldados Clon que alimentarán
las filas del Ejército Imperial en la trilogía original. Aunque, de hecho, sus
armaduras no se parezcan una mierda. Pero sabemos que son ellos.
Más
aún, conocemos ya al Conde Dooku, que es uno de los mejores personajes de la
historia de la saga, pero que tiene dos problemas: no hace apenas nada en
pantalla en toda la cinta (hasta el final… pedazo de final, cojones) y está
introducido con calzador. Se le menciona casi al principio como un antiguo
Jedi, uno de los más grandes de la Orden, que la abandonó desencantado con la
República. También sabemos que fue el maestro de Qui-Gon, y Dooku insinúa que
este compartía su decepción con la República. JODER, POR QUÉ NO DESARROLLAN MÁS
SU HISTORIA Y LA DEL MAESTRO SIFO-DYAS.
Bueno,
es una pregunta estúpida, pues todos sabemos por qué no lo hacen; porque
mientras sucede esto, al tiempo, tiene lugar EL HORROR. Básicamente, Anakin
deja cada vez más claro que es un niñato acosador y malcriado, a pesar de que
Padmé le deje en ridículo fuerte. Pero como es obvio, se enrollan. Y tenemos
que sufrirles haciendo el moñas por verdes praderas donde se dan arrumacos.
Y
luego resulta que Anakin, que tiene sueños premonitorios raros que luego le
pasarán factura en la siguiente peli, va a Tatooine, arrastrando con él a
Padmé, a la que se suponía ocultaban en Naboo porque su vida corría peligro.
Pero no, la llevan a una tierra chunga llena de maleantes porque allí fijo
estará segura. El caso es que Annie descubre que su madre se ha vuelto a casar
(¡mira, tío Owen!), pero la han raptado los moradores de las arenas. Y Anakin
no puede salvarla y mata a todos los moradores. Pronunciando acto seguido las
siguientes palabras:
“Los maté. Los maté a
todos, están muertos. Y no solo los hombres, sino también las mujeres y los niños. Son animales, y los maté como animales. ¡Y los
odio!”
Todo
ello después de defender que si la República va mal lo suyo es nombrar a un tío
con mucho poder que arregle las cosas. Padmé le dice “pero eso es una
dictadura” y él suelta “bueno, si funciona…”. Por favor, que alguien me diga
por qué no han detenido ya a este chaval.
El
caso es que Anakin se entera de que Obi-Wan ha sido hecho prisionero, y pasa de
su culo, pero Padmé se emperra en ir a salvarle. Así que tenemos a la comitiva,
el gran comité de rescate: un padawan insufrible, una tía con el peor estilista
de la galaxia, un androide retrasado (por cierto, C3PO lo creó el insufrible
cuando ni era padawan ni era tan gilipollas) y R2D2, que sigue siendo el puto
amo, como en el resto de la saga. Valiente equipo de rescate.
Llegan
a Geonosis, los capturan (cómo no), y Obi-Wan se ríe de Anakin en su puta cara
con uno de los mayores hachazos de la saga.
Dooku ya se ha dejado de subterfugios y demuestra que es chungo, pero el Jedi,
el inútil y la de los peinados logran matar a los bichos que iban a
cargárselos. Mace Windu y una purriela de Jedis aparecen y se lía parda. Y
cuando están a punto de perder, ampliamente superados en número, Yoda aparece
con el Ejército Clon y salva el día. Lo curioso es que entre droides y clones, nos importan bien poco los muertos de la Batalla de Geonosis en ambos bandos.
"¡Soy Zeus, el de "no me toques los cojones o te meto un rayo por el..." Oh, mierda, lo he matado" |
Y
llega aquí el momento más cojonudo de toda la saga. Dooku huye con los planos
de un arma chachi que resulta ser la Estrella de la Muerte. Obi-Wan y Anakin le
persiguen, y el maestro aconseja prudencia, pero sabemos que Skywalker tiene
retraso y se lanza a por Dooku. ¿Conclusión? Ambos son derrotados, pero Anakin
además pierde el brazo, por un corte así chachi y limpio. Por gilipollas.
La
cosa parece perdida, pero entonces llega Yoda. Y joder con Yoda. Es la primera
vez en toda la saga (y solo habrá otra más) en que le vemos sacar la espada, y es gloria eterna. Las cinco películas de espera han merecido la pena. Dooku será un Sith cojonudo, pero Christopher Lee no es el
personaje con más arte para la espada del mundo (aunque cómo se mueve para su edad), y eso se ve en cuanto el enano
verde se pone a saltar, brincar, y a básicamente ser la hostia en bicicleta. Porque la edad es un rango. Y
se supone que el enano no es el mejor espadachín Jedi. Joder.
Como
sea, Dooku logra escapar, los Droides son derrotados en Geonosis y se da comienzo
a las Guerras Clon. Que se contarán en una serie, en lugar de en las películas,
porque Lucas necesitaba otro piso nuevo en su rancho.
"- Con tu permiso, Maestro, voy a hacer alguna estupidez para ver si Dooku nos derrota a ambos y me deja manco. - Oc, tío, tú mismo" |
La
historia de la cinta es muy cojonuda. El Imperio va destapándose poco a poco
(por culpa de Jar-Jar. ¿A quién se le ocurrió nombrarle político), y es
cojonudo. Vemos además un mayor protagonismo de Obi-Wan, de Yoda y de Windu,
que son grandísimos personajes. El antagonista es el Sith más mítico de la saga
después de Vader, probablemente. Y lo único que se le puede achacar, por esta
parte, es una cierta lentitud, y un constante intento por parte del guión por
ridiculizar a Obi-Wan y hacer quedar muy bien a Anakin, algo que no entiendo y
que fracasa porque:
- Anakin es gilipollas.
- Anakin es gilipollas.
Más
allá de eso, sin embargo, hay demasiadas escenas del romance entre Anakin y
Padmé, que son verdaderamente insufribles. Es una historia ñoña, mal
construida, predecible (lógicamente), tópica y cargante. No tiene la menor
emoción y solo sirve para hastiar al espectador e imbuirse de rabia, ira y, en
general, cosas del Lado Oscuro. Mal, Lucas, mal.
En el
resto de aspectos, pues cumple. Visualmente es mejor que el primer episodio,
pero sigue sin tener el encanto de la trilogía original. La música no tiene
ninguna pieza tan espectacular como “Duel of the Fates”, pero a cambio es la
primera película donde oímos de forma clara y contundente la “Marcha Imperial”.
Y en cuanto al doblaje, es bastante flojo, y está todo como tirado y desganado,
pero comparado con lo que será el Episodio III, parece que todas las voces sean
Ramón Langa.
Como
comentaba antes, después de esta cinta, cronológicamente, tuvieron lugar las
Guerras Clon, cuyo final dará comienzo a la siguiente y ecléctica cinta, de la
que hablaremos mañana.
Que la
Fuerza os acompañe.
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(Para
puntuar estas cintas no se utilizarán los baremos habituales, sino otros
diferentes: un recuento de los peores/más incómodos momentos; un recuento de
muertes y escenas violentas o sangrientas; y el Guerradelasgalaxiasómetro, que
puntuará las películas del 1 al 6 en comparativa con el resto. Matizaré también
cuántos premios Oscar se llevó cada cinta)
PEORES
MOMENTOS / MOMENTOS MÁS INCÓMODOS: Anakin siendo un acosador. Jar-Jar como
político. Anakin creyéndose mejor que su maestro. Obi-Wan siendo patéticamente
ridiculizado. Anakin enfadado. La falta de explicación sobre la aparición de
Dooku, que parece una decisión de última hora. Anakin y Padmé retozando. Los chistes
malos de C3PO. Anakin Skywalker.
MUERTES
Y VIOLENCIA: los pobres miriápodos del principio, y la asesina de Coruscant. El
poblado de moradores de las arenas a los que extermina Anakin. Innumerables
droides y clones muertos en Geonosis, amén de unos cuantos Jedis. Obi-Wan le
corta las piernas al bicho mantis gigante que iba a matarle, y resulta
horrible. Mace Windu decapita a Jango Fett. Y Dooku le corta la mano a Anakin.
GUERRADELASGALAXIASÓMETRO:
1/6. La más decepcionante de la saga, no ya porque sea la peor (que
probablemente lo sea), sino porque sin demasiado esfuerzo podría haber sido una
película muchísimo mejor, y porque tiene una gran historia a la que los
aspectos malos condenan. George, devuélvenos Star Wars. Primer aviso.
PREMIOS
OSCAR: ninguno, de tan solo una nominación a mejores efectos visuales. Estuvo
nominada a seis Razzies y, por supuesto, Haydn Christensen lo ganó.
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¡Lucas, traidor, derrochador y creador de mierda! Lo que me estoy riendo con estas críticas no tiene precio. Parece que mañana va a mejorar la cosa, ¿no? Y por cierto, que de no ser por el puto Jar-Jar de los cojones no se le habrían dado poderes especiales a Palpatine, no habría podido contar con un gigantesco ejército de clones y nada se habría ido a la mierda. Jar-Jar puta. Jar-Jar debe morir mucho.
ResponderEliminarPor suerte aquí no nos lo muestran mucho. Y que conste que me resulta casi trágico que sea culpa de Jar Jar lo de dar poderes a Palpatine, el pobre es un inútil que cree que está haciendo lo que Padmé haría en su lugar. Lo piensas y da casi pena, porque además a partir del Episodio III no sabemos nada de él (salvo cuando en el Episodio IV comenta Vader que el Emperador ha clausurado el Senado), así que probablemente haya muerto por sus propias acciones xD
EliminarMañana mejora, sí... y comienza el debate por el tercer y cuarto puesto en este ranking de la saga, igual que existe por los dos últimos puestos (el primero y segundo los conocemos todos y no hay discusión).
El asistente de George Lucas entra en el set de rodaje:
ResponderEliminar-Señor Lucas, ¿por qué no nos curramos más los diálogos en las sesiones del senado, con el telón de fondo de una República yéndose sin remedio al garete?
- ¡NO! ¡¡Mejor metamos doble ración de Jar Jar Binks!!. El público infantil es nuestro amigo, recuérdalo.
-Ta bien, pero... ¿Y si hacemos una peli que trate las Guerras Clon?
-Pues yo había pensado en hacer una peli de chico-busca-chica-sin-respiro y dejar lo guay para una serie de dibujos animados.
-¿Qué dirán nuestros fans?
-Oh, sin problema, les pondremos a Yoda y a Drácula dándose de hostias al final.
-Es usted un genio, señor.
-Lo sé.
Más un millón a este comentario.
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