domingo, 13 de abril de 2014

Tres bodas de más (2013)


No es cuestión de que te esfuerces, sino que te pongas cachonda.

Hace poco escribí de 8 apellidos vascos, película que me dejo un buen sabor de boca y tuvo la gran suerte de funcionar en taquilla. Unos buenos chistes trabajados enmarcados en una historia ingeniosa de enredos y unas buenas actuaciones la han convertido en la comedia española del año, de momento, sucediendo a Tres bodas de más y La gran familia española. Aunque ésta última película no la he visto, y no creo que lo haga, puedo decir que la película dirigida por Emilio Martínez-Lázaro supera con creces a ambas.

Centrémonos en Tres bodas de más, cuyo gancho publicitario fue la protagonista Inma Cuesta, que desde la serie Águila Roja goza de buenos papeles cinematográficos como en La voz dormida o Grupo 7, y las interpretaciones de Berto Romero, Joaquín Reyes y Paco León; así como presumir de varias nominaciones a los Goya. El éxito en la taquilla estaba asegurado. Sin embargo, tras verla, la verdad es que podía contar con los dedos de una mano las carcajadas que me había hecho echado. Y si no te ries en un comedia, es que algo pasa.

  

La película trata sobre Ruth (Inma Cuesta), una solterona que trabaja como investigadora sobre animales marinos, que se ve obligada a asistir a la boda de tres ex. Un surfero colgado (Paco León), un transexual (Laura Sánchez) y un tipo que odia el compromiso (Berto Romero). Ella asiste junto a su becario (Martín Rivas) e intenta ligar con un cirujano (Quim Gutiérrez).


Como veis la historia es típica y como podéis adivinar, es previsible hasta  decir basta. De hecho los propios enredos y gags suelen ser previsibles. Ese es uno de los grandes problemas de la película, ya que muchos de sus chistes no son malos, simplemente no sorprenden porque ya lo has oído antes. Te sale la sonrisilla pero no da para más. Eso sí cuando se decide sorprender sí que tiene cierta gracia, de brocha gorda, pero gracia al fin y al cabo. Los momentos cómicos álgidos son la ruptura entre Berto Romero e Inma Cuesta, el discurso del alcalde en la segunda boda, el epílogo final de Joaquín Reyes y como un personaje acaba paralítico. No, no es coña. Y no, no me ha hecho gracia porque sea un sádico, sino porque es demasiado hilarante y bruto para tomártelo en serio. No fui el único que se rió, lo juro.

El director es Javier Ruiz Caldera que ha hecho comedias como Spanish movie o Promoción fantasma. Lleva bien el manejo de la dirección está bien llevado, con un buen ritmo y por lo menos la película no aburre, lo que ya sería el colmo. Debo señalar que no me gusto el desarrollo de algunos personajes, como es el caso del protagonizado por Inma Cuesta, que parece que pasa un proceso de superación personal, que no termina de cuajar debido a las evidentes dificultades de presentar a esta chica como un patito feo. Por muy torpe que sea y por muchas gafas de pasta que se ponga, sigue siendo una chica de las que no pasan desapercibidas por la calle.


La interpretación es irregular. Hay buenas interpretaciones como la de Paco León, Berto Romero e Inma Cuesta, la más destacable de la película, consolidando su puesto como una de las actrices más destacables en el ámbito nacional. Sin embargo hay dos actuaciones malas, que es la de Quim Gutiérrez, cuyo soso personaje no pega con la película y la del becario, Martín Rivas. Vamos a ser crueles e incidir en este último. Es una actuación pésima incluso para los estándares de los jóvenes actores españoles. Lo único de gracia que puede hacer es ver como fracasa en su lamentable intento de actuar.Al espectador le llegan unas ganas terribles que desaparezca de la pantalla. Este intento de galán mezcla con desatino la chulería juvenil con la ñoñería. Una de las secuencias más olvidables de la película es como Martín le afea el comportamiento a Quim Gutiérrez de una forma bastante patética, cargándose lo que supuestamente era uno de los clímax de la película. Su papel como protagonista  es la puntilla a la pelicula que se convierte en mi primer suspenso en este blog.

Lo mejor: Inma Cuesta y algún secundario.
Lo peor: Previsible, ñoña y “actúa” Martín Rivas.
Nota: 4'5

2 comentarios:

  1. Pese al suspenso en el blog, le daré una oportunidad a la peli. Tengo bastante curiosidad por verla porque los dos anteriores trabajos del director me gustaron y quiero ver como evoluciona.
    Por cierto, te recomiendo una comedia española que en mi opinión paso injustamente desapercibida por culpa de un trailer horroroso: Tensión sexual no resuelta.

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  2. Recuerdo haber visto la mitad de esa película. Y juraría que era decente. Humor televisivo, pero por lo menos me reía.

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