viernes, 30 de mayo de 2014

Desafío Champions: Sendokai (Primera temporada) (2013)



“Todos estos momentos, cuando llegaban tarde... o no estudiaban... era... porque... tenían que salvar el mundo.”

En Yo Me Bebo Tu Batido nos gusta mucho la mierda.

Es un hecho reconocido y palpable, y poco sentido tendría ponerse a negarlo. Y en gustándonos tanto, no podemos evitar hacer apuestas del tipo “no hay huevos a ver...”. Y claro, pasa lo que pasa, que termino viéndome la primera temporada completa de Desafío Champions: Sendokai y deseando que el suplicio de escribir sobre ella y recordarla termine pronto.

¿Qué esperpento es este ante el que estamos? Pues es ni más ni menos que una de las que fuera (y será, están preparando la siguiente temporada, me temo) serie estrella de Clan TV, una co-producción de Televisión Española y Kotoc... o algo así, paso de investigar más al respecto. Serie infantil de animación española en tresdé, vaya.

¿Y qué nos plantea tan maravilloso descubrimiento del intelecto patrio? Pues nos plantea la original historia de cuatro chicos, unos verdaderos inútiles jugando al fútbol que por algún motivo siguen intentándolo, y que un día se topan con unos brazaletes muy raros surgiendo de una luz en una colina. Como no, los tocan, y se ven transportados a un mundo donde una rata verde con bata, llamada Tampo, les dice que los malvadísimos Zorn van a destruir la dimensión de los humanos (cuando en realidad se refieren a la Tierra, por cierto), a no ser que estos derroten al Imperio y a todos sus contrincantes en un torneo de... fútbol. Guau. No lo hubiera visto venir.


La rata rara, por cierto, es su maestro. Oh, maravilla, originalidad a tope.

"Hola, soy una flagrante violación del copyright, quiéreme"

Viajados a este punto los criajos repelentes se lo toman con una naturalidad digna de elogio. Algo que, si lo piensas bien, tampoco es tan raro; quiero decir, tienen como líder del grupito a un retrasado que se pone a bailar como si fuera egipcio mientras tararea cosas de retrasado. Quizás sorprende más el hecho de que le cuenten a sus padres la movida interdimensional, pero qué demonios, hay que dar pie a situaciones ridículas y preguntas jocosas sobre drogas.

El caso es que la rata les entrena (yo os lo narro todo, y tal), para prepararles para el gran torneo de Sendokai, que no es más que fútbol intergaláctico con pelotas de colores, y... ¿ah, os suena? Ya, será porque hay una serie que se llama Galactik Football, que a su vez es un plagio descarado de Oliver Benji, los magos del balón, Benji Oliver, sueños de campeón, Oliver Benji, el fútbol es su pasión, hay que marcar otro gol. Mal empezamos si el sustrato inicial de la serie es el plagio de otro plagio.

Aunque si la cosa se parara ahí, sería algo casi perdonable. Casi, que no del todo. Pero es que además, no acaba ahí el asunto de la inspiración ilícita: la serie es una mezcla entre las dos anteriores, Digimon, Dragon Ball y yo que sé qué más. Con personajes retrasados como protagonistas. Es que son muy gilipollas, joder.

La culpa no es suya, ojo. Es del que creyó adecuado crear cuatro personajes que, oh, casualidad, están representando sin mucho disimulo el fuego-valor (el tolai del líder), el agua-inteligencia (la tolai de la que se enamora), la tierra-resistencia (el gordo con el que todos se meten por gordo), y el aire-velocidad (el niño... niña... esto... lo que sea). Y cada uno, claro, con un color: naranja, azul, verde y... ¿rosa? ¿Pero qué carámbanos? ¿A quién se le ocurrió que precisamente el personaje con cuya ambigüedad sexual se juega (no ya porque no sepas lo que es, sino porque en la propia serie bromean con ello), fuera rosa? ROSA. QUE ADEMÁS NO SON YA LAS ROPAS, JODER, QUE TIENEN HASTA EL PELO DE LAS CEJAS DE LOS COLORES QUE LOS REPRESENTAN.

Aquí nuestros héroes en el proceso de cagar. Delante van en camino,
y detrás están a lo suyo. Véase la cara del gordo.

El resto de personajes son igual de horribles. Pero horribles porque son tópicos (hola, Tampo-Yoda-Maestro Astilla-Mr. Miyagi-sabio random que entrena a jóvenes imbéciles), porque son raros (la abuela del gordo, que por cierto, se quiere fornicionar a Tanpo... sin comentarios), o porque parecen padecer de síndrome de Asperger (eso, o son gilipollas, como el padre del protagonista, lo cual explicaría bastante bien su raíz genética).

Con personajes así y una historia de un tópico tan descarado, pues no se podía esperar mucha originalidad en el guión. Y efectivamente, no la hay. Se roban cosas descaradamente de cualquier lugar imaginable, y no se cortan ni a la hora de plagiar escenas míticas de Star Wars. ¿Quién se va a dar cuenta, vaya? Así y todo, y a pesar de las mil cosas sin explicación, los finales resueltos con unos “Deus ex machina” que ríome yo de las tragedias grecolatinas, y lo que directamente no tiene sentido, podemos apreciar ciertas cosas que casi merecen la pena...
Y si no la merecen del todo es porque, sencillamente, no saben desarrollarlas. Son geniales, por ejemplo, y tremendamente interesantes, varias de las razas alienígenas que aparecen, donde oscilan entre aquellas que son creaciones atractivas y las que resultan burdas, estúpidas y, sí, estereotípicas. Todo está muy desaprovechado y es tan predecible que incluso hastía.

Todo, eso sí, salvo el final. No el cierre total, que me parece bastante vomitivo, sino el clímax final del último (o quizás los últimos) partidos. Sí, son tópicos y son predecibles a más no poder, pero si hay algo que reconocerle a la serie es que en esos momentos, a pesar de saber el espectador perfectamente qué va a pasar, es capaz de mantener una tensión y una épica muy logradas, que le suben algunos puntos al conjunto.

Son puntos que, imagino, se pierden por completo al pensar en el argumento. Porque sí, es muy bonito que planteen la serie como una lucha de superación y al mismo tiempo de paz y amor en el universo contra el Imperio opresor, pero nadie se da cuenta de que están en un torneo A MUERTE. O sea, que todo el que pierda, será exterminado. Y nos presentan a los humanos como salvadores... cuando con cada partido que ganan están condenando a la destrucción a toda una dimensión. Y lo peor es que los cuatro criajos tienen la desfachatez de indignarse porque un mundo al que salvaron no quiera aceptar la destrucción sin más y juegue contra ellos un partido. Míralos, qué mala gente, que quieren sobrevivir.

Y esa es otra. Yo de luchas contra Imperios y salvar universos no sé mucho, pero no me parece muy generoso ni amigable hacer que los destinos de las dimensiones dependan SIEMPRE del chaval que tenga más problemas en ese momento y que sea más inútil del grupo. No sé, me da la sensación de que dejar el destino de esos mundos en manos del criajo para que entrene, descubra su potencial, o a saber qué, pues muy justo no es.

Aquí el líder del grupo tendiendo problemas, o siendo retrasado, o yo qué se.

Para cerrar ya, después de todo este despiece argumental, no quiero decir mucho del apartado técnico. Me limitaré a señalar que la música es lo peor que ha salido de este país desde Santa Justa Klan... bueno, vale, horrible no es, pero se hace repetitiva a más no poder. El doblaje no es nefasto, pero el retraso de los personajes hace que lo parezca, lo que se ve agravado por los arbitrarios cambios en el actor que dobla a Tampo, que en algunos capítulos a mitad de temporada es un joven forzando la voz para parecer viejo… no preguntéis). Y en cuanto a la animación, plana, sin artificios, tosca y en general poco atrayente, solo cabe decir que es como si con cada fotograma quisieran que el espectador contraiga algún tipo perverso de cáncer. Como si dijeran “vamos a hacer que Código Lyoko parezca de Studio Ghibli si la comparamos con esto”.

Una serie fabulosa, no digo más.

Allez-y, mes ami!

Buenos días, y buena suerte.

P.D: si el triángulo invertido es el símbolo del Imperio Zorn, y por tanto de los malos, como parece... ¿por qué el símbolo que representa al líder de la pandilla, el Son-Goku retrasado, es también un triángulo invertido? ¿Coincidencia? Ejem...

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LO MEJOR: la originalidad y los personajes. Jeje. No, ahora en serio, el hecho de que a pesar de ser un tópico tras otro, a veces consigue mantener el interés, y en cierto modo engancha.

LO PEOR: ahora sí, la falta de originalidad, los personajes, el sinfín de tópicos que abarrotan todo, la mala animación, los terribles diálogos, cosas sin demasiado sentido... Y la escena del protagonista retrasado diciéndole a su padre que no ha dejado "que el canario muera de hambre y luego lo ha sustituido por un muñeco" (cosa que sí ha hecho, claro, porque es un maldito enfermo).

NOTA: 2,5/10. No vas a padecer leucemia por verla. Pero seguro que tienes cosas más interesantes que hacer, como darte martillazos en los genitales.

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3 comentarios:

  1. Ahora mismo estoy dándome martillazos en los genitales. No, miento, estoy emborrachándome. Siempre haciendo algo útil para la sociedad.

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  2. Al fin una persona con suma conciencia para reseñar bodrio de serie, buena reseña, espero una reseña tuya de Wakfu y RWBY

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  3. es para super niños nomas, friki de mierda

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