Tras
un pequeño descanso obligado por compromisos académicos, Yo Me
Bebo Tu Batido vuelve por la puerta grande. Porque, como cada
año, nos volvemos un poco tedescos y cubrimos el Festival de Cine Alemán de Madrid. Todas las ediciones anteriores han cumplido con
creces nuestras expectativas y esperamos que su edición número 19
lo vuelva a hacer.
Pero
antes de centrarnos en el festival, vamos a visitar el otro lado
del Rin y hablar de cine francés, ya que también hemos tenido la
posibilidad de visionar el pase de prensa de El Sueño de
Gabrielle, película francesa que se estrena el próximo viernes
en nuestro país y que está protagonizada por la oscarizada Marion Cotillard.
La película está basada en el libro Mal de Piedras de la italiana Milena Agus y trata sobre una mujer de campo francesa que busca el amor verdadero en los años 50. La historia recuerda a las novelas del siglo XIX como Cumbres Borrascosas de Emily Brontë u otras protagonistas femeninas atrapadas en un mundo que las recluye en matrimonios forzosos y sin amor como Madame Bovary o Ana Ozores en La Regenta.
Gabrielle Rabascal es la heredera de esta estirpe. Su búsqueda del amor le hace comportarse de forma excéntrica para
una mujer del campo, y por ello su familia busca enderezarla con un
matrimonio pactado con José, un jornalero español. Desde el
principio ella deja claro que no le ama y tiene una relación fría
con él. Grabrielle es desdichada hasta que conoce a un soldado
herido de la guerra de Indochina en un balneario.
Marion
Cotillard brilla con luz propia como casi siempre. Es una de las
grandes actrices de nuestra generación y en este trabajo transmite al
espectador la fragilidad de su personaje, que por otro lado no es nada fácil por lo mal
construido e ilógico que es. También es de alabar la labor del
hispanoalemán Alex
Brendemühl
que consigue crear a un personaje que se muestra fuerte en sus
silencios.
La
dirección de Nicole Garcia es de buen nivel y tiene un tacto especial
para crear los ambientes necesarios para cada escena de la película
tanto en la ciudad portuaria como el campo de la Provenza francesa.
Sin embargo, la película naufraga en todo lo demás. Es una
película sin gracia, sin sentimiento verdadero, excesivamente larga
y realmente aburrida. El guión además incluye un giro final sin
sentido y absurdo que se une a las continuas reacciones ilógicas de
su protagonista. No ya excéntricas, sino que son realmente absurdas. Más
allá de mi aversión de películas de este género, no encuentro
nada de la trama de El
Sueño de Gabrielle que
pueda atraer a un espectador.
Tras
un breve paso por Francia nos dedicamos ya en exclusiva al Festival
de Cine Alemán que se celebra este año en los cines del Palacio de
la Prensa situado en la plaza de Callao. Y la película que inaugura
el festival es Las
Flores de Antaño que
vuelve a ser un exponente perfecto sobre el retorcido humor alemán
en sus comedias.
El
tema del Holocausto, su investigación, difusión y las secuelas que
todavía afectan a quienes sobrevivieron y que han heredado sus
descendientes es poco propicio para una comedia. Pero para los
alemanes no. Las Flores
de Antaño es
una comedia romántica que juega a la extraña pareja que se forma entre
un investigador del Holocausto que tiene tendencia a la ira, unos
graves problemas personales a sus espaldas y un abuelo que se
dedicaba a gasear a judíos en el Báltico; y su nueva becaria que es
nieta de una de las víctimas del abuelo del primero y que es muy
impulsiva por no decir que está totalmente chalada, siendo capaz de tirarse
pintura a si misma, lanzar a un perro por la ventanilla del coche o desarmar a
matones con llaves de jiu-jitsu.
La
película es totalmente impredecible excepto por algún toque de
comedia romántica en el final. Tiene unos momentos realmente excesivos pero a su
manera particular refleja el difícil legado de un genocidio para las
generaciones siguientes. Las actuaciones de Lars Eidinger y Adèle
Haenel son para enmarcar. El director es Chris Kraus y rueda un film
entretenido de principio a fin y que sus únicos peros se basan en
su propia naturaleza irreverente.
Siguiendo
la senda de comedias de humor retorcido tenemos una road movie:
El Día Más Hermoso. El
argumento gira en torno a dos enfermos terminales que deciden
endeudarse – total, nadie les va a pedir cuentas – e irse a un
viaje por África con la intención de conseguir más followers para
su canal de youtube y conseguir regalarle una muñeca a la hija de
uno de ellos. La película no tiene ningún reparo moral ante los
chistes y es una contínua cataratas de gags disparatados – incluye
una mujer que pide que uno de los protagonistas diga cosas nazis para
excitarse – hasta un final donde se dan cuenta de que es lo
verdaderamente importante en la vida.
El Día Más Hermoso es graciosa,
irreverente y con un punto serio bien metido al final que corre a
cargo del director, guionista y protagonista Florian David Fitz - al
que ya vimos en otras ediciones del festival - que sobresale en todas
sus facetas. Tampoco desentona su compañero Matthias Schweighöfer.
Una película redonda que tiene muchas oportunidades para ser la
película que gane el premio del público.
Concluimos
este repaso para emplazaros a disfrutar de uno de los mejores
festivales de cine que se celebran en Madrid y que no pararemos de
escribir sobre él hasta el día de su clausura que es este domingo.
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