viernes, 9 de junio de 2017

19º Festival de Cine Alemán (II): Ciclo de Ciencia Ficción

Seguimos con el Festival de Cine Alemán. Además, este año nos ofrece un ciclo bastante interesante en el que se hace un repaso a la ciencia ficción y al cyber-punk alemán en el ciclo über-All. Hoy podemos ver a las 19:30 Decoder, una distopía punk estrenada en 1984 donde la música oficial controla el pensamiento crítico. A las 22:00 y el sábado a las 16:30 podemos ver Somos el Diluvio con una trama que recuerda a Hijos de los Hombres, donde los niños se han perdido junto a las olas del mar. 
 
Ya hemos tenido la posibilidad de disfrutar Algol - Tragedia del Poder. Es una película de ciencia ficción de 1920. Es una película expresionista alemana y que fue pionera en su época y aún hoy en día – a pesar de que ha sido superada tanto por la evolución narrativo como de efectos – puede aportar momentos cinematográficos interesantes. 
 
La película gira en torno a un demonio del espacio -el susodicho Algol – que proporciona a un obrero una forma de conseguir energía barata para su propio enriquecimiento. Es una historia del poder, de la corrupción yla deshumanización de la sociedad capitalista del siglo XX. La dirección es de Hans Werckmeister. 


Mañana nos centraremos de las dos primeras películas mencionadas, pero hoy le llega el turno a Destino Espacial: Venus. Posiblemente Jorge hablaría mejor de la película por su mayor conocimiento de la ciencia ficción tanto en el cine como en la literatura. La película se basa en una la novela Los Astronautas del polaco Stanilaw Lem y la película no solo se aleja de Hollywood, sino de Occidente ya que es producto de la RDA.

El ser de la RDA le da unas características especiales y una perspectiva diferente de la que estamos acostumbrados. Es una película de 1960 y es hija de la Guerra Fría y el miedo al apocalipsis nuclear. Es remarcable que la película no suele incidir en revanchismos excesivos – que los hay, ya que los americanos son mostrados como arrogantes y peligrosos (excepto el científico que forma parte de la tripulación), y las alusiones a Hiroshima son continuas – pero supuestamente es una tripulación internacional con un lingüista chino, un experto en telecomunicaciones africano, una médico japonesa, un matemático chino, un tripulante alemán y un científico estadounidense. El jefe y el ingeniero de la nave son soviéticos ya que solo la URSS podía mandar una nave a Venus – otra referencia a la historia del momento; en este caso a la carrera espacial – pero siempre se habla de una misión internacional. Aunque, por otro lado, la película muestre la superioridad soviética*.
 
La trama gira alrededor de un viaje a Venus. La razón es que se ha encontrado un cilindro procedente de este planeta de una civilización más avanzada que nosotros con un mensaje que no se consigue descifrar. Desde la Tierra quieren llegar a ponerse en contacto con sus nuevos vecinos pero tras un largo camino se encuentran un planeta desolado. No solo eso, consiguen descifrar el mensaje y también acceder a la memoria interna de la civilización. Con ello averiguan que la población de Venus quería acabar con la vida en la tierra utilizando la radiación como arma. Pero no pudieron controlarlo y finalmente hubo una reacción en cadena que concluyó con su extinción como especie.


La película no para de mencionar la destrucción provocada por la energía nuclear ni de hacer referencias continuas a Hiroshima. De hecho, la médico japonesa es una superviviente de la bomba, que acabó con la muerte de su madre y que terminó con su posibilidad de tener hijos que no sean deformes. También vemos sombras nucleares, lo único que queda de la vida de Venus, en un caso que también podemos ver en Hiroshima. 
 
La película es hija de su época y evidentemente los efectos han mejorado. Tiene un estilo pausado, tenso, con muchos diálogos y jerga científica y yo veo similitudes con las películas y episodios iniciales de Star Trek en lo referente al estilo. Los actores cumplen a la perfección y la dirección de Kurt Maetzig y el guión también destacan.

El Festival de Cine Alemán no para de dejarnos sorpresas agradables todos los años, y si el año pasado se centraron en el punk, ahora le llega el turno a la ciencia ficción y las distopías, de las que seguiremos escribiendo mañana.


*EDIT DE JORGE: es una película realista, en ese sentido. La primacía soviética al comienzo de la carrera espacial era clara: en el año 60 ya habían puesto el primer satélite en órbita (Sputnik 1), habían llevado a un animal al espacio (Laika, en el Sputnik 2), habían alcanzado la superficie lunar (Lunik 2), y habían fotografiado su cara oculta (Lunik 3). En el '61, Yuri Gagarin sería el primer hombre en el espacio. Y suma y sigue. Just saying. Tovarish Jorge out.

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