Podría
ser nuestra última misión. Aprovechémosla.
Misión
Imposible sigue siendo la franquicia imbatible de los últimos años.
Protegida por su protagonista y productor Tom Cruise, la saga ha
sobrevivido casi 20 años en la cúspide. Ni siquiera Jon Woo pudo acabar
con ella cual Joel Schumacher con Batman. Pero, ¿la última estará a la
altura? Definitivamente sí. Incluso se permte el lujo de compitir por ser una
de las mejores de la saga. Es ligeramente mejor que Protocolo Fantasma y
solo es batida por la original de Brian de Palma.
Tom Cruise
vuelve a encarnar a Ethan Hunt en la búsqueda de un Macguffin, en
este caso una sociedad secreta que busca derrocar el orden mundial llamada el Sindicato. Por si fuera poco, el director de la CIA (Alec Baldwin)
consigue la disolución del FMI debido a los sucesos de la anterior
entrega. Hunt se encuentra nuevamente solo ante el peligro, buscado por su
propio gobierno y totalmente obsesionado con cazar al líder de su
nuevo enemigo (Sean Harris). Solo cuando se vuelve a reunir el equipo
(Simon Pegg, Jeremy Renner y Ving Rhames) y recibe la ayuda de una
agente infiltrada británica (Rebecca Ferguson) puede volver a salvar
el mundo.
Otra
característica es el intimismo con el que se trata a Hunt. Se
le ve totalmente obsesionado y a veces sin controlar la situación.
Algo poco común en la saga. También se refuerza su relación con el grupo, especialmente con
Benji, que se come totalmente la película. Simon Pegg es la elección
perfecta para introducir en una película de acción a un personaje
cómico pero que sea más que un bufón incapaz de aportar a la
película. Ya lo pudimos ver en la anterior entrega, en Star Treck
y en Arma Fatal. Pero en Rogue Nation se erige en el
verdadero escudero de Hunt. Los personajes de Jeremy Renner, Ving
Rhames y Alec Baldwin cumplen en una función más secundaria, pero
siendo un buen apoyo.
Caso
especial es Rebecca Ferguson. Interpreta a una agente infiltrada tan bella, solo
hay que ver la escena del bikini inspirada en James Bond, como
fuerte, demostrando no ser solo una cara bonita y largas piernas. Es
capaz de dar la cara ante el protagonista y el villano y manejar los
diferentes matices que se requiere de un agente doble.
En cada
película de la saga se ha contratado a un director diferente para
dar un estilo concreto a cada entrega. El encargado esta vez es
Christopher McQuarrie quien trabajó anteriormente con Cruise en Jack
Reacher. De un perfil más bajo
que los anteriores directores, McQuarrie no se preocupa tanto de dar su
sello personal y sí de potenciar la acción y el guión. Este último
es bastante solvente y explota un universo ya trabajado y al que solo
tiene que potenciar. Incluso consigue crear un villano casi a la
altura del de Philip Seymour Hoffman en la tercera.
La
acción es trepidante y espectacular. Motos, aviones, peleas en la
misma opera de Viena mientras se oye el Nessun Dorma
e incluso esa gran escena submarina que lleva a los límites a Ethan.
Hay que agradecer la buena forma en la que está Tom Cruise a pesar
de sus ya cincuenta años, que apenas se notan, y se vea capaz de
rodar parte de las escenas sin necesidad de dobles.
Misión
Imposible no solo no defrauda a
sus fans, sino que crea un nuevo punto álgido para la franquicia
que seguirá tan viva como la juventud de Tom Cruise. Así que vayan preparándose para Misión Imposible VI.
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¿Tengo
que ver esto?: Sí te gustan los espías y la acción, esta es tu
película.
¿Cuál
es el mejor momento?: No sé si quedarme con la escena de la opera o
la escena submarina.
¿Dónde
debería ver esto?: En cualquier sitio con cuenta atrás.
Me
ha gustado, ¿dónde hay más?: Repásate toda la saga. Si lo has
hecho ya, ponte con Jack Reacher.
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