“-Los seres humanos tienen sueños. Los perros también, pero tú no. Solo eres una
máquina. Una imitación de la vida. ¿Puedes componer una sinfonía? ¿Puedes
convertir un lienzo en una hermosa obra de arte?
-¿Puede usted?”
No sería muy descabellado
afirmar, creo, que Alex Proyas es el director de ciencia ficción a que más
atención estoy dedicando últimamente. No hace demasiados meses revisioné por
tercera vez esa joyita que es El cuervo,
con mi hermana. Hace pocas semanas, vi por fin la brillante obra de culto que
firmó con Dark Star, y ayer mismo
veía su última cinta, unos Dioses de
Egipto que eran un despropósito tan entretenido como absurdo.
Hoy le ha tocado el turno a Yo, Robot, una de mis películas
favoritas desde que soy chico, y que la última vez que vi (con mi hermana,
again), me llevó a un análisis más profundo del que hice en el primer
visionado. Análisis que, al parecer, no comparto con casi nadie ahí fuera,
donde la mayoría de críticas la tachan de “blockbuster superficial” (hmmm, no),
“sin ningún rastro de Asimov en ella” (ehhhhh…) o “cinta mediocre sobre el
poder y la avaricia” (wait, what?). He decidido dejar de hacerme mala sangre
leyendo reseñas y lanzar la mía. Vamos.
La trama: el detective Spooner es
un poli muy torturado de la vida que es ya perro viejo y esas cosas (Will
Smith) y desconfía muy muchísimo de los robots en un mundo futuro donde estos son
cada vez más numerosos y habituales. La muerte del Dr. Lanning (James
Cromwell), padre de la robótica y conocido de Spooner lleva sus sospechas hasta
el androide de nueva generación Sonny, y desata una carrera así como con mucha
prisa para desentramar un plan maligno de esos de dominación mundial, o
rebelión de robots, o cosas así en general. Ah, y están por ahí la doctora
Susan Calvin (Bridget Moynahan) y el CEO genérico malo Lawrence Robertson
(Bruce Greenwood). Oh, y Shia LaBeouf sin dar mucho asco (solo un poco).
Arriba, Shia LaBeouf dando asco. Abajo, un N5 haciendo lo que todos querríamos hacer: hostiarle. |
Los pongo al final porque son personajes que ni chicha ni limoná, en realidad, y es una pena, con lo que podía dar de sí Calvin, como hace en los libros. Que, hay que decirlo, y es una queja habitual, Yo, Robot no es una adaptación directa de la colección de cuentos homónima de Asimov, sino que simplemente toma de esta personajes, escenas e ideas en una trama completamente propia. ¿Mi opinión? Un gran acierto.
Como suponen un gran acierto,
vaya por delante, la actuación de Smith, muy propia de las cintas de acción /
ciencia ficción que hiciera en los 90 y primeros 2000s, con ese tono chulesco
que mantiene a la película en un equilibrio entre la acción, la ciencia
ficción, el drama y toques de humor muy bien llevados. El primer apartado se
nutre, además, de un buen trabajo de CGI, y unos impresionantes apartados
sonoro y visual, pero para mi gusto es en el drama y en la ciencia ficción en
los aspectos que se luce.
Si lo hace es, por una parte, y
como ya decía, gracias a Smith, que sostiene muy bien la película en todos los
registros; por otra, gracias al carisma de Sonny, un personaje realmente interesante
y bien construido. Pero claro, eso nos lleva al apartado de la ciencia ficción,
que la gente tiene a ignorar, despreciar o rechazar y… bueno, de aquí en
adelante, there be spoilers.
Si bien es cierto que la cinta no
adapta textualmente, ni siquiera con un mínimo de fidelidad, ninguna historia
de Asimov, no es menos cierto que capta a la perfección el espíritu de sus Cuentos de Robots. Una crítica habitual
es la de que muestre a las máquinas rebelándose contra los hombres al más puro estilo Terminator, algo que parece chocar con lo que
Asimov narraba; y a priori sí, lo hace, pero no si se analiza la manera en que
sucede.
"Estáis todos castigados, y nadie sale de aquí hasta que sepa quién lo ha hecho. No, Milhouse, me da igual que tengas guardería luego" |
Por otra parte, el triángulo de
personajes que conforman Sonny, la doctora Calvin y el detective Spooner,
especialmente el primero y el último, van desarrollando a lo largo de toda la
trama otra narrativa clásica de Asimov: la de la aceptación, los prejuicios y
la integración de los robots en la sociedad, así como la de la frontera entre
humanos y máquinas.
Con todo, y si bien tiene este
trasfondo bien llevado, el guión cojea por momentos. Concretamente, una escena
chirría muchísimo con el desenlace final. Antes de ser atacado Spooner por dos
camiones de almacenaje de robots, Robertson ve que el detective está
comprobando los archivos confidenciales de la empresa. Suelta un “persistente
hijo de puta”, coge un teléfono, y lo siguiente que vemos es el intento de
asesinato del policía, dando a entender la cinta que él es el culpable. Pero la siguiente vez que vemos a Robertson está muerto y
parece inocente (máxime porque no coincidirían sus motivaciones con las de
VIKI). ¿Hola? ¿Sentido?
Más allá de ciertos errores como
este, y de un mayor foco en la acción que en el más interesante apartado de
ciencia ficción, es una película sólida y muy disfrutable, que demuestra que
una adaptación cinematográfica no tiene por qué ser literal a la obra origen
para que merezca la pena.
Para cerrar, he de decir que en la
Wikipedia en inglés se la define como “a 2004 American neo-noir dystopian
science fiction action film”, y me parece tan perfecto que aquí lo dejamos.
Buenos días, y buena suerte.
EDIT: Mi compa de Rockrítico Diego Elodin comenta, por una parte, la dificultad/imposibilidad de adaptar fielmente algo que no es una novela, sino una colección de relatos. Totalmente. Por otra parte, comenta la nefasta adaptación del personaje de la doctora Calvin, que pasa de ser inteligente y determinada a inteligente e insegura. Más de acuerdo aún si cabe. Calvin en la película pierde muchísima fuerza y carácter (entendido como personalidad) con respecto al libro, y pasa de ser un personaje femenino interesantísimo a un personaje femenino bastante tópico y poco destacable, en mi opinión.
EDIT: Mi compa de Rockrítico Diego Elodin comenta, por una parte, la dificultad/imposibilidad de adaptar fielmente algo que no es una novela, sino una colección de relatos. Totalmente. Por otra parte, comenta la nefasta adaptación del personaje de la doctora Calvin, que pasa de ser inteligente y determinada a inteligente e insegura. Más de acuerdo aún si cabe. Calvin en la película pierde muchísima fuerza y carácter (entendido como personalidad) con respecto al libro, y pasa de ser un personaje femenino interesantísimo a un personaje femenino bastante tópico y poco destacable, en mi opinión.
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¿Tengo que ver esto?: Es una de esas cintas clásicas de acción y ciencia ficción de la pasada
década. Si te mola el género, pues es básica, sí.
¿Cuál es el mejor momento?: La escena en que Will Smith cuenta el accidente de coche que tuvo siempre
me salta las lágrimas y me rompe en trocitos el corazón. No falla.
¿Dónde debería ver esto?: Las ciudades futuristas genéricas imaginadas en las décadas de 1990 y 2000
siempre están guays.
Me ha gustado, ¿dónde hay más?: En el estilo me recuerda mucho a Minority Report, aunque toquen temáticas
radicalmente diferentes. Para robots interpretando demasiado al límite las
leyes de la robótica tenéis la segunda temporada de Extant. Sobre rebeliones de robots, robots trascendiendo su
programación y similares, la saga Terminator,
la serie Westworld, o la fantástica Ex Machina, entre otras cientos. Para
más cosas de acción y sci-fi de Will Smith tenéis la saga Men in Black. Para más películas basadas en obras de Asimov podéis
ver El hombre bicentenario (hay otras
adaptaciones, pero no las he visto y no tocan temática robótica), y si HBO no
ha mentido, en algún momento estrenarán una serie que adapte la saga La fundación (con guión de Jonathan
Nolan, el menor de los Nolan, que por cierto es la mastermind de Westworld junto con Lisa Joy). Y esto ya
queda muy largo, pero no puedo resistirme a decirlos que si queréis ver a Shia
LaBeouf siendo muy hostiable tenéis a vuestra disposición la saga Transformers y todo el daño que le hizo
a la por otra parte decente Indiana Jones
4.
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