domingo, 16 de abril de 2017

Aliens: el regreso (1986)


“Aléjate de ella, ¡puerca!”

Adrián: Segundas partes no son buenas dicen. Bueno, pues James Cameron no piensa eso, sobre todo si le pones marines. Y… ah, hola, estaba imaginándome Avatar 2. Todos tenemos hobbies raros. De hecho, no sé si saldrá. Pero no nos desviemos, que vamos a hablar de otra secuela dirigida por Cameron y en la que salen marines. ¿Cuál puede ser?

Jorge: Volver o no volver, esa es la cuestión. Si es más dado al alma soportar los dardos y piélagos de la ultrajante fortuna de un mundo sin secuelas de Alien o, haciéndoles frente, pues montarnos una segunda parte en la que en el espacio todo el mundo pueda oír ya los gritos y la testosterona, y los Aliens dejen de ser un monstruo único y terrorífico para pasar a ser la diana en un juego de apuntar y disparar. La delicia de todo FPS espacial, vaya. Y no se me malinterprete: digo eso en el buen sentido, porque la vuelta de tuerca de Cameron a la saga (siempre se le dieron bien las segundas partes: ahí está la casi perfecta Terminator 2 y… y… ¿Pirañas 2? Erm… Sí) es una delicia.

A: Ahí está la clave. Ridley Scott había rodado una obra maestra insuperable. No sé si tenía por ese entonces planes de secuela, precuela o algo similar, pero lo que pasó fue que el testigo lo recogió James Cameron, que acababa de rodar la primera entrega del robot asesino que es Arnold y escribir el guión de otra secuela llena de testosterona como es Rambo: Acorralado II. Podemos adivinar que el terror sutil pero mortal de la primera desaparecería y se sustituiría con marines, Ripley en su faceta más heroica y un porrón más de bichos. Y si doy mi opinión, a Dios gracias.


Se sacrifica el terror en favor de la acción, sí. Pero eso no quita para que haya escenas de fantástica tensión.

J: Scott tenía planes de precuela en Alien3, guiones incluidos, tengo entendido, pero los abandonó (y con ellos la dirección de dicha película, en general) cuando la productora no le dio el visto bueno. Pero ya hablaremos de ese desastre. Por ahora, tenemos que Ripley lleva medio siglo durmiendo en el espacio, y que cuando despierta descubre que en el terrorífico planeta de la primera cinta hay establecidos colonos humanos. Aunque la secuela toma los elementos más clásicos de su predecesora (gente incauta descubre huevos, facehuggers les atacan por inútiles, los xenomorfos crían huevos, los humanos crían malvas, caos y destrucción por doquier) convierte, como dice Adrián, ese terror sutil en una batalla campal, cuando la Weyland-Yutani envía a un equipo de marines asesorados por Ripley a evacuar la colonia.

A: Pero se encuentran que solo ha sobrevivido una niña pequeña. Una niña que demuestra más cerebro que los marines, pero qué demonios, los marines tienen esa carisma ochentera que tanto nos apasiona, con un jefe negro fumando puros y una latina que es la más Yipi ka yei madafaca del grupo. El caso es que los marines son diezmados por un enjambre de aliens. La s del título no es baladí. Y los supervivientes ya no están cazando, sino tratan de huir. El cazador cazado, como en otra clásica del género como Predator.

J: El abandono de Cameron del terror se hace patente pronto, y es algo que divide a los fans (quienes dicen que la primera es mejor, quienes dicen que esta es mejor, quienes odian esta, y quienes pensamos que la primera es mejor, pero esta es, tal vez, más disfrutable). Con todo, el director lo hace a lo grande: más personajes, más armas, más xenomorfos… y más grandes.

Todo es más MÁS. Incluyendo los xenomorfos, Guerreros, en esta ocasión.

A: Yo reconozco que con la secuela me lo paso mejor. Siendo mejor la primera.

J: Ahí ya una entra en cuestión de gustos. Lo que es innegable es que Cameron es el director que más aportaciones ha hecho en el universo Alien tras el inicio de la saga. En esta cinta se nos presenta la ya archiconocida Reina Alien (impresionante con su corona y sus brazos adicionales), pero no es la única extraña que llega a la ciudad: vemos, por fin, el sistema de puesta de huevos, descubrimos cómo es la sociedad xenomorfa y se nos presentan unos alienígenas más grandes y con sutiles diferencias fisionómicas respecto del primero. Concretamente, las cabezas crestadas y la enorme virulencia del ácido cuando son muertas las criaturas se han explicado con dos teorías distintas según el implicado en la saga que las barajara: bien era un sistema de castas, en que los miembros más ancianos desarrollaban esas características; bien el xenomorfo de la Nostromo era un “obrero”, y los de esta entrega “soldados”, y de ahí las diferencias (si bien la explicación original es más prosaica: el diseño era a) más cómodo para rodar; y b) más espectacular). Sea como fuere, con todos esos elementos, Cameron no se limita a seguir una senda trazada, sino que crea la suya propia sin cortarse un pelo. Y ya me callo.

A: Ya era hora. Pero bueno, al menos has dado en el clavo. Cameron no solo le da el giro necesario a la saga, sino que expande su mitología y consigue que esa criatura mortal sea una verdadera máquina de guerra. Y aquí realmente pelea, no solo caza. Además, Cameron mantiene la trama de empresa malvada que se quiere aprovechar a la criatura para su industria de guerra. Y con ello nos da paso para hablar de los personajes terrícolas. Ripley es una verdadera bad-ass y es un grandísimo trabajo de Sigourney Weaver que le dio una nominación al Oscar. Y me gustó bastante la actuación y el personaje de Newt, la niña.

J: Ripley está de matrícula, repitiendo papel de manera bastante similar a la primera cinta, como lo está Newt, uno de los grandes personajes de la saga. El resto, si bien cumplen, me resultan demasiado apegados a tópicos del cine de acción como para ser memorables. La excepción serían, quizá, la genial Vásquez, por su fuerza arrolladora, y el personaje del recientemente fallecido Bill Paxton (por insoportable). Pero lo importante es la relación que se construye entre Newt y una Ripley que descubre al comienzo de la cinta que su hija ha fallecido, trabajando un cierto aspecto dramático que es menor, pero igual de bien tratado que el de acción.

¿Que Vásquez es un topicazo? Sí. ¿Que mola un montón? También.

A: Yo no diría que es menor. El final es Ripley recuperando a su “hija” de las fauces de los aliens, con su contundente “APÁRTATE DE ELLA, ZORRA”.

J: Bueno, en español no dice exactamente eso, aunque el machismo del insulto se mantiene. De hecho, el doblaje de esa frase es de lo más mítico de los 80: “Aléjate de ella, ¡PUERCA!”, grita una Ripley fuera de sí. Y menor en cuanto a relevancia, quiero decir, no en cuanto a fuerza o calidad. Ya digo que es un aspecto muy bien trabajado, pero en mi opinión la parte de acción se sigue comiendo… bueno, todo, prácticamente.

A:  También hay un tímido intento de trama romántica. Habría que hablar de la dirección como tal de Cameron. Porque Cameron podrá hacer ñoño un naufragio pero la acción la borda. Si con Scott la tensión te ahogaba, aquí tienes la adrenalina salpicándote. Hay momentos verdaderamente brutales, ya sea con el ácido de los aliens, el fuego de los lanzallamas o las explosiones de las granadas. Es todo un asedio en el que están atrapados los marines. La cinta funciona a la perfección como película bélica. Y cuando decide apostar por una factura más de terror - brevemente eso sí - lo hace cumpliendo, como la escena en la que Ripley y Newt son encerradas en una habitación. Y está James Horner en la banda sonora, por la que fue nominado al Oscar.

J: Con razón, pues toma muy bien el testigo de la partitura original de Jerry Goldsmith, pero le da un giro propio y menos agobiante, pero igual de tenso. Es uno de los elementos de unión que permean la secuela, como los diseños de Giger, que aquí siguen con una fuerza primordial.

A: No fue la única nominación. Además de los dos ya mencionadas de actriz principal y banda sonora tenemos el de mejor dirección artística, mejor montaje, mejor sonido y fue ganador a mejor edición de sonido y mejores efectos especiales. ¿Tienes alguna pega hacia la película?

J: Alguna tengo, pues si bien es magnífica, no es perfecta. Por una parte, los personajes no tienen, en general, el carisma y encanto de los de la primera entrega. Por otra, ciertos elementos quedan en un limbo en que no sé si se trata de inconsistencias narrativas o tienen explicación (ausente aquí) en el universo Alien: por ejemplo, la escena en que un facehugger acecha a Newt a cámara lenta, en lugar de con su celeridad habitual (¿tiene sentido con el hecho de que la presa esté indefensa o sacrifican coherencia para crear una escena de genial tensión?), o el hecho de que nunca terminemos de saber si la reina y el resto de xenomorfos asentados bajo la colonia proceden de un único facehugger, el primero que vemos al comienzo (con lo que tendríamos bichos iguales originando bichos distintos, algo que no parece muy lógico), o de distintos huevos en la nave de la primera película y explorada por la familia de Newt (con lo que tendríamos una colonia de idiotas que no se han molestado en investigar a veinte pasos de donde se han instalado). Aparte, considero que con el montaje del director queda una cinta excesivamente larga que tarda un poco en arrancar, pero dado que las escenas eliminadas del montaje final son relevantes en la trama, la versión para cine tiene menor consistencia interna. Que, por cierto, es fácil saber cuáles son dichas escenas, pues en la versión española tienen un doblaje completamente distinto del original.

A: El propio Cameron definió su versión como una ruta por una mala carretera más larga y peor asfaltada. Y por tanto más emocionante. Si es posible que la película tarda en arrancar, pero lo hace para dar a los personajes más capas. Aunque sea a través de chistes sobre si a Vásquez le han confundido con un hombre.


"¿A dónde te crees que vas después de haberle puesto pegas a mi película?"

J: No se me malinterprete: la versión del director me parece mejor. Creo que el metraje que añade es útil, y el que sobra, sobra también en la versión de cine. Pero cuando sobrepasas holgadamente las dos horas, y tardas en arrancar, en una película de acción, cierto lastre hay. Especialmente si esa intención de construir personajes no deja de derivar en un personaje que ya tenías construido de otra película anterior, otro puñado que son básicamente tópicos de acción, y una niña que magistralmente construyes con una sola escena. Tanto bagaje inicial lo veo, francamente, muy desaprovechado, aunque entienda la intención.

A: Si es cierto que es mucha caña para el body. De hecho, mis compañeros de maratón y yo decidimos que mejor Alien3 para otro día. ¿Debo de tener miedo?

J: Ten miedo. Mucho miedo. Digamos que es un guión que se llevó más destrozos y recortes que el de Alien: Engin… Perdón, quiero decir, Prometheus. Y ya es decir. Así y todo, pierde cuidado, que la saga aún caerá más bajo...

A: Ya que hablamos de guiones, hay que decir que el guión corre a cargo de James Cameron. También he leído que lo escribió mientras esperaba que Arnold terminase de rodar Conan, el bárbaro y estuviese disponible para Terminator, y que se apostó llevarlo a la gran pantalla dependiendo del funcionamiento de taquilla de esta última. Terminator y Aliens fueron vitales para que Cameron dejase de ser considerado un guionista solamente, sino también uno de los directores de su generación en lo que ciencia ficción se refiere.

J: No en vano es esta la, para mi gusto, mejor etapa artística de su carrera: Aliens, la saga Terminator y la injustamente olvidada en comparación Abyss, frente a las grandes superproducciones que haría luego. Sin duda, aquí demuestra que no solo es capaz de rodar una secuela a la altura, sino de ampliar con mucho tino el universo creado por Scott, dejando su propia huella y un reguero de cadáveres detrás. Tú dudo que le puedas pedir más.

A: No muchos más. Para concluir: si quieres pasar miedo, Alien; pero si quieres diversión, Aliens es tu película. Y con esto me despido. Por ahora.

J: Y si quieres vomitar, Alien: Resurrección. Pero ya iremos a ello en su momento. Nos vemos pronto con Alien3. Buenos días, y buena suerte.

BONUS TRACK: Otro homenaje toca, por desgracia. Esta vez, a Bill Paxton, fallecido hace apenas dos meses, al que dedicamos esta reseña.

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