miércoles, 7 de septiembre de 2016

Star Trek II: La ira de Khan (1982)



¡Desde el corazón del infierno yo te apuñalo!

Empezamos fuerte la crítica. Pocas frases en la historia del cine han sido tan contundentes como el ejemplo que tenemos aquí. Estamos posiblemente en el momento más épico de toda la saga de Star Trek. El villano, uno de los peores a los que se ha enfrentado la tripulación del Enterprise, realiza su ataque final sobre el capitán Kirk totalmente rabioso y consumido por la necesidad de venganza.

Pero pongamos un poco de contexto. Vayamos a 1982, cuando salió la segunda entrega de la saga. La primera no había fracasado pero había llegado tarde - diez años tarde - y su espíritu estaba quizá un poco pasado de moda para una época marcada por Vietnam. Había que darle un giro de tuerca y ser más agresivos sin perder la esencia.

La película trata sobre el regreso de Khan. Ya había aparecido en un capítulo de la serie pero se puede ver con total independencia. Khan es un ser genéticamente mejorado que ha vivido un duro destierro y la muerte de su esposa, y está muy, pero que muy, cabreado. Culpa de todo al ahora almirante Kirk y el destino le ha concedido la oportunidad de saldar cuentas.



Hay muchos paralelismos entre Khan y el capitán Ahab de Moby Dick, influencia que se puede comprobar en los diálogos. Es una historia de venganza y que trata de poner al límite al capitán Kirk y a Spock, así como al resto de la tripulación. El miedo a la muerte es otro de los pulsos dramáticos de la película. Está presente desde la escena inicial donde se muestra una prueba que es imposible de resolver para adiestrar a los futuros cadetes en el miedo a la muerte y que hacer cuando todo está perdido. El capitán Kirk consiguió superar la prueba la prueba insuperable y ufano presume de haber engañado al sistema. Pero en el espacio ve como la soga rodea su cuello y empieza a apretarse.

Las escenas donde se ve la recién descubierta vulnerabilidad del capitán son multitud y bastante célebres como el mítico grito desesperado de Kirk o el diálogo melancólico final con Spock. El arrogante capitán se humaniza de verdad y deja por un momento que veamos en él cierta debilidad para redimirse y volver a encontrar su destino. Lo interpreta William Shatner que cumple perfectamente con su labor.



Leonard Nimoy, que fue homenajeado como se merece en la última película de la saga tras su fallecimiento, vuelve a dar vida a Spock; la voz de la lógica incluso en las situaciones más desesperadas. Protagoniza uno de los mejores momentos de la saga en ese conversación final con su compañero de toda la saga Shatner. El resto del reparto cumple a la perfección.

Pero quien se come la película es Ricardo Montalván que encarna al mítico villano Khan. Lleva al extremo el estilo teatral de las actuaciones de la película y la lleva a otro nivel. Khan es formidable, poderoso, iracundo y está determinado a llevar a cabo su venganza. Cada instante que está en pantalla es impagable. Su presencia, su carisma y sus frases épicas son todavía recordadas y en ocasiones parodiadas por varias series y vídeos de youtube.



El guión es consistente y consigue dar fuerza a los personajes. La historia la escribieron Jack B. Sowards y Harve Bennet pero tras un complicado desarrollo de la historia, fue finalmente concluida en 12 días por el director Nicholas Meyer aunque no aceptó figurar en los créditos. El objetivo que tenía Meyer en mente – quien no sabía nada de la saga - era humanizar a los personajes sin perder de vista el objetivo principal de la franquicia de explorar el universo y preservar la paz. Sin embargo, la película se muestra bastante oscura y no tiene miedo de que haya muertes dolorosas.

A los efectos técnicos se le ven el cartón ya treinta años después. Sin embargo, para su época fueron una novedad. La película no se ve afectada visualmente por estos efectos de forma grave, al contrario, la hace ganar en encanto ochentero que da cierto toque de nostalgia. La música también es destacable, compuesta por un referente como es James Horner.

A pesar del renacer de la saga y el necesario lavado de cara que tan buenos resultados ha aportado, muchos fans todavía consideran a esta película como la mejor de la saga. Al margen de cuestiones subjetivas, es indudable que es un icono del cine de los ochenta en el que se inspiró bastante J.J Abrams para la segunda entrega de su reboot rescatando al mismo villano y filmando varias escenas similares a la original. Así que está muy bien disfrutar con Abrams pero no olvidemos a Ricardo Montalván. Es muy vengativo y os lo hará pagar.

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Tengo que ver esto?: Si te gustan las space opera y te encandila el cine de los ochenta.


¿Dónde debería ver esto?: En una nave espacial mientras te persigue un melenudo con ganas de tomarse la justicia por su mano.

Me ha gustado, ¿dónde hay más?: A parte de las obvias de Star Wars y Star Trek, puedes probar con películas míticas de los ochenta como Flash Gordon,

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