¡Desde
el corazón del infierno yo te apuñalo!
Empezamos
fuerte la crítica. Pocas frases en la historia del cine han sido tan
contundentes como el ejemplo que tenemos aquí. Estamos posiblemente
en el momento más épico de toda la saga de Star Trek. El villano,
uno de los peores a los que se ha enfrentado la tripulación del
Enterprise, realiza su ataque final sobre el capitán Kirk totalmente
rabioso y consumido por la necesidad de venganza.
Pero
pongamos un poco de contexto. Vayamos a 1982, cuando salió la
segunda entrega de la saga. La primera no había fracasado pero había
llegado tarde - diez años tarde - y su espíritu estaba quizá un
poco pasado de moda para una época marcada por Vietnam. Había que
darle un giro de tuerca y ser más agresivos sin perder la esencia.
Hay
muchos paralelismos entre Khan y el capitán Ahab de Moby Dick,
influencia que se puede comprobar en los diálogos. Es una historia
de venganza y que trata de poner al límite al capitán Kirk y a
Spock, así como al resto de la tripulación. El miedo a la muerte es
otro de los pulsos dramáticos de la película. Está presente desde
la escena inicial donde se muestra una prueba que es imposible de
resolver para adiestrar a los futuros cadetes en el miedo a la muerte
y que hacer cuando todo está perdido. El capitán Kirk consiguió
superar la prueba la prueba insuperable y ufano presume de haber
engañado al sistema. Pero en el espacio ve como la soga rodea su
cuello y empieza a apretarse.
Las
escenas donde se ve la recién descubierta vulnerabilidad del capitán
son multitud y bastante célebres como el mítico grito desesperado
de Kirk o el diálogo melancólico final con Spock. El arrogante
capitán se humaniza de verdad y deja por un momento que veamos en él
cierta debilidad para redimirse y volver a encontrar su destino. Lo
interpreta William Shatner que cumple perfectamente con su labor.
Leonard
Nimoy, que fue homenajeado como se merece en la última película de
la saga tras su fallecimiento, vuelve a dar vida a Spock; la voz de
la lógica incluso en las situaciones más desesperadas. Protagoniza
uno de los mejores momentos de la saga en ese conversación final con
su compañero de toda la saga Shatner. El resto del reparto cumple a
la perfección.
Pero
quien se come la película es Ricardo Montalván que encarna al
mítico villano Khan. Lleva al extremo el estilo teatral de las
actuaciones de la película y la lleva a otro nivel. Khan es
formidable, poderoso, iracundo y está determinado a llevar a cabo su
venganza. Cada instante que está en pantalla es impagable. Su
presencia, su carisma y sus frases épicas son todavía recordadas y
en ocasiones parodiadas por varias series y vídeos de youtube.
El
guión es consistente y consigue dar fuerza a los personajes. La
historia la escribieron Jack B. Sowards y Harve Bennet pero tras un
complicado desarrollo de la historia, fue finalmente concluida en 12
días por el director Nicholas Meyer aunque no aceptó figurar en los
créditos. El objetivo que tenía Meyer en mente – quien no sabía
nada de la saga - era humanizar a los personajes sin perder de vista
el objetivo principal de la franquicia de explorar el universo y
preservar la paz. Sin embargo, la película se muestra bastante
oscura y no tiene miedo de que haya muertes dolorosas.
A
los efectos técnicos se le ven el cartón ya treinta años después.
Sin embargo, para su época fueron una novedad. La película no se ve
afectada visualmente por estos efectos de forma grave, al contrario,
la hace ganar en encanto ochentero que da cierto toque de nostalgia.
La música también es destacable, compuesta por un referente como es
James Horner.
A
pesar del renacer de la saga y el necesario lavado de cara que tan
buenos resultados ha aportado, muchos fans todavía consideran a esta
película como la mejor de la saga. Al margen de cuestiones
subjetivas, es indudable que es un icono del cine de los ochenta en
el que se inspiró bastante J.J Abrams para la segunda entrega de su
reboot rescatando al mismo villano y filmando varias escenas
similares a la original. Así que está muy bien disfrutar con Abrams
pero no olvidemos a Ricardo Montalván. Es muy vengativo y os lo
hará pagar.
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Tengo que ver esto?: Si
te gustan las space opera y te encandila el cine de los ochenta.
¿Cuál
es el mejor momento?: El final, donde Kahn te apuñala desde el corazón del infierno.
¿Dónde
debería ver esto?: En una nave
espacial mientras te persigue un melenudo con ganas de tomarse la
justicia por su mano.
Me
ha gustado, ¿dónde hay más?: A
parte de las obvias de Star Wars y Star Trek, puedes probar con
películas míticas de los ochenta como Flash Gordon,
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