miércoles, 14 de septiembre de 2016

Kubo y las dos cuerdas mágicas (2016)


If you must blink, do it now

Prometí hace eones una crítica de Lost y no he cumplido, pero como hoy la tarde ha sido una depresión de toparme con gente que habla sin tener p*** idea de las j******* m****** que van soltando por ahí, y de escribir artículos sobre paraísos fiscales, supervillanas de cómic lesbianas y otras cosas absurdas (¡autopublicidad!), pues mira, sigo este stream flow of consciousness o como sea y os digo que he visto Kubo y las dos cuerdas mágicas y me ha parecido MARAVILLOSA.

Tanto que he apostado en Twitter mi maltrecha virilidad en favor de su Oscar.


Y lo he hecho tranquilo. Kubo y las dos cuerdas mágicas no solo es, con diferencia, la mejor película que Laika haya producido hasta el día de hoy, sino que también resulta una de las apuestas más atractivas del cine de animación reciente.

Su huella particular nos hace soñar, al menos a mí, que tal vez esa belleza inocente que desprendía Ghibli, tendrá su testigo occidental. Y de paso, llena un pequeño hueco que se abrió en el corazón de los fans de la animación independiente con ese proyecto aún lejano que es la serie animada de inspiración mitológica balcánica The Golden Apple.

Porque Kubo y las dos cuerdas mágicas bebe, y mucho, de la narrativa mitológica. Nuestro protagonista es un joven que dedica los días a cuidar a su madre (que por el día entra en un estado casi catatónico que desaparece al caer la noche) con el dinero que gana haciendo funciones teatrales gracias a su facilidad para el origami… un origami que es capaz de dotar de vida tocando su shamisen.


Veo a Kubo y no puedo evitar pensar en Kvothe. Es superior a mí.

Desde ese inicio de cotidianeidad, en un pueblo costero de pequeña población, encontramos ya ciertos tópicos que serán habituales en la narrativa fantástica-mitológica de corte más clásico. La película no huye de esos tópicos, sino que los trabaja con enorme acierto y los homenajea a su manera.

De hecho, el arquetipo del viaje del héroe probablemente no se pueda encarnar de manera más clara, en estructura y elementos recurrentes: tragedia familiar, un pasado que le relaciona con alguien de renombre, objetos mágicos que le ayudarán en su búsqueda… Incluso cobra un papel primordial ese número tres tan arraigado en historias de este corte: son tres los objetos que debe encontrar; son tres los extraños compañeros de viaje; son tres los enemigos de importancia a los que vencer…

La virtud de la cinta está en el hecho de que, como decía, sabe llevar a la perfección esos elementos recurrentes para alcanzar un resultado que, si bien puede resultar previsible en algunos de sus aspectos, no deja de tener un ritmo envidiable… y una madurez en las decisiones narrativas que es digna de elogio. Aderezado todo con un toque cómico que nunca se sobrepone al tono de aventura, ni tampoco resulta en exceso infantil.

Eso, en lo que al apartado narrativo se supone, porque del artístico no cabe sino abrir los ojos de par en par y cerrar la boca. La animación stop-motion característica del estudio está llevada a su máxima perfección (con un limitado acompañamiento del CGI para los lugares en que el stop-motion no puede llegar por su naturaleza), y tan solo tiene esos dejes espasmódicos de esta técnica de animación, pero muy ligeros, mantenidos a propósito para dotar de mayor personalidad a la cinta. Como si le hiciere falta, vaya.


Sí, aquí se tira de CGI. Pero da igual, sigue siendo una pasada de animación.

Además, acierta al saber combinar también animaciones distintas en algunos pasajes. El papel de lo onírico tiene una presencia que se nota de manera visual, a lo que se une el juego con las figuras de papiroflexia; todas las escenas tienen un sello personal que las hace reconocibles al primer vistazo.

Y por si todo no bastara, el cierre en los créditos hace un breve guiño, como ya lo hacía en Los Boxtrolls, al enorme trabajo de animación que queda detrás, y que es de esos que le hacen a uno plantearse si no merecería el cine de animación una categoría técnica propia.

Al final, el juego a caballo entre el relato épico del viaje y el propio viaje del héroe se dirimirá con una apuesta por ambas, por la pluma y la espada, cada una en su justo momento. Y ese papel que otorgamos a la música como nexo de unión entre la magia, los recuerdos, las historias, y el amor, se verá consolidado con la pieza que cierra los créditos, en que Regina Spektor deleita con una versión fantástica, en el sentido más literal de la palabra, del “While My Guitar Gently Sleeps” de Harrison.

Sin duda, se postula como una gran favorita a los Oscar. Podemos adelantar que Vaiana (Moana), la nueva cinta de Disney, será también una de las competidoras, probablemente la más dura de batir, si la película satisface las expectativas que nos está creando. Cabría ver si resulta mejor en su ejecución, o si surge alguna otra contendiente, pero, desde luego, estamos con Kubo y las dos cuerdas mágicas ante una cinta que podría disputar la estatuilla en igualdad de condiciones con más de una ganadora de años anteriores.

Esta escena es perfecta, además de una dramatización
de la recogida del Oscar, como podéis obervar.

Visionado recomendado. Cuanto antes.

Allez-y, mes ami!

Buenos días, y buena suerte.
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¿Tengo que ver esto?: Pocas veces he salido del cine tan convencido de recomendar una película de animación (vi recientemente El Principito de Mark Osborne y también me pareció muy genial, pero como fue en DVD, no cuenta). Sí.

¿Cuál es el mejor momento?: El final me parece tan desgarrador como bello. Y la escena de la revelación en el antiguo hogar, en general, me parece fantástica.

¿Dónde debería ver esto?: El Japón mitológico es nido de cosas preciosas.

Me ha gustado, ¿dónde hay más?: Con el stop-motion, Laika tiene otras tres a sus espaldas: Coraline, ParaNorman, y Los Boxtrolls, que tienen un estilo muy similar (y, como esta, más de una capa de análisis). Con todo, en lo que a historia se refiere me atrevería más a recomendar, quizás, La canción del mar o… O no sé, sinceramente. Probad con esas, y si tenéis ganas de más, preguntadme.

Tráiler en español (en inglés, que la he visto, el doblaje es fantástico, aviso)

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