“Lo esencial es invisible a los ojos”
Cuando
te lanzas a la adaptación de una obra tan querida, el foco puesto en cómo vas a
desarrollar las cosas es, sin duda, grande. Cuando además la obra ya ha sido
trasladada tantas veces a la pantalla, la presión es si cabe mayor. Al cabo, ¿qué
visión nueva cabe aportar sin pervertir el original?
Mark
Osborne, que ya encandiló a los Oscar con el desasosegante corto More en 1998, y que se consolidó en el cine de animación dirigiendo
Kung Fu Panda (amén de trabajar en Bob Esponja a menudo, pero en las
escenas de acción real), logra lo que parecía imposible: mantener toda la
esencia de la obra original de Saint-Exupéry, mientras la dota de su propio
sello.
El
foco, a pesar del título de la película, no es aquí tanto el Principito como
una niña cuyo nombre desconocemos, que traba amistad con el anciano Aviador.
Éste le cuenta la historia del Principito y su encuentro en el Sáhara, lo que
llevará a la Niña a embarcarse en su búsqueda acompañada de un feo zorro de
peluche.
Para
ello, Osborne hace un ejercicio de licencia literaria al utilizar al Aviador
como nexo entre ambos relatos, olvidando que éste era el propio Saint-Exupéry
en la novela (y, por tanto, su desaparición y más tarde confirmada muerte en el
Mediterráneo en la Segunda Guerra Mundial).
El
Aviador es el recurso que usa Osborne para invertir los papeles, a modo de
espejo de lo que sucede en el relato del encuentro en el desierto: si el
Principito simbolizaba la infancia y el Aviador la seriedad adulta; en la época
actual es el Aviador el símbolo infantil, mientras que la Niña juega ese papel
de adulta del que tendrá que desprenderse.
Aunque
se crean paralelismos que sirvan de unión, el estilo y formato de la película
es muy distinto en ambas vertientes. El hilo conductor nuevo que aporta Osborne
sigue una animación en 3D de gran calidad, pero no demasiada personalidad, que
difiere poco de otras cintas del género; mucho más destacable es el texto
original, con una animación en stop-motion que recoge bastante inspiración
tanto del libro de Saint-Exupéry (incluso se hace un ejercicio metalingüístico,
al presentar reproducciones de las páginas dibujadas de la obra original) como
del estilo de los estudios Laika de que hablaba el otro día a colación del
estreno de Kubo y las dos cuerdas mágicas: no en vano trabajan en la cinta la guionista Irena Brignull
(que firmó Los Boxtrolls) y el
modelador Joe Schmidt (Coraline).
Con
todo, a pesar de lo bien construido de la cinta, que resulta un destacable
ejercicio de artesanía, sí que podrían ponerle pegas los más puristas, pues
elimina algunas escenas y diálogos de gran importancia del libro (a pesar de,
ya digo, la gran fidelidad al texto), que le dotaban a este de una profundidad
mayor que la que tiene la película.
Es una
queja mínima, en realidad. La cinta cumple y supera todas las expectativas sin
ningún problema, completando sus virtudes con una banda sonora y un doblaje (en
inglés al menos, aunque por lo que sé en español merece la pena en igual
medida) de primer nivel. Sin perderse en el trasfondo, toca con perfecta
sensibilidad los temas centrales del libro, y demuestra, a pesar de su reivindicación
de la infancia, un grandísimo acierto en las escenas más maduras y tristes.
Porque
sí, ya os garantizo a quienes fuereis fans del libro que vais a llorar. Y quizás
las demás también.
Una adaptación
de primer nivel. Limpia el mal sabor de boca que dejara la nefasta serie de animación
francesa lanzada en 2010 (que, entre otras locuras, incluía a una rosa con
rostro humano. Sin comentarios), y dado su reciente lanzamiento en EE.UU. (en
Francia se estrenó el pasado año) se postula, espero, como posible candidata a
los Premios de la Academia.
Buenos
días, y buena suerte.
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¿Tengo que ver esto?: Si eres fan de la obra original, sin
duda. Si no… Bueno, ya digo que me parece una gran película, pero no es para
todo tipo de público. Recomendaría leer el libro antes, y luego tomar la
decisión.
¿Cuál es el mejor momento?: Creo que aquí la cuestión, como en
el libro, está en la preferencia personal. El reencuentro con la Rosa o la
despedida del Zorro (a pesar de que omitan la mejor parte de dicha escena) me
parecen momentos fantásticos.
¿Dónde debería ver esto?: En el Sáhara hace calor, pero si te
fijas bien en cierto paisaje, tal vez encuentres al Principito, le escuches reír
y te pida que dibujes un cordero...
Me ha gustado, ¿dónde hay más?: Saltando de medio, ya digo que
recomiendo mucho el libro junto con la película. Cambiando la línea de la
recomendación… Peter Pan no deja de
tocar los mismos temas (aunque para mí de manera muy inferior) con lo que la
versión de Disney de 1953 es una buena opción. Del mismo Osborne, Kung Fu Panda también merece la pena,
aunque es algo absolutamente diferente de esto. Y no dejaría de recomendar,
como ya la recomendé el otro día Kubo y las dos cuerdas mágicas. No sé, sinceramente, es difícil encontrar
recomendaciones similares a esta película.
Tráiler (en inglés)
Tráiler (en inglés)
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