miércoles, 4 de noviembre de 2015

El Tuno Negro (2001)


-La vida es un culebrón, chaval, y lo malo es que al final vas y te mueres. Y si lo que quieres es emborracharte, deja de filosofar y bebe, ¡coño!.

Adrián: Hemos sobrevivido al ataque de Los Cuatro Fantásticos, aguantamos el tipo con Troll 2, e incluso nos hemos enfrentado al indie español. Pero en este blog no nos conformamos sino que buscamos más mierda. La razón puede deberse a nuestro masoquismo extremo o que ya nuestro cerebro se ha ido a la puta. Bueno, da igual. Os cuento esto porque Pablo Lafuente y un servidor hemos ido a por uno de los grandes exponentes del cine mierda patrio. Señoras y señores, con todos ustedes, El Tuno Negro.

Pablo: ¡Hola, lectores, cuánto tiempo! A ver, vamos a ir por partes. Para aclarar, diré que yo aún NO  he visto Cuatro Fantásticos. No me llama la idea y tengo mejores cosas que hacer, como darme martillazos en la entrepierna. Por otro lado, nuestra idea no era ver Tuno Negro, sino una cosa nominada al Goya llamada Hiroku y los defensores de Gaia. Porque me apetecía reírme un poco viendo una peli de animación horrenda, no por otra cosa. Pero no encontramos enlaces en el Interné y Adrián propuso esta pequeña gran abominación y, en fin… probablemente está en el Top 5 de peores cosas que hemos visto nunca. Que ya es decir, visto el nivel. ¿Detallas la majestuosa y original trama de esta obra maestra, Gándara?

A: La obra es un slasher basada en una leyenda urbana en la que un tuno de la universidad se dedica a matar a los elementos indeseables de la universidad para luchar contra la masificación de la enseñanza superior. Una serie de alumnos intentan detenerle ya que con la voz del doblador de Hannibal Lecter se ha puesto en contacto por medio de un chat sexual con nada más y nada menos que Silke, esa gran actriz de los noventa. La tipa en cuestión se dedica a ser borde con todo el mundo y luego follárselo. Se junta con un gañán de mucho cuidado interpretado por Jorge Sanz y un tío, al que le da rostro Patxi Freytez, que se apuesta aprobar o no una asignatura por una leyenda urbana. Luego está la policía y un profesor muy chungo, interpretado por un Eusebio Poncela en horas muy pero que muy bajas, pululando por ahí mientras va cayendo todo cristo. ¿Algo que añadir?



P:No, básicamente ese es el asunto. Bueno, hay más subcontexto y tal, pero no os vamos a estropear las sorpresas. Pa qué. Merecéis ser testigos de este engendro. Lo que sí os podemos decir es que pocas veces hemos visto una mezcla tan patética de clásicos de terror adolescente como Scream adaptada a la Salamanca cañí (sí, la acción transcurre en esta ciudad. No me digáis que no promete), unida a un reparto de actores “universitarios” de entre 25 y 30 tacos que, si tuvieron alguna reputación en su tiempo, la tiraron a la fosa séptica más profunda tras rodar este prodigio del séptimo arte. Empezando por Jorge Sanz y sus ganas de hacer competencia a Mario Casas en una futurible Tengo ganas de vocalizar, y pasando por viejas “promesas” como Silke, Fele Martínez o Rebecca Cobos. Si tú tampoco sabes quiénes son, mejor. MEJOR. Ah, y al principio hay un cameo de Maribel Verdú que merece un hueco en el panteón de nuestro cine. Sublime, excelso. Su puta madre.

A:Te metes con Salamanca como si vinieses de una ciudad decente. La verdad es que el casting está a la altura de su talento y logran una pieza digna de exponerse en Guantánamo como tortura. Hay escenas donde se les va totalmente la olla, como el primer asesinato durante una boda o cuando Enrique Villén empieza a disparar a estudiantes borrachos sin ton ni son. Y la escena de la hoguera en la que se cargan la lo que quedaba de la coherencia ya que exculpa al asesino.




P: ¿Pero no quedamos en que no hacíamos spoilers? Bueno, al menos no de las mejores partes, ojo. Si algo tiene de salvable Tuno es, sorprendentemente, su ritmo, ya que la peli dura 100 minutos, que tela tiene, y parece que dura eso, exactamente: 100 minutos. Lo único que acabarás pensando es que ya podían haberse ahorrado la mitad del rodaje. O el producto entero, ya que estamos.

A: ¿Y perdernos esos efectos especiales tan chupifantásticos? Si os quejásteis de la escena de los barriles de El Hobbit 2, de los barcos de 300: el origen de un imperio o del fuego de Los Juegos del Hambre es que no habéis visto esa sangre sabor caramelo o ese fuego que devora sin misericordia edificios históricos DE PIEDRA de tan bella y prestigiosa ciudad.



P: Vale, esa es otra. Teniendo en cuenta que estábamos en el 2001, en una escala del 1 al 10 yo le pondría a esos efectos -2 y pico, y estoy siendo generoso. Porque sí, aquí hay escenas de acción, hay “comedia” y también sangre, mucha sangre. O jugo de tomate muy mal disimulado llevado a la pantalla, pero no pasa nada, porque lo hemos pagado con el dinero de nuestros impuestos. Por otro lado, no recuerdo una peli en la que, literalmente, quiera que muera todo el mundo. Lo digo en serio: ninguno de los protas/secundarios/extras me produjo la más mínima empatía. ¿Sería por sus actuaciones desganadas, su estupidez contagiosa (esto va por ti, Jorge Sanz) o por sus frenéticos intentos de aparentar ser molones cuando en realidad dan más pena que Rosa Díez intentando captar votantes? Sea como sea, hay una trama en la que la gente empieza a morir y, creedme, no lo sentiréis por nadie. Silke es la prota, por cierto, y además de ser tan sosa como un pan de gambas mal hecho, tiene una presencia tan poco relevante en la peli que el gilipollesco giro final probablemente os la traiga al pairo. U os haga buscar en Páginas Amarillas las direcciones y teléfonos de los directores y los guionistas de este intento de terror juvenil convertido en comedia involuntaria que, os lo prometo, duele a cada segundo de su visionado. Y es gracioso, porque cada vez que la película intenta introducir algo interesante o mínimamente atractivo a la audiencia, se apuñala a sí misma con MUCHA fuerza. Como si se esforzase por caer aún más bajo.

A: Pues no te quejabas tanto de Silke cuando enseñaba las tetas.

P: La única cosa que no era plana de su actuación (jijiji. Perdón). A ver, ya que en conjunto era todo un horror, se veía venir el recurso de las tetas gratis en pantalla. Ya lo dije en su momento, la peli subió de un 1 a un 2 de golpe. Es un paso.



A: No sabía que le ibas a poner antes de eso un 1. Demasiado me parece. ¿Está a la altura de The Room y Troll 2?

P: Para mí, de hecho, es peor. Quiero decir, con esas dos me reí más que en un directo de Ilustres Ignorantes, y es un placer no te lo quita nadie. Aquí, risas, pocas… Lo que has dicho de Enrique Villén y las tetas, que ya es decir. Ya tiene que ser mala de solemnidad. Supongo que las únicas que la pueden superar como aberración son las profundas y filosóficas obras del indie Yonai Boix y el Batman y Robin de Schumacher. Aparte de esas, tiene pocas competidoras, porque no consigue ninguno de sus propósitos: asustar, entretener y dar espectáculo. Únele a todo esto una patética dirección, actuaciones que no son dignas ni en una obra escolar y un guión que, aunque parezca mentira, pretendía ser “serio”, y obtenemos a lo peor de lo peor de nuestro cine. Lo que te dije en tu casa al final del visionado, Adri: me siento sucio después de ver esto.

A: Mira aquí discrepo. Me parece muy pero que muy disfrutable. No quita que sea horrible. Pero es horriblemente buena. Se la puede denominar como la peor película española de la historia. Ahí tienen el titular.

P: Disfrutable mis huevos remojados al vapor. Si estáis lo suficientemente enfermos para mezclar cine español y terror universitario cutre, esta es vuestra peli. Si estáis tan enfermos como Adri, también.

A: No era necesario insultar. Te voy a dar el plátano de la amistad.  Pero, antes de eso, coincidimos que es la peor película española solo a la altura de Amanecidos, ¿no?

P: A la altura no. A esa no la gana nadie. Pero hace un esfuerzo loable, las cosas como son. Y ya que estamos, añado que me alegra haber vuelto al blog después de tanto tiempo. Aunque sea criticando petardos como este. Lo dicho, evitadla a no ser que os vaya el sadomaso. O algo peor.

A:Por último mencionar que la banda sonora que podemos definir como curiosa repleto de grupos conocidos como Def con Dos, El Canto del Loco, Tequila o El Hombre Gancho. Bueno nos despedimos por hoy. A ver si tardas menos de un mes en volver a escribir una crítica.

P: Se avecina Semana del Cine, así que… pronto volveré, eso es seguro. Abrazos, hasta la próxima y ya sabéis: estudiad mucho o el Tuno negro hará que os salga jugo de tomate del cuello y que os volváis actores mediocres. ¡Temed!

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