Vales lo
mismo que tu último artículo.
Este
ilustre blog tiene el privilegio de volver a cubrir, como ya realizo
el año pasado, el Festival de Cine Alemán que se celebra en los
Cines Palafox (calle Luchana Nº5). Desde aquí os animamos a
acercaros a alguno de los pases de una de las escuelas de cine
europeo más prestigiosas. Cada día me encargaré personalmente de
subir las críticas de los trabajos cinematográficos que se hayan
visto del día anterior.
Las
mentiras de los vencedores es
la encargada de inaugurar el festival. Desgraciadamente
ha sido una terrible decepción. La
cuarta película de Christoph Hochhäusler,
es una propuesta ambiciosa pero que descarrila desde el principio.
Intenta ser un thriller periodístico oscuro y deprimente sobre la
investigación de un soldado veterano de Afganistán que se ha
arrojado al foso de los leones, posiblemente enloquecido por culpa de
los productos tóxicos a los que ha estado expuesto.
La
intención de la película es hacernos ver el peligro que sufre el
periodismo libre y de compromiso social. Como dijo en la rueda de
prensa su director: Es un hecho que el periodismo está vivo pero
amenazado: se teme al buen periodista. Pero
también se centra en los males del periodismo y su facilidad de
errar, tanto por los propios reporteros como por parte de los jefes
de redacción. Todos ellos obsesionados por la primera plana.
Los principales puntos negativos de la película es su ritmo lento y que su argumento sea tan farragoso. Éste no tiene muy claro los
derroteros que quiere seguir. Se hace un lío entre la investigación
periodística, su falta de ética, la vida privada del protagonista, la manipulación de las empresas y un romance forzado. Todo esto provoca en el espectador confusión,
hastío y finalmente desinterés por lo que está viendo.
La verdad
es que es una pena, porque tiene también cosas muy buenas y que
podrían haber sido grandes ingredientes para un muy buen film. Está
muy bien rodada, con planos fantásticos. El ambiente deprimente está
muy bien conseguido y es bastante similar a los de Fincher en la
reciente Perdida o Zodiac. En ocasiones el uso de la cámara y
algunas escenas aisladas consiguen por un momento volver a
engancharte. Otra cosa que también me ha gustado es algún retazo de la exploración al mundo
de investigación periodístico pero desgraciadamente es algo
incompleto, fragmentado y con falto de ritmo. Son los mismos problemas que sufre toda la película.
Por otra
parte, la actuación es soberbia en todo momento, sobre todo por el
protagonista que está encarnado por Florian David Fitz. Tampoco desentona su
compañera, Lilith Stangenberg.
Otro gran
fallo del guión es el gran número de escenas y de subtramas
innecesarias. Aparece una serie de personajes que tras ser
desarrollados desaparecen de la faz de la pantalla, como el ministro y
el alto directivo colérico de la empresa. La conclusion también es
errada, con una secuencia que no termina de tener sentido, donde el protagonista es atacado por sus
peores demonios, la diabetes y el juego.
De todas
maneras, el equipo de este blog espera que el día de mañana se presente con
nuevas películas que nos dejen con un mejor sabor de boca. Os
animamos encarecidamente que le deis una oportunidad a este festival, a pesar de que la primera toma de contacto sea negativa.
¿Tengo que
verla?: A pesar de su ambición, es totalmente prescindible.
¿Cuál es
el mejor momento?: Algunas escenas que rezuman periodismo de calle.
De honrados mercenarios como diría Pérez Reverte.
¿Dónde
debería ver esto?: En el zoo de Berlín.
Me ha
gustado, ¿dónde hay más?: Hochhäusler, es
uno de los más afamados cineastas alemanes. Aunque está última obra me
parece un traspié importante, tiene películas que han gozado de gran
éxito en Alemania como Milchwald o Falscher Bekenner.
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