Vivir es fácil con los ojos cerrados (2013)

“En mi coche a los Beatles se le respeta. Vete fuera con Mick Jagger”

La academia ha hablado. Vivir es fácil con los ojos cerrados, la triunfadora de la antigua gala de los Goya donde obtuvo seis galardones, será quien represente a España en la carrera por el Oscar. Pero, ¿fue la mejor película española del año pasado? ¿cómo va a ser recibida en Hollywood?

El pequeño de los Trueba de nombre David, autor de otros films como Soldados de Salamina, La buena vida, u Obra maestra, ha utilizado una historia real. Un profesor de inglés, Juan Carrión aunque recibe el nombre de Antonio en la película, que viajo de Madrid a Almería para conocer a John Lennon durante el rodaje de Cómo gané la guerra. En su camino se encuentra con dos balas perdidas, a las que acoge bajo su ala mientras les intenta aleccionar sobre el futuro que ven ante sus ojos aunque huyan del presente.

Día 21: John Lennon sigue fumado.

La historia se desarrolla con sencillez, sin complicarse la vida. Esto permite dejarnos ver el paisaje desértico de Almería y de la España de los años 60. Aunque Antonio es un personaje que roza la pedantería, incluso bromea sobre ella, Javier Camara consigue en una muy lograda interpretación para que no resulte así, si no que se vea como el padre y el guía durante la travesía del desierto que necesitan esos pobres chicos. Un Goya muy merecido, y eso que no terminaba de ver a Camara fuera de la comedia. Natalia de Molina encarna a una joven embarazada que huye del rechazo de una institución especializada en futuras madres solteras. Aunque se nota que le falta todavía recorrido y experiencia, de hecho se va desinflando a medida que pasa el visionado, realiza un papel decente que fue premiado por el Goya a mejor actriz revelación. Peor papel realiza Francesc Colomer, conocido por Pan Negro. Su personaje tiene como padre a un guardia civil casposo, Jorge Sanz, del que se escapa por no querer cortarse el pelo. Del resto de secundarios destaca Ramón Fontseré, miembro de Els Joglars, con un papel corto pero carismático.

Sirva vino tabernero.

La dirección es sobria, centrándose tanto en el paisaje como en los personajes. El ritmo es lento, deja que todo se vaya desarrollando. El guión está currado y aunque a veces abuse de ser pretencioso, son comunes las sentencias ,el tono simpático lo disimula bastante bien. Algo que no me gusto del todo fue un detalle de la banda sonora. No es que sea mala, sino que eche de menos a los Beatles, ya que solo ponen una canción suya al final. Siendo los de Liverpool tan mencionados durante la película, tiene muy poco protagonismo.

Volvamos a las preguntas del primer párrafo. Aunque me gustó más Las brujas de Zugarramundi, Vivir con los ojos cerrados muetra ser una obra digna, superior a gran parte del resto de las nominadas. Sabiendo que para la Academia Álex de la Iglesia es un personaje molesto, el premio fue merecido. Pero soy muy pesimista con respecto a su carrera para el Oscar ya que es demasiado costumbrista y se centra demasiado en el caracter español, y eso le va a penalizar en Hollywood. Pero a pesar de ello, mantengo que sin ser para nada una obra maestra, es algo digno y apreciable, cosa que una gran parte del cine español no puede decir.

Lo mejor: El tono simpático de la película. Las actuaciones de Javier Camara y Ramón Fontseré.

Lo peor: Excesiva sencillez. La actuación de Francesc Colomer.

Nota: 7