viernes, 24 de enero de 2014

Lo mejor del 2013 (I)

Como muchos imagino ya sabéis, y se refleja además en mi prolongada ausencia por estos lares, soy desde hace varios meses colaborador en cierta revista de cine en la que nos han solicitado realizar una lista con nuestras diez cintas favoritas de este año. Sin embargo, solo se nos pide la lista sin más, dada la imposibilidad de que todos expliquemos el porqué de elegir esas diez. Algo que considero imprescindible.

Así que aquí me dedicaré a dar unas cuantas pinceladas sobre por qué estas me parecen las cintas más interesantes de este año. Obviamente, no puede ser una lista objetiva de las mejores (no he visto todo el cine estrenado en estos doce meses... y se me ocurren cosas que seguro me habrían encantado, como Coriolanus), y habrá algunas cuya inclusión os resulte extraña, pues la lista se refiere a las estrenadas en ese año en nuestro país… e incluye películas cuya andadura se remonta ya al 2012. Sea como fuere, allá vamos: lo imprescindible de este año, desde mi humilde y personalísimo punto de vista, hace su entrada en el blog.


10 – Pacific Rim



Alguno pensaréis que, si empiezo con esta película, no empiezo con buen pie la lista. No voy a negarlo: Pacific Rim no es una de las mejores películas del año. Considero que hay varias que la superan, como El mayordomo (de la que ya tenía escrito un breve panegírico, pero que en el último momento salió de esta lista), Lincoln (aunque con sus más y sus menos), o tal vez Ahora me ves. Es cierto: no es la mejor película de cuantas hay aquí, y ni siquiera la más original... ¡Es que ni es la mejor de Guillermo del Toro, vaya!

Pero sí que es de las más interesantes del año, y eso no creo que haya quien lo dude. El guión es sencillo, sin muchas pretensiones, para construir una historia que es un homenaje a los mecha de los años 80 (hola, Mazinger Z) con poco disimulo, y que, sin apenas fisuras y algún error menor (más cosa del montaje, me da en la nariz), desarrolla sin problemas una historia de acción, robots y monstruos gigantes, y peleas a gran escala con un ritmo trepidante.

Y luego está la estética. Pacific Rim es Transformers pero mejor hecho. Todo en ella, desde los diseños a la banda sonora, destila epicidad. La cinta es la respuesta de Del Toro a su imposibilidad de rodar El Hobbit, o su proyecto sobre los mitos de Cthulhu. Es la película que hizo para su niño interior. Para el niño que todos tenemos. Es un guiño a sus fantasías infantiles, dos horas de pura testosterona ingenua y gloriosa sin afán de pasar a la posteridad, y que abandona incluso la cierta oscuridad de los proyectos más comerciales del mejicano (en Hellboy estoy pensando). Es Del Toro haciendo lo que le da la gana. Y haciéndolo muy bien.

Además, por si no os parece suficiente para incluirla en la lista, es la única película que he visto en mi vida donde un robot gigante usa un barco carguero como bate de béisbol contra un monstruo gigante. No hay más que hablar.


9 – El vuelo



Denzel Washington es, sin duda, lo mejor en una película que derrocha buen hacer por los cuatro costados. Algo que, claro, no extraña cuando vemos que quien la firma es Robert Zemeckis, en la que es probablemente su mejor obra desde Náufrago, y que retoma uno de sus temas fetiche: el de la superación personal, que tanto le ayudó a arrasar con Forrest Gump.

Aquí el foco, sin embargo, no se pone en un personaje al que se le impongan dificultades, sino todo lo contrario: el capitán Whip Whitaker (Denzel Washington, nominado el pasado año por este papel) es uno de los pilotos con más talento de su profesión, algo que demuestra tras salvar a casi todo el pasaje de su vuelo en un aparato accidente aéreo. Cuando la investigación comienza, y se empieza a vislumbrar la adicción al alcohol y las drogas de Whitaker, Zemeckis nos embarca en una sórdida historia de mentiras, problemas personales y falta de voluntad, que desarrolla a lo largo de dos horas que pasan volando.

La dirección, inmejorable. Las actuaciones, más de lo mismo. El desarrollo de la cinta y su trasfondo no tienen precio. Y aparece John Goodman haciendo de traficante de drogas.


8 – El Gran Gatsby



Son pocas las personas a quienes la última cinta del excéntrico (para algunos excesivo) Baz Luhrmann dejó indiferentes. Para bien o para mal. Después de la fría acogida que tuvo Australia (de lo poco de su reducida filmografía que no me he atrevido a ver), todos los ojos estaban puestos en esta película, la adaptación de esa gran novela americana de Scott Fitzgerald... y con bastante desconfianza.

Y era una desconfianza justificada; su fidelidad al texto de Gatsby es hasta cierto punto aceptable, aunque el trasfondo queda muy velado en los, precisamente, adjetivos que mejor definen al australiano: exceso, extravagancia, hedonismo, estridencia... La estética de época lograda es impecable, a pesar de una banda sonora a base de temas actuales que no encaja ni de lejos tan bien como lo hizo en Moulin Rouge!, pero que así y todo sabe enlazar con maestría en las escenas, creando un resultado muy personal.

Por otra parte, las actuaciones son impecables. El compañero DiCaprio se come la pantalla (últimamente se le ve en racha... ¡y hasta sonríe por ello!), y Tobey Maguire (le disguste a quien le disguste... a mí, por ejemplo) hace un excelente papel de narrador en un recurso que no por primera vez utiliza Luhrmann. Y así con todos, especialmente con los coprotagonistas Carey Mulligan y Joel Edgerton. La historia es lenta, y a veces se pierde entre tanta fanfarria consumista y autocompasiva, pero sabe llevar poco a poco a buen puerto, apuntando a una tragedia final que cuando llega deja un amargo sabor...

¿Excelente? Es posible, pero poco probable. ¿Una gran cinta? Sin dudarlo. ¿Personal? Faltaría más. ¿Polémica inclusión en la lista? Me temo que sí. Luhrmann, cabrón, lo has vuelto a hacer.


7 – Mud



Mud es esa película que hizo a un cierto sector de la crítica empezar a vocear lo que yo (y mi madre, de paso) llevábamos años diciendo: Matthew McConaughey es un actor con un enorme potencial, más allá de sus papeles de guaperas (algo que ha confirmado su reciente nominación al Oscar por Dallas Buyers Club).

Aquí lo demuestra con creces, llevando sobre los hombros el peso de una película de ese curioso género que engrosan cintas como el Heavy de James Mangold (por poner un ejemplo que vi hace solo un par de días), y que se dedica a reflejar la vida cotidiana del estadounidense de las zonas rurales más alejadas del mundo y metidas en sí mismas. Evolucionadas, pero no. Lugares que a los Coen encantan, y se alejan del tiempo.

Y lo hace, ni más ni menos, que con un thriller donde le acompañan Reese Witherspoon, Sam Shepard o el joven Tye Sheridan, en una historia de amor y persecuciones con un ritmo sosegado, que se recrea en los paisajes, en los silencios, en ocasionales frases dilapidarías, y en mantener al espectador en vilo hasta el último segundo sumergiéndolo poco a poco en un mundo del que resultará complicadísimo salir...

Para decirlo sin rodeos: otras de esta lista podrán ser simples apuntes interesantes: Pero Mud... Mud es imprescindible para el cine de esta nueva década. Hasta Rotten Tomatoes, con la que cada día estoy menos de acuerdo, lo defiende, poniéndole un sorprendente 98% a la cinta.


6 – El Hobbit: la desolación de Smaug



Esta también va a crear polémica, sin duda. Ya he discutido estos días a menudo con un buen amigo (que de cine sabe un rato) que critica la película porque a su juicio carece de final. Y con muchos otros he debatido su relativa fidelidad al libro, sus patadas a las leyes de la física, o que (*sigh*) “es un coñazo”.

Pues me da igual. Ya hizo nuestra compañera Airume una crítica de la película en el preestreno, que comparto en buena parte. Solo que a mí me parece mejor. Empezando porque me parece mucho más entretenida que El señor de los anillos, no solo por su ritmo, sino también por la propia historia. Continuando con el hecho de que ESDLA también tenía unas patadas a la física interesantes y nadie se quejaba (ríome yo de Legolas surfeando orcos o surfeando olifantes por igual). Y terminando con el hecho de que argumentar que no es fiel al libro me parece una chorrada: no pretende serlo; pretende dar una visión general y de conjunto de la Tierra Media (ahora se rumorea que será una pentalogía, y miedo me da) y eso lo está haciendo de maravilla, siendo un acierto total el 95% de las cosas que incluye de otras obras de Tolkien o directamente inventa Peter Jackson.

Dicho eso, poco más hay que añadir. La película es más oscura y me parece, salvo por algunos errores técnicos o escenas demasiado alargadas, más madura y entretenida que su predecesora. Las actuaciones son fabulosas. El apartado visual es inmejorable. La banda sonora está a la altura. El clímax final (el coito interrumpido del último plano) es una gozada. Y... si es que mola, qué copón. Para mí Jackson ya ha superado con estas dos cintas su trabajo para ESDLA, y por muchos motivos. Si no se viene abajo con las siguientes, pensaré que el resultado es redondo.

2 comentarios:

  1. Muy de acuerdo con pacific rim, es una gran película si sabes de animes de mechas o de películas de kaijus(godzilla, rodan, gamera, etc...). Y también si te dejas llevar por tu niño interior.

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    1. Efectivamente, no es la mejor película del año, pero está muy bien realizada, y para volver a la infancia o para quienes nos gusta el género mecha, es una gozada :) ¡Gracias por pasarte!

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