"Eso también es típico de nuestra época. Ahora todo el mundo miente. Los folletos de las farmacias, los gobiernos, la radio, el cine, los periódicos... ¿Cómo pretendes que nosotros, los particulares, no mintamos?"
Me encuentro a punto de analizar la segunda película francesa que aparece en este blog, un clásico algo olvidado, pero alabado entre los críticos como una de las mejores películas de todos los tiempos.
"La regla del juego",dirigida por Jean Renoir, es otra joya de uno de los grandes años de la historia del cine, 1939 (el año en que empieza la II Guerra Mundial), que dio al mundo "El mago de Oz", "Lo que el viento se llevó" o "La diligencia", entre otras. Sin embargo, no se parece mucho a ninguna de ellas.
Desde el primer momento, Renoir nos advierte de que su película no es un estudio de costumbres, aunque sin pretenderlo, se ha convertido básicamente en eso, porque pocas otras cintas reflejan de una forma tan perfecta una sociedad o, mejor dicho, un modo de vida, como esta. "La regla del juego" muestra fantásticamente tanto a los aristócratas, en torno a los cuales gira la película, como a sus criados, y llegamos a conocer bien a los unos y a los otros.
André Jurieux, un aviador, vuelve a Francia después de cruzar al Atlántico motivado por una mujer casada, Christine, de la que está enamorado. Sin embargo, se lleva una enorme decepción cuando ve que ella no ha ido a recibirle. Así que, con la ayuda de Octave (el mismo Renoir), luchará por conquistarla durante una fiesta que organizan Christine y su marido.
Por otra parte, tenemos a la criada Lisette, infelizmente casada con el guardabosques Schumacher y que encuentra a alguien que la hace sentir bien, un nuevo compañero llamado Marceau. Así que lo que tenemos aquí es una telenovela venezolana condensada en hora y media.
Lógicamente, esto resulta más atractivo. El guión es sin duda excelente, y se nota que Renoir es un autor comprometido con su obra, que es capaz de disfrazarse de oso si la ocasión lo requiere. Sin embargo, no es nada de eso lo mejor de la película.
Lo que verdaderamente destaca es la naturalidad. Las interpretaciones son frescas, y los diálogos realistas pero sin caer en lo vulgar, y el aspecto del conjunto es muy agradable, ayuda a meterse en la película, cosa difícil debido al blanco y negro al que la gente tiene ahora tanto reparo.
El material es de comedia romántica ligera, y también sorprende que casi todos los personajes tengan dos o tres amantes (algunos no se lo toman muy mal, especialmente en esa escena con Christine y Genevieve, la amante de su marido, comentando cómo detestan ambas que él fume en la cama; o André y Robert, más comprensible porque los dos tienen "apaños"). Pero el estilo impecable de Renoir, tan importante como el de Welles en "Ciudadano Kane", hace que las imágenes trasciendan la pantalla.
Así que "La regla del juego" se convirtió en lo que Renoir pretendía, "una descripción exacta de la burguesía de nuestro tiempo". Y por tanto, en una obra maestra. Recomendable, sobre todo en versión original (el francés es un idioma muy bonito, según parece).
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LO MEJOR: Esa naturalidad en interpretaciones y diálogos, que hace que parezca casi un documental. Genial. Muy buenos personajes, también. Y (SPOILER, SPOILER) tiene unos minutos finales extraordinarios, con el final preferido para el espectador a punto de suceder y... tragedia por una confusión estúpida.
LO PEOR: A lo mejor los personajes son demasiado comprensivos con los líos de sus cónyuges. Eso choca, nada más. No es que sea algo malo, la verdad.
VALORACIÓN: 7,5
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TRÁILER
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