El Padrino (1972)

"A ese Woltz le haré una oferta que no rechazará."

Para conmemorar que ya han pasado tres semanas y media desde el cuadragésimo aniversario de la primera parte de "El Padrino", me congratula presentar de una vez por todas esta pequeña crítica, aunque según escribo estas líneas, no he revisitado la película. Lo haré más tarde, antes prefiero hablar de lo que recuerdo.

Sin duda hay escenas míticas: Michael en la cafetería, convirtiéndose de una vez por todas en el heredero del poder de los Corleone; la paliza que le da Sonny al marido de Connie (igualmente fantástico es su homenaje en Los Simpson, con Marge en el papel de Sonny), por maltratarla; al director de cine despertándose con la cabeza de caballo ensangrentada en su regazo... Y por estar tan inmersa en nuestro subsconsciente es muy difícil de analizar sin repetir lo que ya han dicho antes que yo centenares de críticos mucho más preparados y cultos en estos temas. Por tanto, casi me avergüenzo de estar haciendo esto, pero me ha tocado por decisión unánime (es decir: lo ha decidido una sola persona).

Y también son memorables las circunstancias que rodearon a la propia producción y al estreno: las pegas que el estudio puso para no contratar a Brando, con la excusa de que era muy difícil trabajar con él (seguramente con fundamento), las escenas violentas para la época, siguiendo los estándares establecidos por "Bonnie y Clyde"; la humanización de la mafia... Pese a todo, acabó recaudando más que ninguna película hasta esa fecha, y sigue siendo considerada una de las películas americanas definitivas, con razón.

Dos horas y cuarenta ocho minutos después, creo que ya me encuentro en condiciones de opinar. Los primeros veinticinco minutos de la película están dedicados a la famosa escena de la boda de Connie (Talia Shire), con cada miembro de la familia dedicado a sus labores, definiendo a los personajes: Don Vito (Marlon Brando), el padrino, y su hijo adoptado y mano derecha Tom Hagen (Robert Duvall), atienden peticiones de los amigos de la familia; Sonny (James Caan), el mediano, se dedica básicamente a agredir a fotógrafos y a engañar a su mujer con una dama de honor; y el hermano menor, Michael (Al Pacino) intenta convencer a su cada vez más preocupada novia Kay (Diane Keaton) de que él no es como el resto de sus familiares. Los nombres del reparto lo dicen todo: es el mejor grupo de actores que se ha juntado en una película jamás: entre todos suman 5 Oscars y 25 nominaciones.

La acción comienza cuando Vito se niega a hacer negocios con Sollozzo, un narcotraficante que trabaja con los Tattaglia, una familia rival; y que pide el apoyo político con el que cuentan los Corleone .Se desencadena una serie de sucesos que acaba con Luca Brasi, un hombre de confianza de Vito, muerto; Tom secuestrado y el propio Vito tiroteado. Estos acontecimientos ocasionan que Michael, al principio reacio a meterse en los asuntos turbios de los Corleone, no tenga más remedio que echar una mano a Sonny, el líder durante el período de hospitalización de Vito (plagado de tensión, ya que toda la familia está vigilante por si los Tattaglia aparecen para rematarlo). Mientras, comienzan los choques: Sonny quiere ir a la guerra, y Tom prefiere negociar con Sollozzo.

El momento definitivo para Michael llega cuando se ofrece para entrevistarse con (y cargarse a) Sollozzo y McCluskey, un policía corrupto que protege a Sollozzo: el que no quería saber nada de ese mundo se convierte en otro miembro más de los Corleone de una vez por todas.

Ese es básicamente el tema central de la película: como las circunstancias obligan a que Michael se haga responsable de los Corleone, y no sólo eso. Para el final de la película, se ha convertido en un líder despiadado y poderoso, que toma una decisión arriesgada pese a su inexperiencia y que tiene éxito, aunque esto obstaculice lógicamente su relación con Kay. Él es, pese a que el personaje de Vito se ha convertido en leyenda (gracias a la que tal vez sea la mejor interpretación de la historia), el protagonista del film, el centro de la trama, y de hecho sale más minutos en pantalla que Brando (lo que hace que sea comprensible que Pacino se enfadara al no ser nominado al Oscar a Mejor Actor, si no a Mejor Actor Secundario).

Como no podría ser de otra forma, el reparto es colosal, y el material de Puzo, autor de la novela en que se basa la película, no pudo haber caído en manos mejores que las de Francis Ford Coppola. Pese a que el argumento es complejo, dada la multitud de personajes secundarios (y es normal que se te olvide quién era alguien cuando aparece o cuando dicen su nombre), Coppola consigue que no se pierda el hilo en ningún momento. En los aspectos técnicos, pese a que no soy un entendido en el tema, me parece que el equipo hace un trabajo formidable en ambientar los años cuarenta. Y, por supuesto, no podría concebirse una crítica de "El Padrino" sin hablar de la inolvidable banda sonora de Nino Rota, viejo colaborador de Fellini.

El debate sigue abierto: ¿"Kane" o "El Padrino"? No sabría decir, me encantaron las dos. Esta tiene a Kubrick en su favor, que opinó que era posiblemente la mejor película de la historia; y también a unos cuantos miembros de la Mafia, que salieron conmovidos de los cines. En cualquier caso, ambas película son de visionado obligatorio para todo ser humano, sea aficionado al cine o no.

Moctezuma

--------------------------------------------------
LO MEJOR: Sería difícil elegir, pero creo que la perfección de la escena de la boda como introducción es inigualable.
LO PEOR: Tal vez sea un poco triste matar a un personaje mítico mientras corretea con una cáscara de naranja en la boca, pero bueno, la vida es así. Ah, y la pelea entre Sonny y Carlo tiene demasiados momentos inintencionadamente cómicos.
VALORACIÓN: 9/10
--------------------------------------------------
TRÁILER (en inglés)