A
Nancy le golpearon una vez y todo el mundo perdió la cabeza. A mí
me golpeaban todo el tiempo.
La historia del deporte incluye numerosos
ejemplos de superación, relatos de decadencia deportiva, narraciones
de caídas en desgracia y también de injusticia social que sufrieron
los hombres y mujeres que competían. La vida de Tonya Harding
incluye todas y cada una de ellas. La patinadora salida de los
suburbios de Portland, pobre, con una vida que la empujaba a ser
basura blanca y con un talento único para patinar. Ese don que una
madre decidió explotar a conciencia con crueldad para que diese lo
mejor de sí. Tampoco mejoró estar casada con un hombrecillo
acomplejado y maltratador. Aún así, se convirtió en la primera
mujer estadounidense que consiguió el triple axel. Sin embargo,
nadie recuerda eso, ya que Tonya es famosa por la agresión de un
matón a su rival Nancy Kerringan antes de los Juegos Olímpicos de
Invierno.
Con todos estos ingredientes alguien
tenía que sacar una película sobre ella. I, Tonya humaniza a
una de las grandes villanas del deporte estadounidense, presa de su
situación, personal y de unos imbéciles con ínfulas de espías que
acabaron con su carrera. Aunque esto es una película y no un juicio
o la realidad, posiblemente su imagen pública mejore en esta
película, y quien sabe, puede que realmente se aproximen a la verdad
(se han inspirado en las entrevistas reales a los protagonistas, por
muy surrealistas que sean).
La historia ha señalado a Tonya como la
gran villana. Como ella misma dice en la película: América.
Ellos necesitan a alguien para amar, ellos necesitan a alguien para
odiar. Ella fue la gran perjudicada ya que finalmente no pudo
volver a competir tras el veredicto del juicio sobre la agresión. Su
última actuación fue un decepcionante y mediático (una de las
mayores audiencias en la historia del deporte estadounidense) octavo
puesto en los Juegos tras superarla por completo la presión. La
película decide tener una estructura de documental, simulando
entrevistas a sus protagonistas – como he dicho muchas de ellas
sacadas de la realidad, por mucho que nos sorprenda – y todos los
pasos de la patinadora son comentados por ella misma, su madre, su
esposo, el amigo tarado del esposo y periodistas.
Ya se puede decir que es una de las grandes actrices de su generación |
La película no duda en ensalzar sus
logros deportivos tanto con escenas de gran factura de sus momentos
patinando o de como consiguió el triple axel, pero como la misma
Tonya reconoce en la película, hemos ido a ver a su situación
personal que tanto la marcó como la relación con una madre
explotadora y abusadora totalmente carente de cariño hacia ella
mientras la agrede de todas formas posibles para sacar lo mejor de
ella en la pista de patinaje (muy al estilo de Whiplash).
Totalmente desastrosa en todo lo que estaba fuera de la pista de
patinaje, se casó con el primer hombre que le dio algo que pudo
entender como cariño, en lo que fue una una relación tóxica
marcada por las peleas y los malos tratos. Como ella misma dice al
final, se convirtió en boxeadora – sí, su vida dio para mucho –
y la razón fue: ¿Por qué no? La violencia era todo lo que yo
conocía.
Por si fuera poco, dentro de las pistas
también sufría desprecios ya que no pudo huir de la despiadada
mirada de los jueces que la despreciaban por ser pobre, por ser
basura blanca. Como bien le dice un juez, no es la imagen familiar
que quieren dar al país. Se la rechaza por su actuación rebelde,
por usar a ZZ Top como música mientras patina y por protestar
airadamente cuando es discriminada aunque evidentemente es la mejor.
Tonya ve como su carrera queda empañada por el racismo clasista y ni
siquiera cuando trata de enmendarse es capaz de sacarse ese estigma.
Llevar a un personaje al matrato para dar lo mejor de sí es sinónimo de Oscar como prueba ella y J.K. Simmons |
Y todavía no he hablado del incidente.
Como concluye Tonya: todo el mundo tiene su verdad y la vida solo
hace lo que ella quiere. ¿Qué pasó exactamente? Según la
película una sucesión de chapuzas protagonizados por mentecatos
empezando por su marido, un amigo que confesó en su momento en
televisión trabajar de espía a pesar de que la periodista negaba el
dato una y otra vez y unos matones a los que vino grande todo. ¿Y
quién fue la gran perjudicada? Tonya que vio como su sueño se
desvanecía con todo el mundo señalándola. Por lo menos hasta
ahora.
I, Tonya no tiene a un director
prestigioso pero sí a uno que hace muy bien su trabajo. Craig
Gillespie sabe contar la historia con un montaje espléndido de gran
ritmo y dinamismo y sin entrar en un caos narrativo entre los
personajes del presente y del pasado, realizando un film entretenido
pero que no se queda en la anécdota, aderezado con humor negro y un
excelente trabajo sustentado por un guión avispado. Las escenas de
patinaje son realmente épicas y el drama es protagonista en su mayor
parte de la película.
La Academia siempre ve con buenos ojos a los actores que son capaces de transformarse. |
La mayor responsable de que la película
funcione es Margot Robbie, que realiza una actuación espléndida.
Robbie hace un trabajo excelente en todas las facetas de su personaje
tanto en los momentos cómicos como en los violentos o dramáticos.
Su escena en los juzgados es desgarradora y obtiene una nominación
realmente merecida. Además demuestra una gran química con el resto
de intérpretes como Sebastian Stan (el marido) o Allison Janney,
que hace otro gran papelón como la madre de Tonya que le dio la
estatuilla dorada.
Por supuesto no me quiero olvidar del
otro gran personaje de la película: el guardaespaldas gordo amigo
del marido que se creía de verdad un espía antiterrorista y que por
su propia voluntad organizó todo el incidente al que da vida de
forma extraordinaria Paul Walter Hauser. Porque a veces en la
realidad está la peor y más surrealistas de las locuras.
I,
Tonya es un drama
deportivo realmente sobresaliente, con una historia que explora en su
totalidad una de sus figuras más controvertidas de su historia y nos
da una nueva perspectiva suya y de todos los villanos deportivos a
los que no dudamos de condenar en Twitter mientras la prensa, ávida
de carroña, les rodea para sacar la mejor foto aunque tengan que
hacer juego sucio. A veces nos olvidamos que detrás hay vidas y que
es mejor que la masa se calle por una vez de vez en cuando.
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¿Tengo
que ver esto?: Sí.
¿Cuál
es el mejor momento?: Las escenas de patinaje y la escena de los
juzgados.
¿Dónde
debería ver esto?: En una
pista de patinaje con heavy metal de fondo.
Me
ha gustado, ¿dónde hay más?: Los
villanos deportivos tienen las mejores películas como
Toro Salvaje de Scorsese
sobre Jake La Motta. Veo ciertas similitudes con Tres Anuncios en las Afueras.
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