lunes, 13 de marzo de 2017

Logan (2017)



Siempre dijiste que eramos parte de un plan divino. Puede que fuésemos un error divino.

El tiempo pasa incluso también para los superhéroes. Tanto los que viven dentro y fuera de la pantalla. Hugh Jackman ha dicho basta y ha decidido guardar las garras de su personaje más icónico, Lobezno. La edad y su cáncer de piel han sido las razones que ha esgrimido el australiano para pasar el testigo posiblemente.

Pero no ha querido retirarse de cualquier manera sino por todo lo alto. No ha dudado en sacrificarse con horas de entrenamiento o reducirse el sueldo para que los guionistas tuvieran la libertad suficiente para el tono adulto y la violencia que te da la categoría “R”, que tras Deadpool da menos miedo en los sentidos comerciales.

Logan es menos Lobezno que nunca. Es un hombre poderoso pero la edad le afecta y ya no se cura como antes. Los mutantes han desaparecido y su antaño profesor Charles Xavier padece una enfermedad que le provoca ataques que puede acabar en auténticos desastres. Escondidos de la sociedad, pronto llegan en contacto con una misteriosa niña perseguida por una organización siniestra.



La película estéticamente bebe claramente de westerns y del videojuego The Last Of Us. Las patillas características de Lobezno se han transformado en una poblada barba y su pecho se ha cubierto de cicatrices que no se curan. El matón, el chulo, el arrogante guerrero se ha transformado en un hombre ya derrotado, en un héroe crepuscular que suspira por un barco donde pasar los últimos días de su vida.

El que ha llevado a la pantalla la despedida – por el momento- de Lobenzo es James Mangold, el autor de la anterior entrega de Lobezno y ha rodado dramas policiales con personajes desencantados como Cop Land, westerns modernos como El Tren de las 3:10 y el biopic de Johnny Cash Walk The Line. De todas estas películas vemos retazos en mayor o menor medida en este film.

La película no tiene un CGI costoso ni elaborados efectos especiales. Aún así, las escenas de acción son terriblemente poderosas por su violencia, el uso del gore y la fuerza dramática que tienen cada una de ellas. No hay un golpe que no cuente una historia y no muestre un sentimiento.



No es una típica película de superhéroes de mucha acción y de héroes alzándose frente a villanos arquetípicos. En Logan veremos un drama que se va desarrollando lentamente y por capas. No tiene la necesidad de subrayar todo y se permite el lujo de mostrar y no contar además simplemente insinuar como pasa en el desastre de Westchester.

No es la película de superhéroes típica. Logan es una obra sobre todo madura y decadente. Esto se ve hasta en los superpoderes ya que la velocidad de curación de Lobezno es más lenta e incluso sus garras se llegan a atascar. Tiene ya poco por lo que y ya solo quiere una despedida justo antes de un retiro justificado.

Hugh Jackman hace un papel muy diferente a las anteriores apariciones de Lobezno. Parece otro personaje de hecho. Sabe que la película es especial y da todo para que así sea. Charles Xavier también da un giro a su papel y deja de ser el mentor que adiestra a su rebelde alumno y se adapta al tono pesimista. También es estimable el trabajo como villano del actor conocido por Narcos Boyd Holbrook. Y por supuesto la otra mitad de la película porque X23 es la sucesora de Lobezno y cumple a la perfección a pesar de su corta edad. 

 
El guión también se basa más en silencios que en frases grandilocuentes. La historia se va contando paso a paso hasta que vemos el núcleo. Está lleno de escenas poderosas en todo el metraje. El drama y la sensación de tristeza son perennes. También hay que destacar el cuidado trabajo con la nostalgia. Lo que podía haber sido una sucesión sin sentido de cameos se convierte en unas referencias concretas como los cómics, el muñeco y ese gesto final que realiza X23.

Ya algunos la ponen por encima de toda la franquicia de X-Men e incluso a la altura de las grandes del genero como El Caballero Oscuro. El tiempo lo dirá pero sí que se ha conseguido una película que no se puede considerar un simple producto, una película capaz incluso de provocar lágrimas, una película distinta a todo lo que se ha hecho y que puede dar camino a otro estilo de películas de superhéroes.

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¿Tengo que ver esto?: Sin duda, incluso si no eres fan de los superhéroes.

¿Cuál es el mejor momento?: "No hay más pistolas en el valle".

¿Dónde debería ver esto?: En la frontera con Canadá

Me ha gustado, ¿dónde hay más?: Hay muchas películas a las que se puede uno remitir. Desde la homenajeada Raíces Profundas, a Sin Perdón de Eastwood. Y por supuesto el resto de la saga de X-Men

1 comentario:

  1. He salido llorando del cine como jamás me había hecho llorar ninguna película de superhéroes. Jamás. Destrozado. Nada más tengo que decir de la perfección hecha despedida cinematográfica.

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