Yo recé mucho a
Dios. Fui la persona que más pesada que haya habido. Pero finalmente
no sirvió de nada. Entonces me di cuenta que Dios está por encima
de las cosas personales. Él te creo, y te dio un cerebro y un brazo
fuerte para actuar.
Desde
sus inicios en la Atenas Clásica con las obras teatrales de
Aristofanes la comedia ha sido una de las principales formas de
protesta ate las injusticias sociales. La comedia es una forma de ser
ácido y crítico llegando a un público masivo. El Balcón de las
Mujeres lo sabe y por eso decide combinar las escenas divertidas con la
protesta y la reivindicación social.
Los
ultraortodoxos en Israel – que son conocidos como jaredíes – son
una sector de la población que se limitan exclusivamente al estudio
de la Torá a la que siguen al pie de la letra. No trabajan en
Sabbath – muchos ningún día y necesitan las subvenciones del
gobierno para sobrevivir – y obligan a las mujeres que conserven el
recato. Es un gra problema social en Israel por el fanatismo social de una casta numerosa que quiere condicionar al resto a vivir como ellos consideran.
El
rabino es bastante carismático. Los hombres agradecen su
generosidad y deciden obedecerle por miedo a contrariarle. Ellas
también están asustadas ante sus proclamas y muchas siguen sus
órdenes. Pero poco a poco se van volviendo a unir para luchar contra
este agravio.
Etti
es el alma de la película. Ella es la que muestra en todo momento
dignidad frente al rabino. No duda en sus decisiones como cuando se
enfrenta a él para llamar a un electricista en una festividad contra
su orden de no llamar gentiles para no desacralizar la fiesta. Para ella sus conviciones y los lazos de la comunidad son primordiales.
Su
marido es la otra cara de la moneda pero tiene más rasgos en común. Sion es una buena persona. Él cuida
del rabino enfermo, quiere a su familia y trata hacer lo correcto. Es
como el resto de hombres de la comunidad, no son malas personas pero
se ven atraídos por la labia y el fanatismo que tiende a ayudar a
desplazar los problemas de uno mismo fuera y los ritos los ocultan.
El
guión es de Sholomit Nehama y tiene la gran virtud de dramatizar lo
justo y necesario. En vez de buscar crear la trama en base a un
exceso dramático vemos que todo se desarrolla en un ambiente
cotidiano y con pocas estridencias. Y eso no resta ni un ápice al
poderío del mensaje ni a la crítica, además de tener la capacidad de crear escenas poderosas que lleguen al espectador.
El
guión es simpático. Los personajes suelen caer más o menos bien y
no tienen maldad. No busca situaciones de comedia extrema sino que se
centra en situaciones corrientes. Los problemas también son
similares. Solo hay que recordar la polémica del autobús de Hazte
Oír para ver que el extremismo religioso sigue moviéndose
actualmente en nuestra vida.No es necesario irse al extremo.
La
dirección corre a cargo del debutante Emil Ben Shimon. La dirección
es bastante correcta. Recrea bastante bien la calidez del barrio y la
vida en sus calles. Apenas hay problemas de debutante y no tiene mal
estilo en los planos.
Al
final uno sale de la película con una sonrisa en la boca debido a la
simpatía y la campechanía de los personajes y el final feliz.
Aunque también se puede observar como el rabino fanático siempre encontrará
nuevos fieles con los que rezar e influenciar. La comedia sigue
girando pero con ella no debemos olvidar la crítica porque ella tmabién gira igualmente.
-------------------------------------------------
¿Tengo
que ver esto?: No está mal para pasar un buen rato mientras te cuetnan una buena historia.
¿Cuál
es el mejor momento?: El enfrentamiento en la cena a oscuras.
¿Dónde
debería ver esto?: En una
sinagoga.
Me
ha gustado, ¿dónde hay más?: De
cine israelí hablamos de la violenta y siniestra Big Bad Wolfes aunque se
parecen lo mismo que un huevo a una castaña. De comedias sobre
religión recomendaría Dogma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario