Soy uno con la
fuerza, la fuerza está conmigo.
Si
hay un estreno que puede eclipsar a cualquiera - películas de superhéroes, secuelas exitosas, remakes nostálgicos o
lo próximo de Michael Bay - es Star Wars. Desde que Disney se hizo
con el juguete preferido de George Lucas se ha ejecutado un plan para resucitar la
saga tras el ataque de Jar Jar y la arena de Annie. Ya lo
consiguieron en el Despertar de la Fuerza, y además de seguir esa
línea argumental, los planes se extienden a ampliar el universo con
las aventuras de un joven Han Solo o Rogue One.
Tras
un inicio tan aplaudido por recuperar la esencia como criticado por
falta de originalidad, Rogue One abre una nueva senda no solo en la
saga, sino en Disney y el cine actual de entretenimiento. En una era
dominada por controlar todo para entrar en las clasificaciones de edad y que todo sea políticamente correcto para llegar a una
audiencia masiva, Rogue One apuesta por una aumento de la oscuridad de la trama, algo que se
podía observar en los trailers.
No
está sola en la lucha. Cassian Andor es un miembro de la
inteligencia de la Alianza Rebelde que será quien “escolte” a
Jyn junto al androide K-2SO.
Ellos son el núcleo duro pero les acompañan varios secundarios como
el piloto desertor Bodhi, el monje guerrero invidente Chirrut Îmwe y
su compañero Baze Malbus.
Quizá Jyn no llega al
carisma que llego a tener Rey, pero consigue tener unas cuantas
buenas escenas en los que Felicity Jones demuestra lo buena actriz
que es. Otro punto muy a favor son los secundarios, Diego Luna ofrece
un personaje lleno de matices que refleja la valentía pero también
las sombras de la rebelión. La película huye de maniqueísmos y
ofrece a unos rebeldes no idealizados.
Mis personajes favoritos
son el K-2SO, al que da voz Alan Tudyk, que es el mayor aporte cómico – faceta que ha sido
limitada en esta entrega – recordando en muchos momentos a Marvin
de La Guía del Autoestopista Galáctico, y Chirrut que es
interpretado por Donnie Yen, que es tan ciego como fiel a la fuerza y
a sus enseñanzas, protagonizando la escena más emocionante de toda
la cinta - y para mí una de las más tops de la saga - mientras
reza a la Fuerza. Otros actores que tienen un papel menor son Mads Mikkelsen y Forest Whitaker, que quizá han sido desperdiciados.
La película se centra
en la acción pura y dura. Concretamente se inspira en las películas
de aventuras y las bélicas. Tenemos tiroteos a mansalva,
infiltraciones sigilosas, batallas de naves espectaculares y, por
supuesto, a la Estrella de la Muerte. La gran protagonista de los
malos. Pero no es el único que regresa. Darth Vader vuelve en un par
de escenas donde demuestra porque es uno de los grandes villanos de
la historia. El villano principal, el oficial encargado de la
construcción de la Estrella de la Muerte Orson Krenic - al que da vida
Ben Mendelsohn - me ha parecido sobreactuado, aunque puede que se por
el doblaje que me ha parecido bastante mejorable.
También hay que
felicitar al CGI con respecto a dos personajes. Está completamente
impecable para cumplir y resucitar a los muertos como el caso de
Peter Cushing quien vuelve a la gran pantalla. También se utiliza el
CGI para unos guiños muy bien ajustados y utilizados. El resto de efectos son maravillosos, y mantienen la esencia de lo que es Star Wars.
El director es Gareth Edward, declarado admirador desde niño de la franquicia y que ha filmado cosas como el remake de Godzilla protagonizado por Bryan Cranston. No se complica la vida en la dirección, y logra una película no brillante pero sí solida visualmente. El inicio es algo flojo, lento y tedioso pero va remontando con celeridad. Va de menos a más, y lo da todo en el último tercio de la película donde todo se dispara.
El guión lo firma Chris
Weitz, aunque fue modificado por Tony Gilroy. El gran pero que le
pongo es que no se profundizan los vínculos paternos de Jyn. Lo
compensan en un final en el que saben lo que tienen que hacer y lo
hacen sin miedo a que sea más oscura o espante a los fans o a
Disney. Tiene algún punto gracioso, saben contentar a los fans y
crear una buena película independiente de la saga de los Skywalkers.
La BSO cumple con nota, muy apegada a la de Williams, a pesar de ser
de otro grande como Michael Giacchino.
Como conclusión,
tenemos ya consolidada la entrada de la saga de Star Wars. El
universo de las películas galácticas sigue creciendo a buen ritmo. Es una película con sus dosis de aventura, entretenimiento y que no duda de volverse oscura cuando lo requiere.
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¿Tengo
que ver esto?: Todo fan de la saga sin duda. Y de la ciencia ficción. Y del entretenimiento.
¿Cuál
es el mejor momento?: Ya hablé de ese momento. Soy uno con la
fuerza, la fuerza está conmigo.
¿Dónde
debería ver esto?:En la Estrella de la Muerte.
Me
ha gustado, ¿dónde hay más?: El resto de la saga, incluyendo Clones Wars y no Especiales navideños. Otra alternativa es su archienemiga Star Trek.
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