lunes, 18 de abril de 2016

Cenicienta (2015)

"Tengo que irme, es difícil de explicar... Lagartos y calabazas..."     


Ha pasado mucho tiempo desde que me prodigué por estos lares por última vez; pero a raíz de tanta resurrección de los clásicos Disney (los cuáles son una de mis grandes debilidades) no podía dejar pasar la oportunidad de hablar un poquito de estas nuevas adaptaciones. En esta ocasión: la Cenicienta de Kenneth Branagh.

¿Por qué hablar de ella que, al fin y al cabo, es de hace un año? Muy sencillo... Hemos visto en acción real en los últimos años por parte de diferentes productoras no una, ni dos, sino TRES (terribles) películas de Blancanieves, cómo los franceses pueden llegar a destrozar La Bella y la Bestia, la historia de La Bella Durmiente desde una perspectiva ñoña y aburrida con Maléfica, un nuevo intento (fallido) de Peter Pan, extravagancias Burtonianas en Alice In Wonderland y sabemos que se avecinan secuela de ésta última, El Libro de la Selva, otra de La Bella y la BestiaTarzán y La Sirenita.

Y diréis: vale... ¿Y? Pues que de todas las estrenadas sólo veo decente Cenicienta y de las próximas sólo me llama la atención El Libro de la Selva y aún así me da pánico. Por lo que, después de esta extensa introducción, sólo me queda decir: ¡Bibidi Babidi Bu!


Aunque es una historia conocida por todos, no viene nunca mal recordar el argumento, para los más despistados: nuestra protagonista, Ella, sufre el maltrato y los abusos de su madrastra y hermanastras, al morir su padre por culpa de una enfermedad. Su crueldad es tal que la tratan como a una sirvienta, llegando a nombrarla "Cenicienta", lo que hace que ella decida huir. Todo cambiará cuando en el camino se encuentre con un joven desconocido (ya sabéis, "guiño, guiño, patada, patada" que le hacían a Homer Simpson).

Es la historia que todos conocemos al fin y al cabo, pero con pequeñas diferencias que consiguen mantener nuestra atención y que, aún sabiendo cómo acabará todo, nos hacen dudar del final feliz. Detalles que aportan a esta nueva adaptación más madurez, manteniendo la magia de siempre. No hay ningún rey hiperactivo saltando en una cama gigante espada en mano, sino un hombre cansado y moribundo que sólo quiere la seguridad de su reino; el Gran Duque no es tan simpático como creíamos; y los animales, si bien cuentan con ese toque de humanidad característico de estas adaptaciones en acción real, son el homenaje justo y perfecto para el clásico de animación.




Otro gran acierto: el casting. Es muy difícil dar con dos protagonistas poco conocidos que, rodeados de grandes actores como Stellan Skarsgard, Helena Bonham Carter y Cate Blanchett, no se vean eclipsados por ellos. Ahora bien, mención aparte merece Blanchett ya que recrea el papel de la Cruel Madrastra con una elegancia soberbia. Por otro lado, sobre Bonham Carter se ha hablado mucho y no para bien precisamente. Pero, ¿quién mejor que la mujer de las mil caras para que creamos en hadas madrinas? De hecho su escena, con la transformación de la calabaza en carroza, la creación de ese (increíble) vestido y la frase "los zapatos se me dan bien"; resume la esencia de la película de 1950; además de ser técnicamente espectacular.

Hablando de los aspectos más técnicos; se puede decir que visualmente es muy atractiva, con unos colores que llaman tanto la atención que es imposible apartar la vista. El detallismo con el que cuenta en algunos momentos es abrumador y me reafirmo en que el Oscar a Mejor Vestuario se lo debería haber llevado ésta película en vez de Mad Max porque, desde luego, lo merece. Sólo hay que pensar en esos zapatos con más de 1,7 millones de cristales Swarovski o el vestido de 250 metros de tela en 9 capas...



Podría estar horas hablando de esto, pero por no extenderme mucho más, sólo voy a tocar un tema más. La película se basa en otra de dibujos animados, pero no por ello tiene que ser considerada como cine infantil. No hay edad para que historias fantásticas de magia e ilusión dejen de llamar tu atención. Te pueden gustar más o menos, puedes creer en ellas o no, y eso depende de cada uno, pero no por ello se debe dejar de disfrutarlas. Está bien tener parte de Peter Pan en nosotros.

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LO MEJOR: La transformación de la carroza y el vestido me encantan, pero si hay una escena que considero el clímax de la película es el baile. Más aún que la escena final con el zapato. De hecho, me gusta tanto, que aquí lo dejo.



LO PEOR: Mmmm... Mmmm... ¿Algo malo?... Bueno, venga va, el hecho de que el personaje de Cenicienta siga siendo demasiado bueno. "Tontita" podríamos decir.

NOTA: 9/10 (y no le pongo el 10 por no ser tan sumamente parcial... )
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Por si aún no la habéis visto, aquí tenéis el tráiler y sí, sé que éste precisamente destripa toda la película pero, es Cenicienta, ¿quién no conoce el final? Vedlo rápido o a medianoche desaparecerá! 


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