viernes, 28 de noviembre de 2014

El castillo en el cielo (1986)


"¡Para vivir no es necesario sembrar la muerte! ¡Ni tampoco se necesitan millones de estúpidos robots! Pero nadie sobrevive lejos de su tierra..."


En Yo me bebo tu batido hemos analizado casi por completo la filmografía del director de anime más grande jamás conocido. De su obra poco resta decir que no hayamos dicho nosotros ya: es genialosa, maravillástica e irrepetible, y su retirada el año pasado, unida al cierre temporal de Studio Ghibli, va a ser un vacío difícil de llenar. 

Y en el blog es justo que terminemos de revisar la última película que nos quedaba por criticar, la cual está, por cierto, en mi top 5 de Miyazaki: El castillo en el cielo. Una cinta que lo tiene absolutamente todo para entretener y que volatiliza dos horas de tu existencia sin que apenas te des cuenta. Es uno de sus trabajos menos aplaudidos y comentados, y no está de más que reconozcamos aquí sus muchas bondades y pequeños errores. 


La cosa sigue yendo de cosas que vuelan, eh. ¡Sorpresa! Miyazaki nunca ha ocultado su fetiche por la aviación y el surcar los cielos, y el argumento acaba desencaminando justo en eso: Sheeta es una joven que, tras un abordaje pirata al dirigible donde viaja, acaba cayendo al vacío tras intentar huir de los asaltantes. Esto en cualquier mundo racional significaría una muerte segura, pero por algún extraño motivo, la piedra que lleva atada a su colgante la estabiliza en el aire y la deja caer sana y salva a tierra. Y en la tierra está otro joven, Pazu, trabajador a tiempo completo en una mina que una noche ve como una chica cae del cielo... Una vez que se conozcan y hagan buenas migas, Sheeta y Pazu se verán envueltos en una increíble y absorbente trama en la búsqueda de (jijiji) Laputa, una isla flotante que surca los cielos y que podría guardar relación con la piedra mágica de la chica.


Más allá de que a la hora de doblarla hubiese que hacer un apaño respecto al nombre de la isla, no creo que exagere si aseguro que estamos ante una de las mejores películas de animación familiares de todos los tiempos. Y es que El castillo en el cielo rezuma aventura por todos los poros, hasta el punto de crear una historia frenética, divertida y por momentos enternecedora. Todo unido en un cóctel que no deja ni un segundo de respiro y que presenta una interesante variedad de situaciones: persecuciones en las vías del tren, increíbles batallas en el cielo y momentos de desarrollo de la trama donde los personajes, tanto principales como secundarios, cobran una fuerza magistral.

El centro de atención recae en este apartado en la relación de amistad, compañerismo y superación que vamos viendo entre Sheeta y Pazu, dos grandes e icónicos protagonistas cuyos lazos se harán cada vez más profundos, aunque sin caer en la ñoñez y la excesiva melosidad, y que recuerdan horrores a la pareja de la mítica serie Conan, el niño del futuro (también de Miyazaki), Conan y Lanna. Aunque la palma se la llevan, sin ninguna duda, la banda de piratas voladores capitaneada por la carismática Nola, cuyo rol en la película irá cambiando hasta convertirse en un personaje imprescindible, una auténtica mujer de armas tomar y de espíritu inquebrantable, que atesora gran parte del humor de la cinta.


No obstante, tengo que hacer inciso para llamar la atención en un aspecto que no recordaba tan descaradamente cuando la he visto por segunda vez: la fijación de los camaradas de Nola (unos señores bigotudos y ya entrados en edad) en Sheeta en cierto paraje de la película. Puede que sea algo inocente y sin importancia, pero por un momento la mente es capaz de hacer pensar lo peor. Y no sé cómo tomármelo.

Como gran curiosidad y sin hacer un spoiler gigantesco, nos encontramos ante la única peli del cineasta japonés que cuenta con un villano bastante marcado y caracterizado, Muska, lo que le hace ganar presencia y a la vez le da un tono aún más aventurero y épico a la historia. El jefe Jorge siempre me viene con el cuento de que tiene razones justificadas y pollas en vinagre, pero vamos, yo he conocido a dictadores africanos con más corazón que este HDP. SI HABÉIS VISTO LA PELÍCULA, SABÉIS QUE TENGO RAZÓN.


Por lo que respecta a la animación, encontramos un salto notable de calidad respecto a Nausicaä en el valle del viento, con fondos más detallados y una nitidez y limpieza de imagen más consistente. Además, las escenas de acción (especialmente las del final) son un espectáculo con mayúsculas, y nos meten de lleno en la aventura. Probablemente uno de los mejores apartados técnicos de su época... hasta que llegó Nicky, aprendiz de bruja, claro está.

El sonido vuelve a ser por otro lado, como en todas las películas del japonés, un espectáculo para los tímpanos. Desde los impresionantes y logrados efectos (explosiones, aspas de hélices, motores, disparos, etc.) hasta una de las mejores bandas sonoras compuestas por el maestro Hishaishi, todo brilla a un nivel altísimo. El doblaje al castellano, además, cumple con nota en cualquiera de las dos versiones (hubo un redoblaje en 2003), aunque obviamente se disfruta mucho más en la versión moderna, donde podréis escuchar perfectamente el polémico (por nuestra parte) nombre real de la isla sobre la que se enfoca el argumento.


Y por último no puedo olvidarme de resaltar los continuos guiños a la temática miyazakiana que impregnan la cinta: la defensa de la ecología, un antibelicismo furibundo en todos los frentes, el compañerismo, el amor infantil, la pasión por volar o fuertes e independientes personajes femeninos, unidos a continuos guiños a La isla del Tesoro se dan cita durante la trama.

Es por todo esto por lo que, a pesar de algún momento extraño donde las coincidencias en la historia son demasiado cantosas (sin estropear por ello el resto del desarrollo) y de no alcanzar la grandeza que atesoran sus películas más recientes, El castillo en el cielo es una joya del anime de los 80 que ha envejecido bien y que en su día se alzó como un referente en el género, aunque en Europa no nos enterásemos hasta mucho después (a Miyazaki se le cruzaron mucho los cables, y con razón, después de la edición que sacó Disney de Nausicaä en el valle del viento, y no volvió a dejar emitir nada en el viejo continente hasta 1997, cuando estrenó La princesa Mononoke). 

Si no la habéis visto aún, ya estáis tardando.

¡Nos leemos!

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------

LO MEJOR: es entretenimiento en estado puro. Memorables personajes, impresionante banda sonora, un final epiquísimo, los valores que enseña...

LO PEOR: que los piratas espaciales tengan momentos muy incómodos con una niña de 13 años. Hay momentos al principio bastante "Deus ex machina" y el doblaje original de Pazu podría estar mejor.


NOTA: 8,75/10.  La volverás a ver más de una vez. Una espectacular, vibrante y divertida aventura que sabe picar y enganchar gracias a su magia, energía y frenesí.

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Tráiler en japonés (subtitulado en castellano)

No hay comentarios:

Publicar un comentario