Las vidas posibles de Mr. Nobody (2009)

“Of all those lifes, which one... which one is the right one?”

No es ningún secreto (mi último artículo lo demuestra) que salvo excepciones, como el cine español, el arte cinematográfico europeo cada día me gusta más. Tampoco es ningún secreto que soy el mayor fan de Jared Leto en este universo (al menos, el mayor fan entre los machos planetarios, hay féminas que me superan, seguro). Por tanto, no debería ser ninguna sorpresa que Las vidas posibles de Mr. Nobody (o Mr. Nobody, a secas), dirigida por el belga Jaco Van Dormael (conocido por su obra Toto, el héroe) y protagonizada por el genial cantante de 30 Seconds To Mars, es una de mis películas favoritas. Si además añadimos al conjunto que es una cinta de ciencia ficción, mi adoración está asegurada.

La premisa de la película (que de ciencia ficción solo tiene las bases, el mundo en que se desarrolla buena parte de la película es el que conocemos actualmente) es un tanto extraña. Nos encontramos, en el año 2092, con un mundo en el que todos son inmortales, y en el que Nemo Nobody es el último hombre mortal del planeta. Acercándose su última hora, un periodista logra hablar con él para que le cuente la historia de su vida. Y es aquí donde entra el imaginario de Van Dormael para crear una especie de biografía de tintes surrealistas.

El director imagina un mundo en el que, además de las tres dimensiones espaciales y la dimensión temporal que conocemos, existen otras dimensiones, siendo alguna de ellas temporales. Así, se crean un sinfín de universos paralelos simultáneos, en los que los cambios dependen de las decisiones que tome Nemo (interpretado, a sus 34 y sus 118 años por el propio Jared Leto; por Toby Regbo con 15 años y por Thomas Byrne con 9) a lo largo de su vida. Cuando Nemo recuerda su vida ante el periodista, y cada vez que en ese recuerdo tiene que tomar una decisión, narra cómo habría sido su vida según la decisión que hubiera tomado, sin llegar a aclarar cual de esas vidas fue la que vivió realmente.

La película, visualmente, es una auténtica maravilla lírica, con una fotografía excelente e imágenes preciosas, de esas que se graban en el subconsciente. La narrativa es muy ágil, a veces incluso caótica, pues no hay saltos de continuidad entre un universo y otro, y muchas veces tardas en darte cuenta de que el protagonista está enmarcado en otra vida diferente a la que veías 30 segundos antes. El único nexo en común en todas esas vidas, aparte del trasfondo científico (que va explicando magistralmente el propio Leto a lo largo de la película, ya sea como narrador, ya sea como si se tratara de un actor de documentales), son los detalles trágicos que tocan a todas ellas, convirtiéndolas en vidas donde, en la mayoría de las ocasiones, hay más sombras que luces aparentes.

La obra es grandiosa y ambiciosa en todos sus aspectos (salvo en la música, que contrasta con el resto de la película por su sencillez y alegría… especialmente el tema “Mr. Sandman”, que suena varias veces a lo largo de la cinta), y Van Dormael se defiende bastante bien en un terreno pantanoso, logrando evitar la mayoría de problemas que salpican a la producción (como la mencionada complejidad de la historia, que en ocasiones llega a ser un tanto confusa). Las actuaciones son brillantes: Leto, protagonista indiscutible y camaleónico, sabe reflejar a un personaje diferente en cada una de las vidas que vive, siendo sin embargo el mismo individuo en el fondo; Diane Kruger en el papel de Anna está inmensa, igual que Rhys Ifans como el padre de Nemo (aunque no es su mejor papel, pues siempre le recordaremos como el divertidísimo Spike de Nothing Hill). Es más sorprendente quizás la increíble actuación de los jóvenes Toby Regbo y Juno Temple en los papeles de Nemo y Anna siendo adolescentes. El desarrollo del guión lleva a un punto en que se podría haber recurrido a un final sencillo y cerrado, más convencional, pero incluso en eso Van Dormael se luce, y sorprende con un final totalmente desmesurado, el broche perfecto para cerrar una obra que sin duda pasará a la historia (o que, al menos, lo merecería).

La he visto dos veces, y en ambas ocasiones me ha dejado el corazón en un puño. Desde luego, una de las mejores obras que ha parido el cine europeo de los últimos años. Indispensable. Que la disfrutéis.

Allez–y, mes ami!

Buenas tardes, y buena suerte.

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LO MEJOR: las actuaciones de Leto, Kruger, Ifans, Regbo, Temple… Pero también sus personajes, y las escenas en las que Jared Leto se dedica a desgranar argumentos científicos.

LO PEOR: la excesiva complejidad de la película, al igual que los primeros minutos, hace que sea un tanto confusa. Yo reconozco que no he comprendido muchas escenas de la película hasta que la he visto por segunda vez (también es muy posible que no sea confusa, sino que yo sea bobo).

VALORACIÓN: 9,5/10. Una auténtica maravilla. Si me guiara solo por el sentimiento, tendría la matrícula, sin duda.

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Las Vidas Posibles de Mr. Nobody - Trailer