lunes, 9 de diciembre de 2024

Ave Cesar, los que van a morir te saludan



Gladiator II ha llegado a nuestras pantallas. Ridley Scott ha dado una nueva muestra de que la historia le suda los cojones y vuelve a plantar un espectáculo visual en la arena dando al público todo el circo que queremos. Nos ha dado monos, rinocerontes y naumaquías con tiburones. Ridley sigue siendo único en darnos espectáculos pulp, aunque me temo que su actual rapidez le ha hecho estar por debajo de mis espectativas. O eso o que Gladiator, la primera, era un espectáculo loquísimo al que ponía en orden las actuaciones, sobre todo la de Russel Crowe.

Es conocido que la producción de Gladiator fue un caos, con muerte de Oliver Reed tras una borrachera mítica incluída. Russel Crowe no estaba muy conforme con el guión y tras una escena, espeto al guionista que menos mal que era el mejor actor del mundo porque podría hacer que esa mierda sonase bien.  Russel Crowe es un actor magnífico que además tenía el físico adecuado. Y además los secudnarios acompañaban, sobre todo Joaquin Phoenix como emperador loco.