martes, 14 de agosto de 2018

Los Increíbles 2 (2018)




-Así que puede oírte desde...
-La otra dimensión.
-Esto es aterrador.

Está escrito que cada vez que una secuela de una película infantil tarda más de una década en llegar, el público que finalmente llena la sala no tiene porque ser nada infantil, sino que son los seguidores ya crecidos que no se plantean perderse el esperado regreso de sus personajes favoritos. Hay entradas de cine que no eliges comprar, ellas te han elegido a ti. Los Increíbles es una de las películas por las que Pixar acrecentó su prestigio en 2004 y quedó en el recuerdo de muchos de los niños de por aquel entonces.

Su secuela ha tardado en llegar, y como no podía ser de otra forma ha tenido un gran impacto y ha sabido estar a la altura. Brad Bird tenía una idea en un cajón y decidió desarrollarla a pesar del riesgo de las comparaciones. La familia de superhéroes ya había aceptado sus poderes, y gracias a ello había aprendido a solucionar sus problemas internos. ¿Qué quedaba? Que fuera totalmente legal hacerlo.



La película nos lleva al mismo final de la primera cinta, con el Socavador amenazando a la ciudad mientras la familia Increíble se prepara para actuar. Dicha actuación tiene la atención de viejos admiradores que quieren que los supers vuelvan a ser legales. Y para minimizar los daños la más indicada es Elastigirl, obligando a Mr Increíble a quedarse en casa y cuidar de la familia, tarea que puede ser muy heroica.




La película es ante todo un gran entretenimiento. Mantiene sus influencias y marcas propias, como los elementos de espionaje propio de los años sesenta, los villanos exagerados (y que si se examinaran con más seriedad podríamos ver que sus ideas no son tan malas como se nos señalan) y traumatizados por su pasado, y los problemas de media edad y d como lidiar con una familia, qué puede ser más complicado que los supervillanos. Y al final todo se resume a una película que se ve volando y que se disfruta mientras se hablan de los valores familiares y a que como juntos se vencen las dificultades, siendo un malvado ser que quiere controlar el mundo o los poderes indefinidos e incontrolables de un bebé.

Brad Bird desata su imaginación y consigue darnos de nuevos grandes secuencias de acción con una animación sobresaliente. Momentos como la persecución de Elastigirl en moto a un tren son realmente impresionantes. La película no tiene freno y tiene un gran ritmo, sabiendo cuando pasar de las escenas superheroicas a las más cómicas de la familia Parr.

El diseño del mundo y el nivel de la animación por ordenador es acorde con la época, y se ve cierto salto de calidad (los años no pasan en balde).  El mundo de estos superhéroes es totalmente reconocibles, mostrando una sociedad optimista pero en permanente peligro, que bebe directamente de ideas de películas anteriores a las que no duda en homenajear.




Y los personajes siguen teniendo su carisma, incluso ahora tenemos una mayor riqueza al aumentar en número de supers implicados. A veces se echa de menos una mayor participación tanto de los hijos adolescentes más allá de citas frustradas o deberes de matemáticas o de los secundarios Frozone o Edna.

Sin saber como es el doblaje, las voces en inglés tiene grandes detalles como que el propio Brad Bird fuese quien diese voz a Edna Mode o que participase Bob Odenkirk (conocido por su papel  como Saúl en Breaking Bad y Better Call Saul). La música vuelve a estar a cargo de Michael Giacchino, recuperando los temas clásicos. 

Todo ha sido un regreso triunfal a la gran pantalla por parte de Los Increíbles. No tanto como el de Toy Story III, pero un regreso triunfal que abre la veda a la llegada de aún más secuelas de Pixar - otra cosa es que eso sea bueno o no-. Una película que hará delicias a los crios que fuimos y nos permitirá soñar sin complejos con superhéroes una vez más.

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