viernes, 3 de agosto de 2018

Coach Carter (2005)



Ha terminado el Mundial de fútbol y por un momento agradecí que el carrusel de partidos acabase. Pero unas semanas después ya tengo el mono. Y así estoy, lamentando perderme el debut de Vinicius Jr. Tampoco el baloncesto ayuda, aún queda tiempo para que mis noches tengan sentido, y lo único que puedo hacer es preguntarme va a acompañar a Lebron con alguien potable. En fin, mi plan B ha sido ver Coach Carter.

Coach Carter no es original. Es una película donde un hombre duro impone disciplina en un grupo de chavales perdidos por el sistema y por el camino demuestra humanidad y les da un futuro. Por supuesto está basado en hechos reales, pero en la película todo mola mucho más porque la protagoniza el puto Samuel L. Jackson.



En un instituto algo problemático llega Ken Carter, un jugador histórico del instituto, para liderar a unos mantas que solo habían ganado cuatro partidos. Aplicando las normas más básicas de ponerles en forma y defender con tácticas inspiradas en sus experiencias con mujeres, el equipo pasa a ser invicto excepto cuando ve que los jugadores salen de fiesta (no conocía a un tal Guti) o suspenden porque pasan de ir a clase y decide que no van a jugar provocando la ira de una comunidad más entregada a los partidos que a la educación de sus hijos. Finalmente, los jugadores empiezan a ir a clase, estudiar para finalmente volver a jugar tras una lección de vida.

Samuel L. Jackson, el hombre que hizo que Serpientes en el Avión mantuviera su nombre es quien da vida a una película previsible, llena de alley-opps sin sentido y con carisma. Porque sí, sabemos que va a pasar pero tampoco nos importa. Si nos faltaba carisma por ahí anda Channing Tatum haciendo de Eminem, digo de blanco en un equipo de negros, el latino que hacía de Jesús en el videoclip de “Judas” de Lady Gaga, Octavia Spencer y Gusano, que espero que el mote sea por Dennis Rodman y no por comer gusanos en el patio. El resto de jugadores la verdad es que importa menos y me cuesta distinguir quien es quien.

La película entretiene. Y que demonios, Samuel L. Jackson siempre mola.

No hay comentarios:

Publicar un comentario