A veces todo parece bastante simple. Te ves donde estás y lo tienes realmente claro. Te miras, y piensas "Que le jodan a esta mierda".
Las
historias de adolescentes son muy atrayentes. Es un momento de la
vida realmente fascinante, donde aún podemos contemplar cierta
inocencia infantil, pero también las primeras reacciones frente un
mundo que no es un cuento de antes de dormir.
Además los propios adolescentes y los jóvenes que creen aún serlo
son un jugoso nicho de mercado.
Por
ello, y otras razones, Netflix tiene un ojo puesto en las temáticas
de adolescentes con ejemplos como su exitosa 13
Reasons Why. Su nueva apuesta de este año está siendo otro gran
éxito y está dando que hablar. The End Of The F***ing World
es una adaptación del cómic homónimo de Charles S. Forsman. El
gran acierto de esta serie británica es aunar el humor negro y la
violencia con cierto candor juvenil en un viaje de dos adolescentes
hacia Dios sabe donde.
En el fondo, todo es una road-movie para dejar de ser unos extraños. Tanto para el otro como para ellos mismos. |
Su
relación culmina en un viaje donde ambos se conocerán, no solo el
uno al otro, sino también a si mismos. Más que un viaje, es una
huida desesperada, con encuentros con diversos personajes cada vez
más siniestros. Ella se muestra cínica, rebelde pero también
vulnerabilidad. Por su parte, él comprueba que los silencios pueden
ser tremendamente ruidosos y en ellos vuelve un pasado que le hace
preguntarse quién es.
Es
una road movie que cumple con las características del género y que
responde a la influencia de películas como Asesinos Natos,
Bonnie & Clyde o Easy Rider. Son dos jóvenes
rebeldes que rechazan esa sociedad que sienten que les ha fallado, y
que descubren que, por una vez, ellos no están solos; se tienen el
uno al otro y quieren llegar al final. Es un romance tierno pero no
cae en el patetismo de lo cursi y también es terriblemente crudo.
La
mayor virtud de la serie es el gran guión de Charlie Covell, que
sabe utilizar bien todas sus bazas sin excederse, y también cuando
es el momento para usarlas. Hay momentos para la comedia negra (como
en esa gran escena en la gasolinera), otros para el drama (ese gran
capítulo en el que los dos reflexionan en solitario para luego
buscarse de nuevo) y otros para el romance. La historia además tiene
un gran ritmo e invita a no dejar de verla, engancha y se puede ver
como si fuera una película larga. Son capítulos de veinte minutos
apróximadamente de duración y de solo ocho capítulos.
Jessica
Barden y Alex Lawther son quienes dan vida a los protagonsitas y
realizan un trabajo fantástico dando vida a esta serie. Sus
actuaciones, cada una con sus características propias, son el alma
de la serie. Alyssa es una de los grandes personajes seriéfilos de
este año. También están bien el resto de personajes secundarios
como el padre de James o la pareja de policías que tratan de
buscarlos.
La otra subtrama de la película es como las dos policías tratan de encontrar a la parejita sin control |
The
End of F***ing World es la primera gran serie que nos regala este
2018. Es el ejemplo de como se puede hacer un gran trabajo con temas
adolescentes, con un gran encanto y carisma y además con un final
apoteósico. Y yo solo pido una cosa: no lo estropeen, no necesita
una segunda temporada. Dejad esta miniserie en lo más alto.
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¿Tengo
que ver esto?: Sí
¿Cuál
es el mejor momento?: La escena de la gasolinera o el final.
¿Dónde
debería ver esto?: Perdido en
la carretera.
Me
ha gustado, ¿dónde hay más?: Más allá de las anteriores series y películas
mencionadas, yo recomendaría Quadrophenia.
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