No soy de Calcuta.
Soy un chico perdido.
Todos
tenemos un sitio en el que nos sentimos íntimamente seguros. Siempre
es confortante estar en un pueblo, una ciudad o simplemente un hogar
donde estamos con los nuestros. Hay quienes lo tienen y no lo saben,
y otros que lo han aprendido a través de la perdida y la ausencia.
De
esto va la película nominada al Oscar Lion. Va de intentar
volver a ese hogar, a ese núcleo familiar que echamos de menos por
mucho que pasen los años. Va de regresar a las raíces, a la
infancia y a rellenar el hueco que nos falta para seguir dando pasos
hacia delante. El problema es que no se haga de la mejor forma.
La
historia se divide entre dos mitades. Una es un melodrama a lo
Slumdog Millonaire pero sin apenas interés
cinematográficamente hablando. No hay nada que destaque en
actuaciones, guión o de dirección. Es como ver un documental. Eso
si, hay unos cuantos momentos duros como la escena en que la que el
niño le espeta a la directora del centro que si de verdad ha buscado
a su mama. Es más el silencio - en esta primera mitad juegan muy
bien con ellos - y las miradas que la frase en si.
La
cosa cambia con la segunda mitad. Aquí sí que hay dramatización.
Demasiada ,de hecho. El director se empeña en poner flashback y
escenas oníricas a lo Iñárritu. También tenemos unas muy buenas
interpretaciones de Rooney Mara, Dev Patel – el protagonista de
Slumdog Millonaire- y Nicole Kidman.
El
gran problema que tengo con esta segunda parte es que no soporto al
Saroo adulto. Me parece perfecta su intención de realizar su
búsqueda pero no me gusta de la manera como se cuenta en la
película. De repente, y sin venir a cuento, empieza a obsesionarse
de forma malsana convirtiéndose en un capullo con todos lo que le
rodean. Esa necesidad de volver a tus raíces es encerrarse en si
mismo mientras mira en Gooogle Earth – evidentemente Google ha
colaborado en la película –, preocupar a la madre que le crió,
provocar un ataque a su hermano e ignorar a su novia. Porque su vida
no tiene sentido ya, que ha recordado que es un hombre perdido
mientras veía comida india.
No
logro empatizar con su personaje. En muchos momentos me parece un
capullo. La interpretación de Dev Patel me gusta pero no la veo
nominable al Oscar. Rooney Mara demuestra que es una actriz muy a
tener en cuenta. Nicole Kidman me ha sorprendido muy gratamente ya
que en un par de escenas se come la película por completo.
La
dirección corre a cargo del australiano Garth Davis. En la primera
mitad rueda todo como si fuera un documental y en la segunda como un
telefilm que busca emocionar forzadamente. No hay nada visualmente
destacable y narrativamente me rechinan esos flashback y escenas
oníricas metidas sin sentido, la forma tan casual como ridícula en
la que el protagonista descubre finalmente donde está su aldea o
como el final intenta emocionarte de todas las formas rastreras
posibles.
La
obra se basa en una historia real basada en el libro que escribió el
mismo Saroo A Long Way Home. El guión es adaptado por Luke
Davies y tiene algún diálogo que funciona. Especialmente cuando
Nicole Kidman confiesa porque adopta y no tiene sus hijos de forma
biológica.
A
mucha gente le ha hecho llorar, sentirse mejor humano y yo que sé.
Yo es que a veces dudo que lo sea porque solo me conecto con los
dramas como Manchester By The Sea donde uno se pega en un bar
totalmente ebrio. Así que si son de lágrima fácil puede que
piensen que Lion no es una película pretenciosa, que busca la
lágrima fácil de forma rastrera y que tampoco tiene mucho más que
ofrecer. Pero yo solo lloro con Michael Bay.
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¿Tengo
que ver esto?: Si eres fan de los
dramas.
¿Cuál
es el mejor momento?: La confesión del personaje de Nicole
Kidman.
¿Dónde
debería ver esto?: En el
Ganges
Me
ha gustado, ¿dónde hay más?: Lion pierde todas las comparaciones con Slumdog
Millonaire.
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