El Hobbit: la batalla de los Cinco Ejércitos (2014)

"Si más gente valorara el hogar por encima del oro este sería un mundo más feliz"

Feliz Navidad y fiestas varias, queridos lectores. Nos encontramos ante una época de paz, sosiego, buen rollo y armonía, o eso parece. Porque la película que me toca hoy criticar está provocando un conflicto a gran escala y una división de opiniones que podría llevar a una III Guerra Mundial en lo ancho y largo del globo. Y es que la última entrega de la trilogía de El Hobbit tiene de todo, para bien y para mal. 

Los que esperen un gran final, un desenlace emotivo y un torrente de emociones a lo mejor pueden sentirse algo decepcionados en conjunto, pero el producto cumple con su intención, que es entretener durante las casi dos horas y media que dura. ¿El problema? Que muchos de los elementos ficticios que Jackson ha utilizado para la trilogía se han explotado demasiado y de forma terrible. Pero vayamos por partes.

La desolación de Smaug nos dejaba al fiero y chungo dragoncito dirigiéndose a Ciudad del Lago con ganas de quemar cosas. Y lo cierto es que teniendo en cuenta que Smaug aparece unos 5-8 minutos antes de que aparezcan las letras de inicio de la peli, ahora pienso el final de la segunda no sólo fue anticlimático, sino también innecesario, porque cuando se podía haber visto un poco más de la fiera bestia haciéndolo pasar mal a la gente, pasamos en cero coma a ver como (SPOILER PREVISIBLE) Bardo termina con rapidez su trabajo. 

Así que ahora pasamos al proceso de la caída a los infiernos de Thorin, cómo los malosos orcos dirigidos por Azog se dirigen a Erebor para acabar con el restaurado reino enano y cómo las gentes de Ciudad del Lago y el rey elfo Thranduil también quieren llevarse un trocito de las riquezas de la Montaña Solitaria, cada uno por distintas razones. Y luego, pues eso... batallaza del copón que tendréis que ver en la peli, muy buena, por cierto, aunque sin llegar a la magnificiencia de las que vimos en ESDLA.

Antes de empezar a desgranar esto como se merece, tengo que dejar claro que me leí El Hobbit hace ya tiempo, pero le sigo teniendo un gran cariño a la novela. Cuando Jackson anunció que pensaba llevar una TRILOGÍA de un librito de 300 páginas a la gran pantalla, no supe qué pensar. Para empezar, teniendo en cuenta el notable trabajo que había realizado con ESDLA, no me asusté del todo, pensando que tendría que meter mucha paja dentro del conjunto, aunque para bien y dejándonos caer cosas que no pudimos descubrir por nosotros mismos en la anterior trilogía. Y cuando vi Un viaje inesperado... qué demonios, me pareció una cosa mejorable, pero digna de verse para todo friki indispensable del universo tolkeniano. Con La desolación de Smaug, aun con todos los añadidos random y alguna que otra escena de dudosa calidad, el conjunto estaba bien hecho y entraba en la peli de forma correcta y sin molestar.

Pero en La batalla de los Cinco Ejércitos, muchas de las libertades que Jackson se ha tomado para el producto le han salido rana. Y de ello no tienen culpa los actores, que vuelven a estar soberbios (especialmente McKellen y Armitage en los roles de Gandalf y Thorin, respectivamente), sino un guion que no acaba de despegar pese a la espectacularidad y los brillantes efectos (aunque a veces encuentro el CGI algo abusivo) con los que el director neozelandés vuelve a traernos la Tierra Media a la gran pantalla. 

Yendo al grano, la batalla final es buena, aunque con matices. No me ha molado nada la idea de que el enfrentamiento definitivo y más importante se dé alejado del grueso de la lucha (cuando la veáis entenderéis por qué). Algunos personajes que sí aparecen en el libro aparecen de pasada y mal aprovechados en favor de otros a los que preferiría ensartar en una pica, y por momentos parece que estemos más en una escaramuza orca que en un enfrentamiento a gran escala. Pero dentro de lo que cabe, no está nada mal y por momentos es capaz de transmitir buenas dosis de tensión y de magnificencia con la cámara.

Antes de eso, por supuesto, también podemos observar la progresiva locura de Thorin, bien representada por la impecable actuación de Armitage, así como un papel del bueno de Bardo de Esgaroth que podría dar muuuuuuuuucho más de sí de no ser por su continua protección paterna de sus ficticios y en esta entrega, bastante molestos retoños. También tenemos un romance entre elfa y enano que se vuelve terriblemente artificial en esta última entrega (hasta el punto de que, sencillamente, no nos lo creemos. NO NOS LO CREEMOS, JACKSON, JODER.) y un Légolas que... bueno, qué más da. Sólo diré que alguna escena os hará pensar que su lucha contra los olifantes en El Retorno del Rey era un enfrentamiento dramático y a muerte en el que el elfo podría morir en cualquier momento. Imaginaos el nivel.

Ya vale. Fuera. Expulsados de la película.

Y como últimos puntos desagradables en todo el meollo, mencionaré los fallos de continuidad o las tramas inconclusas y mal rematadas (Saruman, Galadriel, ¿cuál se supone que es vuestro rol aquí?) que espero que tengan su respuesta en la versión extendida que veremos el año que viene y, sobre todo, el papel del segundo del alcalde de Ciudad del Lago, que ahora se erige como contrapunto cómico de la peli, a modo de Gimli en ESDLA, siendo aún más insufrible, molesto e innecesario. 

Por lo demás, visto lo visto... bien. No es que La batalla de los Cinco Ejércitos tenga el mejor de los finales, ni la más emotiva de las despedidas, que tampoco hacía falta... aunque después de casi 10 horas de trilogía se hubiese agradecido algo, eso sí. No se hace larga, a diferencia de otras entregas, es emotiva hasta cierto punto (hay partes que no pegan ni con cola, y ciertas justificaciones rozan la estupidez) y la gran batalla que da el título a la cinta contiene momentos de gran intensidad, apoyada por el buen trabajo en la partitura de Howard Shore.

Pero sus muchos fallos cabrearán a más de uno, eso sí. Yo salí enfadado del cine, para qué engañarnos, aunque después he intentado mirar a la peli con ojos más amables, teniendo en cuenta que lo único que tiene del libro es la batalla... y porque existe, ya que no se parece en absoluto. Esperaba un trabajo más currado de Jackson para cerrar la trilogía, un final duro y rompedor de verdad, como en su día lo fue El Retorno del Rey, pero acepto que El Hobbit no es ESDLA, ni pretende serlo. 

Las comparaciones siempre serán odiosas, siempre serán injustas e incluso crueles, pero también entiendo el enfado generalizado. Si Tolkien levantara la cabeza, seguiría encontrando estúpida la idea de hacer una trilogía de un libro tan pequeño y a la vez poco ambicioso en términos de best-seller. Jackson ha intentado meter mucha paja argumental y muchas subtramas inexistentes que le han salido más o menos bien, pero que aquí, teniendo en cuenta sus grandes aspiraciones, han caído en saco roto. Pero si sabes pasar por alto sus fallos, La batalla de los Cinco Ejército es un digno final para una trilogía menor, pero con buenas ideas. Aunque esto podía haber quedado muchísimo mejor, Peter. Y lo sabes.

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LO MEJOR: buenos momentos en la batalla, lo poquito que sale Smaug, las grandes interpretaciones de Armitage y McKellen, geniales efectos y la notable banda sonora de Howard Shore.

LO PEOR: algunas licencias y añadidos quedan peor que nunca, grandes personajes poco aprovechados, tramas incompletas... podría dar mucho más de sí. 

NOTA: 6,75/10. Se deja ver y como cierre de saga de aventuras cumple y se disfruta, pero sus muchos problemas harán que más de un fan de Tolkien y del cine épico en general pueda quedar ampliamente decepcionado.

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Tráiler en castellano