Atomic Blonde (2017)

"-Me gusta cuando miras así. Dices la verdad.
-Gracias. Lo tendré en cuenta.
-¿Por qué?
-Porque alguien me matará por eso"

Atomic Blonde era una de las apuestas más atractivas del verano. Tenía acción, estética, una actriz de renombre, un escudero a la altura, un buen trailer que atraiga al público, llamaba a la nostalgia con un regusto a las películas de espías y un director que ya había provocado sensación en su debut. Sin embargo, la apuesta, sin llegar a ser mala, se ha quedado a medio gas y no ha sido finalmente la película que se podría esperar.

David Leitch ya había sido uno de los directores de John Wick. La película protagonizada por Keanu Reeves tuvo tal éxito, que Charlize Theron le llamó junto a su colega Chad Stahelski para su proyecto de adaptar la novela gráfica The Coldest City de Antony Johnston y Sam Hart. El binomio finalmente tuvo que dividirse ante la acumulación de trabajo con la secuela de John Wick y Leitch se quedó con este proyecto que ya le había entusiasmado.
Lorraine Broughton es una espía perteneciente al MI6 británico que tiene que viajar a Berlín cuando los días del muro van tocando a su fin. Un agente británico ha muerto dejando una lista de nombres que detalla lo que se hizo durante la Guerra Fría. Lorraine tiene que hacerse con ella, antes de que se hagan con ella soviéticos y otras organizaciones de inteligencia supuestamente aliadas.

Nada es verdad, todo está permitido.

La película tiene una serie de virtudes, pero un gran y terrible defecto: la historia es poco interesante. Es un relato ya trillado que ha sido explotado mil y una veces, y que ni ofrece algo novedoso o sorprendente ni lo hace con maestría. En ocasiones es excesivamente contemplativa y más preocupada por ser cool que en funcionar como debería. Sin embargo, por lo menos tiene unas cuantas escenas con garra y muchas otras virtudes que permiten que el visionado sea aceptable.

John Wick no solo fueron puñetazos y balas en la cabeza, sino también sus autores demostraron un exquisito gusto por la estética. Aquí lo volvemos a ver, la obsesión por como luce cada plano, por el diseño de los vestuarios y decoración de escenarios, por la caracterización de los personajes y también por una banda sonora reconocible con temazos de David Bowie o Queen, que posiblemente sea de lo mejor de la película. La película impacta y es agradable de ver, a pesar de que la historia haga aguas.

Pero si vamos a ver Atomic Blonde es por su acción y por su violencia. Y aquí tiene una de las grandes escenas que será lo que pase a la memoria de los espectadores. Una pelea de 8 minutos grabada como plano secuencia. Además ofrece una coreografía brillante y a la vez sucia, donde los golpes a la protagonista duelen y se notan en la sala del cine y en el cuerpo magullado de Theron. Pero desgraciadamente, estas escenas no son tan frecuentes como prometían ser en el trailer y se echan bastante de menos durante el metraje.

A Theron no le importa que le rompan la cara. Literalmente.

Tanto la dirección como el guión se obsesionan y empantanan con el tejido de los múltiples engaños. Sin ningún resultado, ya que o son poco interesantes o se muestran predecibles. El intento de procurar que los personajes sean misteriosos les hacen más mal que bien y ni siquiera los constantes últimos giros finales consiguen arreglarlo.

Por otro lado, el trabajo actoral es bastante notable. Charlize Theron se luce de nuevo con un personaje de acción como su Imperator Furiosa de Mad Max. James McCoy hace el papel que le eches, y además lo hará de matrícula. Sofia Boutella también hace un buen papel y también cumplen secundarios de lujos como John Goodman y Toby Jones.

I kissed a girl and I liked.

Poco más que decir de la que podría haber sido una de las películas del verano, y que finalmente es una película simplemente interesante que no ha cumplido las expectativas por mi parte, aunque creo que puede ser disfrutable. Más si la competencia es un film de Michael Bay de Transformers vikingos.

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¿Tengo que ver esto?: Sí, si te va la acción y las pelis de espías.

¿Cuál es el mejor momento?: Los ocho minutos de pelea.

¿Dónde debería ver esto?: En un bar de Berlín.

Me ha gustado, ¿dónde hay más?: Las más similares son las de John Wick. Tanto la primera como su secuela.

Trailer