"-¿Nuestros nuevos hermanos tienen
alguna habilidad especial que podría ayudarnos esta noche?
-¿Cómo qué?
-Tommy es bueno con los cuchillos.
Lil Pete's tiene un pezón doble. Yo tengo un burro. Herm es bueno
estrangulando.
-Yo puedo aguantar la respiración
durante seis minutos
-Bueno, yo puedo tocar el piano con
mi polla.
-Entonces nosotros somos
imparables."
No todo son
películas nominadas al Oscar en estas fechas. Tampoco hay que
olvidarse de los Razzies. Este año vienen fuerte con 50 Sombras de Grey, El Destino de Júpiter y Cuatro Fantásticos, entre otras. Desgraciadamente, la película de la
que hablo en esta crítica llegó demasiado tarde. Agárrense los
machos que viene Los Seis Ridículos, protagonizada y
guionizada por Adam Sandler.
Lo primero
que voy a hacer es romper una lanza por el bueno de Adam. Me parece
que ya solo le criticamos por costumbre. Tiene sus cosas horribles,
sí. Pero también tiene cosas de buen nivel como 50 Primeras
Citas. De hecho, su criticadísima Pixels me parece
bastante decente a pesar de que el toque Sandler y amigos la empañe
bastante. Pero no merece su nominación al Razzie.
La trama va
de un blanco criado entre indios que es un maestro con el cuchillo y
se mueve como el protagonista del Assasins Creed. Eso sí,
nadie se traga que ese papel lo interprete Adam. No tío, no eres un
héroe de acción, no cuela. Sobre todo si pones esa voz grave tan
falsa. Casi que prefiero que hagas tus chistes a duo con Kevin James
(MENTIRA).
Bueno, que
me desvío. Este blanquito se reencuentra con su padre, que es el puto
Nick Nolte. Es solo uno de esos actores que no sabes que demonios
hace aquí. Hace de forajido muy cabrón que quiere hacer las paces
con su hijo antes de morir. Pero antes llega Machete. La verdad es
que Danny Trejo no lo hace mal ni en la peor bazofia en la que lo puedas
meter. Aquí secuestra al padre para hacerse con el dinero de una
serie de atracos. Y Adam, que aquí se apoda Cuchillo Blanco, se
lanza a rescatarle.
En
ese viaje se va encontrando a hermanos suyos y de paso se pone a colocar a
colegas suyos. Primero a Rob Schneider, quien hace de mejicano. Su
actuación está cercana al método que hizo célebre Marlon Brando y
Robert de Niro. Para convencernos que la sangre azteca recorre por
sus venas suelta una palabra en español de vez en cuando sin razón
alguna. También tiene una obsesión por su burro. Adam es buen amigo
y siempre da trabajo a sus colegas. Que sepa actuar es algo
secundario.
Luego
vemos a Taylor Lautner. El tío se lo curra y consigue un par de
cosas que yo consideraba imposible: estar en una película más tonta
que Las Aventuras de Sharkboy y Lavagirl y
dar vida a un personaje que de más pena que su hombre lobo en
Crepúsculo. Por
supuesto, Adam explota con él toda su vertiente de chistes,
incluyendo zoofilia, sobre retrasados paletos. Bueno, no toda.
Porque el cuarto hermano también es otro retrasado que ni siquiera
sabe hablar, cosa que no sé si es bueno o no. Tiene las pintas del
hermano menor de Hagrid. El resto de los hermanos lo forman el
traumatizado antiguo guardaespaldas de Abraham Lincoln y un negro que
toca el piano con su rabo. No es coña. Quizá esa habilidad sonaría
bien en un peli de Tarantino y Samuel L. Jackson.
Los
seis se dedican a atracar bancos. Por el camino se encuentran a
Harvey Keitel, John Turturro y Steve Buscemi. En serio, ¿por qué tantos actores de
cierto prestigio se metieron en semejante mierda? También se
encuentran con Vanilla Ice que se metió porque debía odiar a Tom
Sawyer y decidió vengarse de Mark Twain con su parodia. David Spade,
otro de los colegas de Sandler, hace de general Custer y creo que no
hago ningún spoiler si digo que hace chistes sobre su cabellera.
También hay una una banda de forajidos sin el ojo izquierdo y su
mayor hazaña es burlarse de un pobre tuerto obligándole a
arrancarse su ojo bueno porque... bueno, debe ser una tradición tan
bonita como torear con tu hija en brazos.
Lo
peor de todo es que no hace ni puñetera gracia. Da igual que sean
parodias o chistes escatológicos: solo te reirás a causa de la
vergüenza ajena que te provoque el film. Especialmente cuando se
hacen chistes sobre retrasados. Se quejaron los indígenas pero son
los discapacitados mentales quienes sufren un mayor escarnio. La
parte de acción no está de todo mal llevada, teniendo en cuenta que
es algo de coña. Hay que decir que los momentos donde Adam Sandler
hace un supuesto truco místico dan mucha vergüenza ajena. Sí, son
esas dos palabras con las que definiría mis sentimientos sobre esta
película. Tanto como la aparición de la esposa de Sandler que
encarna a la india Sin Sosten. Porque
en esa época se utilizaba mucho esa prenda.
La
crítica ha sido unánime y no ha dudado en mandar a Adam Sandler a
las catacumbas. Y está vez con razón. Lo peor de todo es que esto
no para, ya que Netflix llegó a un acuerdo con Adam Sandler por seis
largometrajes. Así que, señoras y señores, esto no ha hecho nada
más que empezar.
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¿Tengo
que ver esto?: Si
te mola reírte de discapacitados, sí
¿Cuál
es el mejor momento?: Cuando salen Harvey Keitel y Danny Trejo.
Sobre todo porque piensas por un momento que puede mejorar la cosa.
¿Dónde
debería ver esto?: Atracando
bancos armado con un burro que se tira pedos.
Me
ha gustado, ¿dónde hay más?: Hombre,
a mí Little Nicky me gustó. Así te recomiendo esa si nos vamos a
las comedias de Sandler.
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