miércoles, 17 de octubre de 2012

El castillo ambulante (2004)



"Ya estoy harto de huir siempre. Además, ahora tengo algo que quiero proteger: a ti”


Llevo tiempo sin actualizar el blog, lo que no significa que lleve tiempo sin ver películas. Es más, últimamente no he hecho más que ver cine, y tenía tantas críticas pendientes que no sabía por cuál empezar (tampoco me apetecía hacer 3x1, porque las películas tienen poca relación entre sí). Finalmente, y dado que es un género que tenemos poco tratado aquí, me he decidido por una cinta que ya se ha convertido en un clásico indiscutible de la animación (y concretamente, japonesa): El castillo ambulante.



Por si alguno no la conoce, la obra surge de la afamada productora Studio Ghibli, y concretamente de la imaginación de Hayao Miyazaki, probablemente uno de los cineastas de animación de más éxito de la historia, junto con Walt Disney, y autor de maravillas tan reconocidas como Mi vecino Totoro, Nausicaä del Valle del Viento, La princesa Mononoke (su primer gran éxito internacional) o El viaje de Chihiro (que logró el primer y único Óscar a mejor cinta animada entregado a una película de animación japonesa), todas ellas realizadas en esta misma productora.

Basada en la novela homónima de Diana Wynne Jones, fue nominada al Óscar a mejor película de animación (junto con La novia cadáver de Tim Burton y Wallace & Gromit: la maldición de las verduras; fue esta última la que logró la estatuilla), y se consolidó inmediatamente como uno de los mayores éxitos de Miyazaki. Narra la historia de Sophie, una joven a la que la Bruja del Páramo maldice, convirtiéndola en una anciana, y la búsqueda de la chica para librarse del conjuro. Para ello, contará con la ayuda de Howl, un mago que es señor del Castillo Ambulante; Markl, discípulo de Howl; Calcifer, un respondón demonio del fuego; y Nabet, un espantapájaros un tanto entrometido.

La historia goza de los elementos típicos de muchos cuentos infantiles u obras de fantasía. Pero Miyazaki es cualquier cosa menos típico. Los personajes (especialmente Howl y Calcifer, aunque ocurre con todos), están construidos con una maestría ejemplar, llenos de luces y sombras, y nunca sabes cuál va a ser su siguiente paso. De hecho, por ejemplo, la Bruja del Páramo es a veces el villano de la película, pero otras veces pasa a ser un personaje secundario más, inofensivo, para luego volver a tener en sus manos el destino de todos los personajes. Y lo contrario ocurre con otros personajes, que se revelan repentinamente como malvados cuando no lo parecían en absoluto. La misma protagonista, Sophie, la “heroína” de la historia, se presenta en algunas escenas como infantil y sin ninguna paciencia. Luces y sombras.

Es esa buena construcción de los personajes la que permite un guión más complejo que complicado, con giros constantes, y un ritmo rapidísimo, muy ágil, que cambia de una historia a otra sin parar ni un instante. Hay escenas que, en un primer momento, son más difíciles de entender, pero que llegando al final se revelan solas con total claridad.

En cuanto al aspecto técnico, el dibujo, como en el resto de obras del japonés, es precioso, con muchas reminiscencias a Heidi o Marco (dos de las primeras series en las que trabajó Miyazaki), pues de hecho la ambientación está tomada de los mismos Alpes suizos. Asimismo, se añade un toque bastante interesante inspirado en la cultura steampunk, que tan fuerte pegó (en países orientales y occidentales) hace unos años. La música, por otra parte, es fabulosa (salvo la empalagosa canción final), y corre a cargo de otro habitual de las películas del director, Joe Hisaishi.

También la mano del director se aprecia en el mensaje que encontramos en el trasfondo de la historia. Aunque es una película dirigida especialmente a un público infantil, está teñida de una ideología bastante clara; si en La princesa Mononoke el mensaje era puramente naturalista, aquí nos encontramos con un alegato pacifista en contra de la guerra, que está mostrada en la cinta como algo brutal, sucio y sin sentido, que no ayuda a nadie y que puede convertir a quienes la viven, contra su propia voluntad (como sucede con Howl), en auténticos monstruos. Es al final de la película donde este mensaje cobra mayor fuerza, con una última frase que lo resume, en boca de uno de los causantes del conflicto.

El final, por otra parte, he de decir que es lo que menos me gusta, pues tiene un tono quizás demasiado infantiloide… Demasiado Disney, muy azucarado para mi gusto. Es lógico tratándose de una película más pensada para niños que para adultos, pero también es cierto que esa “ñoñez” no ha estado presente en el resto de la obra.

Mención especial, por cierto, recibe también el doblaje al castellano, encabezado por los geniales Mar Bordallo e Iván Muelas… más aún teniendo en cuenta que muchas películas o series de animación suelen tener un doblaje bastante pobre.

Para mi gusto, y por el momento, lo mejor que he visto de Miyazaki. Si os gusta el cine japonés (o el cine de animación), básica, sin duda.

Allez-y, mes ami!

Buenas noches, y buena suerte.

---------------------------------------------------------------------------------

LO MEJOR: la complejidad de los personajes y lo bien construido que está el guión.

LO PEOR: lo empalagoso de la última escena.

NOTA: 9/10. Preciosa, bien construida, trabajada con un mimo y un detalle soberbios, y un derroche de originalidad con un guión relativamente típico.

---------------------------------------------------------------------------------

Tráiler "El castillo ambulante"

7 comentarios:

  1. Bastante de acuerdo. Que la escena final es empalagosa es verdad, pero que en el resto de la cinta no había habido nada similar... bueno, es discutible. Tal vez sí que no tan esencialmente empalagosa.

    Y sí, la construcción de los personajes, junto con el mensaje de fondo, me parecen lo mejor de la película. Howl en concreto es un personaje riquísimo y bastante inusual para el que digamos que es el "héroe" de la cinta. Y cálcifer es muy majo.

    No entiendo como no se llevó el Oscar. Me apuntaré ver la otra para despotricar a gusto contra ella. Mejor que La Novia Cadáver sí me parece, aunque también me parece esa bastante buena...

    ResponderEliminar
  2. No dejo de decir "me parece". Joder, es que es tarde y estoy espeso...

    Y desactivad la mierda de los captcha, son el cáncer de los blogs y de cualquier cosa de internet.

    ResponderEliminar
  3. Iván Muelas es el mejor actor de doblaje español en la historia de la vida en la Tierra.

    En otro orden de cosas, siempre me han llamado las pelis de Miyazaki, pero nunca he visto ninguna. Supongo que ya es hora.

    ResponderEliminar
  4. Sí es cierto que hay escenas un tanto empalagosas a lo largo de la película (a Miyazaki le encantan, para qué engañarnos). Pero creo que ninguna tanto como la última. No como en "El viaje de Chihiro", por ejemplo, que si no recuerdo mal si había más escenas del estilo a lo largo de la peli.

    La verdad es que de las tres nominadas al Oscar, adoro las tres. Y si bien la de Wallace & Grommit me gusta algo menos que las otras dos, hay que reconocer que es un peliculón con mayúsculas...

    En cuanto a lo de Iván Muelas, es un actor de doblaje al que yo IDOLATRO. Así, sin más. Aunque los hay mejores, como Constantino Romero o Jordi Brau en Barcelona; y Ramón Langa, Héctor Cantolla (ya retirado), Gabi Jiménez, David Robles o Luis Reina en Madrid. O el siempre genial Claudio Rodríguez... Pero bueno, entre los actores de doblaje jóvenes de nuestro país, Muelas es uno de los mejores, sin ninguna duda (adoro como le queda su voz a personajes tan dispares como Howl, Secundo en el videojuego "Beyond Good & Evil", o a mi queridísimo Jared Leto). Y no me hagáis hablar de doblaje, leñe, que me enrollo.

    En fin, gracias por comentarla. La verdad es que me he quedado con ganas de seguir viendo a Miyazaki, que le tengo aún un poco pendiente.

    Ah, Panmios y los captcha no los quitamos porque luego pasa como en el chat de La Pluma Rota (o en el de aquí antes), que están petados de spam. Y yo aborrezco el spam, salvo en los sketches de Monty Python.

    ResponderEliminar
  5. Yo lo que quiero ver es una crítica de Arriety...

    ResponderEliminar
  6. Ah, con mucho retraso te contesto, anónimo (aunque creo que eras persona grata en mi vida). "Arriety y el mundo de los diminutos" también la he visto, y me gustó bastante, pero no hice crítica en su día, y me gusta tener las películas frescas cuando las critico. Cuando la vuelva a ver, sin falta tendremos reseña aquí. Y vamos completando, que animación ha habido bastante últimamente, pero siguen faltando algunos clásicos de Miyazaki, y de Pixar/Dreamworks.

    ResponderEliminar
  7. Como decís, es una película maravillosa... hasta ese final empalagoso que no sé muy bien de dónde se lo sacaron. ¡Argh!
    Aún así, es necesario verla alguna vez...altamente disfrutable ^^.

    ResponderEliminar