"Paso de insertar una frase molona en este caso, porque no la hay. Mis disculpas de antemano y que disfrutéis de la crítica, que no de la peli. Feliz 2015"
Qué lástima me da empezar el año criticando mierda. Me duele en el alma, pero es lo que toca. Y qué lástima me da también la saga REC. Con el buen trabajo que se hizo con su primera entrega, con los aplausos tan merecidos que suscitó una propuesta tan arriesgada y a la vez tan bien ejecutada... con lo que nos cuesta a veces poner al cine español en lo más alto, vamos.
La historia de esta tetralogía ha sido la del azucarillo que se diluye, salvo que en este caso lo ha hecho a lo bestia. REC 2 ya apestaba, o más bien atufaba como secuela, intentando adaptar la fórmula del Aliens de Cameron, pero de forma cutre y penosa, y dándole a la trama un giro tan poco original como estúpido y sin venir a cuento. REC 3, por su parte, era tan mala que hasta se reía de sí misma, algo que en parte se agradecía, pues la fórmula de la cámara en mano se había ido a tomar por culo para entonces.