sábado, 30 de noviembre de 2013

El viaje de Chihiro (2001)



«Nada de lo que sucede se olvida jamás, aunque tú no puedas recordarlo»


En Yo me bebo tu batido le tenemos un cariño especial al gran Hayao Miyazaki. Hace poco que nos dio la triste noticia de su retirada, y damos fe de que lo vamos a echar mucho de menos. Su forma de revolucionar el cine de animación, la temática de sus películas y su estilo innovador y fantasioso le han convertido en una auténtica leyenda en Japón, donde su obra han alcanzado un respeto sin parangón, y en el resto del mundo. Y esto ha sido posible gracias a su capacidad de contar historias que van más allá y a la pericia y mimo que dedica Studio Ghibli a cada una de sus producciones. Exceptuando a Pixar, no hay actualmente estudio de animación que les supere en calidad. 

Miyazaki se labró una fama inmortal ya en los 70, colaborando con otro genio del anime, Isao Takahata, en series tan recordadas como Heidi o Marco, y posteriormente en los 80 y 90, dirigiendo películas como Mi vecino Totoro, Nausicaä del valle del viento (cuya reseña podéis leer aquí), El castillo en el cielo o Porco Rosso. Tras el estreno de una de sus mayores genialidades, La princesa Mononoke (1997), anunció, para sorpresa de todos, su retirada. Por suerte, se lo pensó mejor y regresó tan solo un año después, cuando empezó a gestar y a dar vida a una de las películas de animación más premiadas y aclamadas de su carrera.

El viaje de Chihiro nos cuenta la gran aventura que vive la niña de nombre homónimo, de 10 años de edad, cuando durante un picnic con sus padres acaban encontrando una ciudad abandonada tras atravesar un túnel. Allí hay establecimientos y tiendas, pero no hay rastro de vida. Los padres de Chihiro, tentados por los ricos manjares que están en las locales, empiezan a comer como si les fuera la vida en ello, a pesar de las advertencias de la pequeña, que se teme lo peor. La noche cae y la ciudad empieza a llenarse de toda clase de criaturas, espíritus y seres. Chihiro, muy asustada, busca a sus padres para salir de allí, cuando ve horrorizada que se han convertido en mugrientos cerdos, encontrándose entonces sola y desprotegida, pero con la ayuda del joven Haku conseguirá un trabajo en la corte de la malvada bruja Yubaba, para intentar romper el hechizo de sus padres.




Visto esto nos encontramos con un argumento, cuanto menos, muy original y desbordante, salido solo de una mente tan brillante como la de Miyazaki. Luego toca plasmarlo y hacerlo correr, algo que el genio japonés realiza a la perfección, con situaciones muy imaginativas, personajes carismáticos y un desarrollo fluido y lleno de grandes momentos, aunque sin rayar en tintes más complejos de otras películas (La princesa Mononoke, El castillo ambulante), haciéndola accesible a todo tipo de público, cosa que unos agradecerán y otros no tanto. 

Y a este gran desarrollo ayudan mucho los personajes, inolvidables, diferentes y llenos de vida. Empezando por Chihiro, que pasará de ser una niña incapaz de defenderse, asustadiza e indefensa, a un alma valiente, comprometida y con corazón. También merecen mención el joven Haku y su historia, la malvada Yubaba y su hijo, un bebé gigante llamado Bo. Pero quien más llama la atención, sin duda, es el fantasma Sin Cara, el personaje más misterioso, que gracias a Chihiro encontrará el mejor camino para ser feliz. Y luego están los secundarios, como Kamaji o Lin que, a pesar de su carisma y dedicación, podrían estar algo mejor desarrollados (nada grave). 

Pasando al apartado técnico, si tenemos que hablar de la animación, bueno... mejor levantarse y aplaudir. El trabajo de Studio Ghibli siempre se ha caracterizado por el cuidado y la brillantez a la hora de animar sus películas, y con El viaje de Chihiro lleva la animación tradicional a un nuevo nivel. Desbordante, colorida, majestuosa, llena de todo tipo de detalles, capaz de dejar al espectador con la boca abierta. Y luego está la genial banda sonora, a cargo del maestro Joe Hishaishi, asiduo colaborador de Miyazaki en la música de sus películas, y capaz de sacarnos alguna lágrima gracias a cosas como esta. Un trabajo impecable en todos los aspectos y que merece la aclamación unánime por parte de cualquier persona con un mínimo buen gusto. Y todo con un doblaje en castellano a la altura para una película de anime, un género muy maltratado en este aspecto, y donde la profesionalidad en los trabajos de Miyazaki se agradece muy mucho.

Dicho lo dicho, la sensación que deja El viaje de Chihiro es la de ver algo distinto y único. En su momento ya fue un éxito rotundo, y no solo en Japón, donde superó el récord de taquilla de Titanic. Europa (oso de Oro en Berlín) e incluso Hollywood (Oscar a la mejor película animada) se rindieron ante un trabajo increíble e inolvidable, que se convirtió en el regreso soñado de Miyazaki y le animó a seguir dándonos grandes películas. A Chihiro le siguieron El castillo ambulante y Ponyo en el acantilado, y en España aún seguimos esperando la llegada de Kaze Tachinu, estrenada en julio de este año y que se ha convertido en su último y más polémico trabajo. 


En resumen, estamos ante una joya de la animación, una película inolvidable hecha por y para todos los públicos, y que tiene todos los elementos (personajes, historia, momentos, sensaciones) que se precisan para triunfar. Eso, no obstante, no quiere decir que sea lo mejor de lo mejor. Hay algunos aspectos que pecan de falta de ambición en la historia, visto lo visto en otras obras de Miyazaki, como El castillo ambulante. Eso no quiere decir que la trama de El viaje de Chihiro no sea magnífica, sino que la de otras películas la supera, lo cual dice mucho y muy bueno de Miyazaki, al que siempre le gusta ir un paso por delante. Disfrutable, entretenida y con momentos únicos (el trayecto del tren con Chihiro y Sin Cara es terriblemente profundo y significativo) y otros tiernos, intensos y llenos de magia, El viaje de Chihiro es una película que, seas adulto, adolescente o niño, tienes que ver una vez en la vida, por todo lo que ofrece y por la genial sensación que deja a su paso. Esperamos de corazón que, ahora sí, el maestro Miyazaki disfrute de su descanso, porque se lo ha ganado y con creces. Solo nos queda darle las gracias sinceras y aguardar con bendita paciencia a que su último trabajo llegue a España. Cuatro meses de espera ya...

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LO MEJOR: genial historia, gran desarrollo, personajes, animación sobresaliente, banda sonora de lujo, momentos maravillosos... Deja una enorme huella una vez que se ha visto, y eso dice mucho de una película de animación.

LO PEOR: su historia, a pesar de su originalidad, echará para atrás a los que quieran algo más complejo y adulto. Algunos personajes podrían estar mejor desarrollados.


NOTA: 9/10. El mejor regreso posible de Miyazaki tras su primera retirada, y otra maravilla de un legado extraordinario.

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1 comentario:

  1. muchos dicen maravillas de esta pelicula pero nadie tuvo el valor de decir, q la pelicula si entorna aspectos antiesteticos y asta escatologicos por q los tienes

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