lunes, 26 de agosto de 2019

Érase una vez en... Hollywood (2019)



Hace cosa de un año me metieron en un grupo de Whatsapp que prometía ser una sociedad secreta de discusión musical, pero que pronto se reveló como una madriguera de esnobismo y negatividad. Y de un consumo desaforado de sustancias, pero eso es aparte. Hablo de esto porque Tarantino ha sido la última vaca sagrada en ser sacrificada sobre su altar, habiéndose pronunciado frases como "mojón de buey", "el mayor mierdón que he visto este año" y "prefiero ver Torrente". Más allá del criterio de este particular grupo de personas, que seguramente sólo fingen ser más hipster de lo habitual, sí que hubo una reflexión algo menos frívola sobre el cine de Tarantino, cuando alguién se preguntó: "¿qué peli de Tarantino tiene trama?"

Si entendemos como trama aquello que guía a los personajes hacia una conclusión, es verdad que muchas son meramente una sucesión de escenas. Pulp Fiction sería la máxima expresión de ello, pero también Reservoir Dogs, y Malditos Bastardos hasta cierto punto. Pocas veces hay una narrativa que se propulse hacia adelante, y no sólo porque nuestro querido Quentin adore la metaficción, el flashback y la no linealidad, recursos que por supuesto aparecen en Érase una vez en... Hollywood en distinta medida, si no porque incluso cuando no están éstos, a los personajes de sus historias simplemente les pasan cosas, sobreviven (o no), y vuelven a su vida como si tal cosa.

martes, 20 de agosto de 2019

Un chihuahua en Beverly Hills 3: ¡Viva la fiesta! (2012)


"En un mundo de perros grandes, Rosita, tu papá es bastante pequeño. Pero no dejé que mi talla sea una desventaja, solo aprendí a usarla. Hago que los perros grandes deseen ser pequeños. Tú eres Rosa Cortez: haz parte de ti lo que te vuelve diferente."

Decía Walt Whitman que era inmenso y contenía multitudes. Así me siento yo cada día de mi vida, intrigado por ver una película experimental de Chris Marker cuando de repente Air Bud: Spikes Back (la quinta entrega de la saga, en la que el golden retriever favorito de los televidentes demuestra su talento en el volley-playa) entra en mi radar y se niega a irse. En el tiempo limitado de vida del que disponemos, este tipo de decisiones se nos presentan una y otra vez, y aunque nuestra faceta arribista quiera obedecer a los omniscientes críticos que prometen que La jetée, en su esplendorosa e influyente media hora de imágenes fijas, es una genialidad, la realidad es que no contiene en ninguno de sus fotogramas a un perro jugando al voleibol. 

Por sumar citas célebres a esta crítica, cuyo objeto en el momento de escribir estas líneas desconozco, Guy Debord sentencia: "el aburrimiento es contrarrevolucionario". La cuestión: ¿al elegir entre las cinco horas del Novecento de Bertolucci, epopeya sobre la lucha de clases, y Princesa por Sorpresa 2, cuál es realmente más revolucionaria? Pista: es aquella cuyo director no es cómplice de abuso sexual.

Perros que hablan, estudiantes marginadas que pasan a convertirse en reinas, policías infiltradas en concursos de miss... El capitalismo ha intentado sabotear la frase de Debord intentando entretener y apelando al mínimo común denominador, pero los resultados son tan nefastos (al menos a lo que se refiere al impacto sociocultural) que provocan un efecto de retroceso sobre el propio sistema. Su propio détournement. Así que mientras la élite académica se rasga las vestiduras ante las obras maestras, facilitando a los poderosos apropiarse de ellas, el único verdadero reducto de la revolución es Un chihuahua en Beverly Hills 3: ¡Viva la fiesta!